Las nuevas técnicas genómicas: agricultura convencional vs ecológica

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La “desregulación” de las NTG de la normativa de organismos modificados genéticamente (OMG) divide a la agricultura convencional y la ecológica en dos bandos

mutagénesis

En la penúltima semana de febrero, 200 organizaciones europeas ambientalistas y del sector de la agricultura ecológica difundían un manifiesto conjunto en contra de esa “desregulación” de las NTG. / Asebiotorio

Efeagro.

Este 2025 puede ser el año en el que la Unión Europea (UE) desvincule la aplicación de las nuevas técnicas genómicas (NTG) para el desarrollo de semillas agrícolas de la normativa que regula los alimentos transgénicos, un cambio que rechaza la producción ecológica y apoya la agricultura convencional.

En la penúltima semana de febrero, 200 organizaciones europeas ambientalistas y del sector de la agricultura ecológica difundían un manifiesto conjunto en contra de esa “desregulación” de las NTG de la normativa de organismos modificados genéticamente (OMG) de 2001 de la que ahora dependen.

Entre ellas, se encuentran las españolas Ecovalia y la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) que, sobre todo, echan en falta el “principio de precaución” en los borradores que se han desarrollado hasta ahora, para poder tener una evaluación de los riesgos de estos nuevos cultivos en el campo y en la alimentación.

En contraste, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Copa-Cogeca -la organización europea que aglutina los intereses de las asociaciones de agricultores y las cooperativas agrarias-, así como las patronales de obtención de semillas española (Anove) y europea (Euroseeds) se han posicionado abiertamente a favor.

Las NTG son técnicas reproductivas de precisión (mutagénesis dirigida, cisgénesis e intragénesis) para, por ejemplo, mejorar el contenido nutricional de una planta o hacerla más resistente al cambio climático, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que en un dictamen dio el respaldo científico a su uso.

El texto de partida para el cambio normativo de las NTG lo publicó la Comisión Europea el 5 de julio de 2023 y, desde entonces, ha sufrido cambios; ahora está pendiente de su versión definitiva y su aprobación por parte del Consejo Europeo que, según ha manifestado el ministro Luis Planas, confía en que suceda en 2025.

La directora de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove), Elena Sáenz, ha recordado a Efeagro que ya hay 25 países con una regulación específica para el uso de las NTG.

Sobre la propuesta de Bruselas, ha destacado que las plantas editadas con NTG de la categoría 1 serían equivalentes a las obtenidas con la mejora convencional, pero en menos tiempo, y que su impulso podría tener “un impacto importante” en España para el desarrollo, por ejemplo, de cítricos resistentes al “greening”.

Ahora, poner en el mercado una nueva variedad vegetal le supone a una empresa de obtención de semillas entre diez y 12 años de trabajo y una inversión de entre hasta 1,5 millones de euros, ha precisado.

La directora de Internacional de Ecovalia, Évelyne Alcázar, ha indicado a Efeagro que “existe una modificación genética que implica que no son exactamente iguales a los que se desarrollan de forma natural”, por lo que defiende que en su etiquetado, desde la semilla hasta que el alimento llegue al consumidor, conste que es un producto NTG.

Ha advertido de la posible contaminación por polinización cruzada de un cultivo ecológico de otro cercano con semillas tratadas con esta nuevas técnicas, lo que “vulneraría los derechos de los productores ecológicos a producir libres de NTG”.

A su juicio, es “una tecnología que no está suficientemente probada” y ya hay literatura científica sobre cultivos comerciales editados con Crispr-Cas9 que han sufrido mutaciones no deseadas o que han generado problemas en el crecimiento, sabor o calidad del fruto o un aumento de su resistencia a antibióticos, con “pérdidas económicas graves para los agricultores”.

Roberto Ruiz de Arcaute, vocal de SEAE y técnico de investigación en producción ecológica en el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker), ha coincidido con Alcázar en que es necesario aplicar el principio de precaución en la normativa de las NTG, “como ocurre con los medicamentos o el uso de plaguicidas”.

“Son productos que nos llevamos a la boca y que al final forman parte de nuestro organismo, por lo que -si al final se aprueba su uso- todos los alimentos editados con NGT deberían estar etiquetados desde la semilla hasta que llegan al consumidor”, ha compartido.

Ha apuntado a Efeagro que en una planta hay miles de genes implicados en el rendimiento y en ciertas resistencias a enfermedades o plagas.

“Con las NTG tienes una herramienta que supuestamente es más rápida para incorporar genes, pero, luego, el proceso de selección es igual de lento”, ha añadido con el propósito de desmitificar la gran revolución en el campo que algunos prevén con el uso de estas nuevas herramientas.

Ruiz de Arcaute, además, ha remarcado que existen fuentes de diversidad genética en la naturaleza que están al alcance de la mano para hacer mejoras vegetales, como en las que ya trabajan tanto la agricultura ecológica como la convencional con la ayuda de marcadores moleculares.