Esta fruta, de sabor sutil y fino, es cada vez más conocida por los consumidores en España
El cultivo de la pitaya se ha implantado gracias a los buenos precios a los que cotiza y a su poca exigencia hídrica. / Archivo.
Alba Campos. Redacción.
El cultivo de la pitaya (también conocida como fruta del dragón o fruta de la pasión) continúa creciendo de forma importante en el campo andaluz, especialmente en Huelva, donde para este año se espera que se quintuplique la producción a un ritmo similar que en el resto de Andalucía. Además de sus propiedades saludables, resulta más rentable que el aguacate, el cultivo tropical por excelencia en Andalucía.
Confirmando esta tendencia ascendente, en las jornadas técnicas organizadas por la Asociación Española de Tropicales en junio de 2022, el vicepresidente, Domingo Medina, ya afirmó que “la pitaya se está extendiendo por nuestras zonas productoras poco a poco y que resulta un cultivo interesante porque tiene la particularidad de presentar unos requerimientos hídricos mucho menores respecto a otros cultivos”
Cultivo
El cultivo de la pitaya se ha implantado gracias a los buenos precios a los que cotiza y a su poca exigencia hídrica, factor determinante a tenor de la sequía y las olas de calor continuadas que arrastra Andalucía y, en general, España. Por un kilo de pitaya se puede pagar entre 8 y 12 euros al agricultor. La pitaya, además, no ocupa tierra cultivable ya que crece enredada a un póster o a un testigo, dejando el terreno para otros cultivos y aumentando así la rentabilidad del espacio.
La pitaya no ocupa tierra cultivable ya que crece enredada a un póster o a un testigo, dejando el terreno para otros cultivos y aumentando así la rentabilidad del espacio
Otra zona en la que se está apostando por la pitaya es la Región de Murcia, que cuenta actualmente con más de 16 hectáreas dedicadas a este cultivo y hay otras siete donde está previsto iniciar su producción, lo que elevará la extensión a 23 hectáreas. Por municipios, destaca su presencia en Murcia capital, Mazarrón y San Javier.
El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias, Antonio Luengo, afirma que “se trata de un producto muy resistente a enfermedades y plagas y que no necesita mucha agua para su crecimiento, por lo que se adapta muy bien a las condiciones climatológicas de la Región, donde encuentra temperaturas óptimas para su desarrollo, que oscilan entre 16 y 25 grados y no siendo inferiores a cuatro”.
“Se trata de un producto muy resistente a enfermedades y plagas y que no necesita mucha agua para su crecimiento”
La producción media de pitaya por hectárea cultivada es de 97.200 kilos y la producción total regional el pasado año ascendió a 1.555 toneladas, una cifra que se espera superar este año, dado el incremento de superficie cultivada. En 2020 las hectáreas registradas de este cultivo eran cuatro, el doble que en 2019, cuando solo se destinaron a esta fruta dos hectáreas.
Variedades
Existen tres tipos de pitaya: la pitaya amarilla (una fruta con una piel amarilla y pulpa blanca), y la pitaya roja, de la cual existen dos variedades, una con pulpa blanca y otra con pulpa roja.
Desde Pitaya España afirman que la roja (en sus dos variantes) es un poco menos aromática y menos dulce, pero es la que contiene más vitamina C. La amarilla, que suele ser de la variedad Palora, es mucho más dulce, aunque su producción en España se encuentra más limitada.
Además de su color, una de las características que las distingue son los salientes. En la pitaya amarilla los salientes son parecidos a los de una piña, mientras que los de la roja se asemejan a los de una alcachofa. Otra característica diferenciadora es que, dentro de las variedades rojas, la de pulpa blanca es un poco más alargada y las ‘aletas’ o escamas son diferentes. También que la piel de la fruta blanca es más rosada, la de la fruta roja, por su parte, es más ovalada.
En la pitaya amarilla los salientes son parecidos a los de una piña, mientras que los de la roja se asemejan a los de una alcachofa
Beneficios
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca las propiedades de la pitaya y recomienda su consumo ya que se trata de una fruta poco calórica y muy recomendable para la pérdida de peso. Además, es muy sabrosa, antioxidante y se presenta como una gran fuente de vitaminas para nuestro organismo. Por otro lado, la pitaya es rica en vitamina C, todo un superalimento indicado prevenir enfermedades respiratