Durante el 2022, las indemnizaciones abonadas por Agroseguro a fruticultores asegurados alcanzaron los 240 millones en total
el valle del Ebro es la zona que concentró el pasado año los mayores daños e indemnizaciones, con 90,5 millones abonados a los fruticultores de Cataluña, y 71,8 millones en Aragón. / Archivo
Efeagro.
Durante el 2022, las indemnizaciones abonadas a fruticultores asegurados alcanzaron los 240 millones en total, un 66% más que el año anterior, según ha informado la agrupación de entidades de seguros agrarios Agroseguro.
En un comunicado, Agroseguro ha detallado que el total de superficie afectada alcanzó las 80.500 hectáreas.
Por ámbito, el valle del Ebro es la zona que concentró el pasado año los mayores daños e indemnizaciones, con 90,5 millones abonados a los fruticultores de Cataluña, y 71,8 millones en Aragón.
Unas cifras que se deben, según ha detallado la agrupación, a la helada registrada a comienzos de abril, responsable de elevadas pérdidas de producción en frutales en floración o en estadios iniciales de crecimiento de frutos.
Además, no solo la baja temperatura alcanzada incidió en la gravedad de los siniestros, sino también su persistencia durante varias noches consecutivas, han puntualizado.
En total, se registraron daños por helada en el 82% de la superficie frutal asegurada en Cataluña y el 60% de la aragonesa.
Sobre la cosecha de frutales de 2023, Agroseguro ha informado de que el próximo 28 de febrero finaliza el plazo para asegurar estas cosechas
Sobre la cosecha de frutales de 2023, Agroseguro ha informado de que el próximo 28 de febrero finaliza el plazo para asegurar estas cosechas a través de las modalidades que incluyen cobertura de todos los riesgos climáticos, como las heladas.
El final del plazo de suscripción incluye a zonas productoras del país (Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña), así como todo el norte peninsular (salvo la comarca leonesa de El Bierzo, cuyo plazo finaliza el 10 de marzo).
Asimismo, de cara a esta cosecha, el seguro de frutales presenta “importantes mejoras” encaminadas a “mantener su equilibrio técnico sin realizar perjuicios masivos a los productores tras el siniestro del pasado año”.
Con el objetivo de “evitar que más del 95 % de los fruticultores se vean perjudicados por la alta siniestralidad del 5 % restante, focalizando los principales ajustes en estos últimos”.
