Entrevista al responsable de Electrónica de Maf Roda, Philippe Alves

Alves explica que los sistemas de IA pueden aprender automáticamente nuevas características y defectos a medida que el operario los alimenta con nuevas muestras, haciendo así que la clasificación vaya mejorando de forma continua. / Maf Roda
Raquel Fuertes. Redacción.
Cuando ya hemos incorporado la presencia de la inteligencia artificial en múltiples aspectos de la vida personal y profesional, incluso a nuestras conversaciones diarias, no es de extrañar que en una entrevista sobre electrónica de una marca puntera en tecnología postcosecha como es Maf Roda, Philippe Alves, responsable de Electrónica, confirme que “la electrónica ha revolucionado la clasificación y tratamiento de las frutas“ mientras detalla las últimas novedades en procesos en los que la IA tiene un papel destacado. Un interesante acercamiento a lo que ya va siendo realidad en el sector y en el que queda patente que “el futuro de la postcosecha pasa por una mayor automatización de los procesos”.
Valencia Fruits. ¿Qué papel desempeña la electrónica en la gestión postcosecha?
Philippe Alves. La electrónica está desempeñando un papel crucial en la gestión postcosecha del sector hortofrutícola porque ha permitido automatizar gran parte de los procesos que intervienen en el tratamiento de la fruta en los almacenes. La automatización mediante la electrónica garantiza una consistencia en la calidad de la clasificación que es difícil de lograr con métodos manuales. Los algoritmos electrónicos aplican criterios predefinidos de manera coherente, lo que asegura que todas las frutas se clasifiquen de acuerdo con los estándares deseados. La llegada incesante de mejoras, como la inteligencia artificial, hace que los resultados obtenidos sean cada vez mejores y con costes cada vez más reducidos. Al eliminar la necesidad de mano de obra intensiva para la clasificación manual, las empresas pueden reducir los costos laborales a largo plazo. La inversión inicial en tecnología electrónica se traduce en ahorros significativos a medida que pasa el tiempo. En resumen, la electrónica ha revolucionado la clasificación y tratamiento de las frutas en el sector hortofrutícola al proporcionar herramientas avanzadas para analizar y procesar datos, lo que resulta en una clasificación más precisa y eficiente, además de mejorar la gestión postcosecha en términos de calidad, trazabilidad y sostenibilidad.
VF. ¿Y, concretamente, en el caso de los cítricos?
PA. En los cítricos especialmente gracias a la introducción de nuevas tecnologías, como clasificación de frutas mediante sistemas de visión artificial o la espectrometría que permite analizar el interior de las frutas de forma no destructiva, somos capaces de obtener características de la fruta que eran casi imposibles de obtener de forma manual en el pasado. Los sistemas de visión artificial utilizan cámaras y sensores para capturar imágenes detalladas de las frutas. Estos sistemas son capaces de analizar el color, forma, tamaño, grado brix y defectos de la fruta de manera rápida y precisa. Estos sistemas pueden adaptarse a diferentes tipos de frutas y condiciones optimizando así el proceso de clasificación, lo que hace que los almacenes sean más versátiles y se adapten más fácilmente a distintas circunstancias de trabajo. Y eso ha sido fundamental en los cítricos porque las campañas son cada vez más largas y las cantidades de variedades a trabajar son cada vez más diversas en sus características. La presencia de la electrónica ha permitido y sigue permitiendo adaptarse rápidamente a la llegada de nuevas variedades, frutas o plagas.
VF. ¿En qué líneas están desarrollando el software de Maf Roda?
PA. Desde hace unos cuantos años trabajamos de forma intensa en la incorporación de inteligencia artificial en nuestras electrónicas a todos los niveles. Inicialmente sobre todo para permitir el uso de algoritmos más sofisticados que permitieran una mejora de los resultados de la clasificación de la fruta. El uso del Machine Learning nos ha permitido entrenar algoritmos que han liberado los operadores de algunas tareas de configuración de las máquinas y ha conseguido mejorar la categorización de los defectos. Más recientemente la incorporación del Deep Learning ha permitido dar un paso más y ahora, con nuestra electrónica Globalscan 7 Smart, se permite al operario usar modelos dedicados que mejoran la clasificación de defectos como nunca antes se había conseguido. El sistema permite, también, al operario ser capaz de optimizar los modelos de forma constante con un simple seguimiento del trabajo realizado por el sistema.
VF. ¿Qué necesidades de los usuarios esperan cubrir con este nuevo software? ¿Qué ventajas proporciona?
PA. Nuestro nuevo software permite, principalmente, mejorar la experiencia del usuario final por su gran facilidad de uso, ya que el ajuste se realiza básicamente a través de los umbrales de calidad y de la supervisión de manchas. Proporciona una mayor estabilidad frente al cambio de variedad y nuevas problemáticas de defectos. Además, facilita la tarea del operario, ya que se puede apoyar en una herramienta que le indica en tiempo real lo que tiene que saber para actuar o reaccionar. Con esa información, se obtiene una mayor reactividad de los operarios en caso de necesidad de acciones correctivas. Si fuese necesario, el sistema permite al usuario agregar nuevas manchas o defectos. Por último, el sistema tiene capacidad de autoaprendizaje, es decir, posibilidad de “reentrenarse”. Los sistemas de IA pueden aprender automáticamente nuevas características y defectos a medida que el operario los alimenta con nuevas muestras, haciendo así que la clasificación vaya mejorando de forma continua.
VF. ¿Es indispensable que un software sea amigable e intuitivo? ¿Necesitan conocimientos previos los usuarios de maquinaria de Maf Roda o es suficiente con la formación que les proporcionan?
PA. Hoy en día, nuestras máquinas vienen por defecto con modelos preentrenados que permiten a los operarios, incluso con una experiencia relativamente corta, comenzar a manejar nuestro software en un periodo de tiempo corto. Normalmente, no se requieren conocimientos técnicos previos para el manejo de nuestras máquinas. Así que, si nuestros operarios tienen claro el criterio de clasificación de calidad que quieren seguir, con la formación que se les proporciona, es más que suficiente para que se desenvuelvan sin problema.
VF. ¿Hasta qué punto han incorporado ya la inteligencia artificial?
PA. Como comentado anteriormente, la inteligencia artificial interviene a todos los niveles de nuestro proceso de trabajo. Está presente tanto en el proceso de desarrollo de nuestro software, como en el de la elaboración de los modelos que utilizamos para clasificar los defectos en la fruta, como también en la forma de plantear la gestión del manejo de la máquina por parte de los operarios finales. La inteligencia artificial es una revolución que ha venido para quedarse y que no para de innovar y evolucionar, lo que nos obliga a estar constantemente al día de las últimas innovaciones para poder incorporarlas lo antes posibles. La IA nos ha permitido obtener mejores resultados a nivel de clasificación, mejorar la experiencia de usuario, otorgar al operario un mayor grado de autonomía y una mayor capacidad de reacción, y un mayor control sobre el trabajo realizado. Esa evolución es imparable y hará que la forma de interactuar con las máquinas cambie de forma drástica en poco tiempo, convirtiendo el manejo en algo más amigable y más asequible.
VF. Con todo lo que nos ha contado, ¿hacia dónde podemos esperar que vaya el futuro de la tecnología en la gestión postcosecha según la experiencia de Maf Roda?
PA. No hay duda de que el futuro de la postcosecha pasa por una mayor automatización de los procesos en general en los almacenes. La clasificación es solo una pequeña parte de lo que se puede optimizar mediante la tecnología. Parece que está claro que vamos a ir integrando cada vez la IA a más niveles en los distintos sensores de clasificación tanto externa como interna que equipan nuestras máquinas. Pero también se irá democratizando en otras áreas como la gestión de datos logísticos o de producción para apoyarla toma de decisión. La espectrometría también es una tecnología que ya es algo más madura y va a ser cada vez más común en nuestros clientes para el análisis interno de la fruta.
El recorrido de un cítrico en un almacén con tecnología Maf Roda
En las instalaciones de nuestros clientes, el trabajo consiste en preparar la fruta que viene del campo para confeccionarla de forma que se pueda enviar a los clientes finales que suelen ser los supermercados.
Los cítricos llegan al almacén procedentes del campo o de proveedores locales y en el punto de entrada, se registran datos como la variedad, el origen y la cantidad de cítricos recibidos.
Los cítricos se transportan a la línea de clasificación, donde se lavan y secan para eliminar la suciedad y los residuos. Algunos sistemas de clasificación de Maf Roda cuentan con tecnología de visión artificial para identificar defectos, como manchas o deformidades, en los cítricos.
Los cítricos pasan por la máquina de clasificación de Maf Roda, que utiliza cámaras y sensores para analizar el tamaño, color, grado Brix y calidad de cada fruta. Los algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje automático ayudan a separar los cítricos en diferentes categorías según su calidad y tamaño.
Después de la clasificación, los cítricos se dirigen a la línea de empaque, donde se colocan en cajas o bolsas según las especificaciones del cliente. Las cajas se etiquetan con información como el tipo de cítrico, el peso neto y la fecha de envasado.
Y, por último, las cajas de cítricos clasificados se almacenan temporalmente en cámaras antes de ser enviadas a los distribuidores, supermercados o minoristas”.
Acceso al artículo en la página 68 del dossier Extra de Cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits.
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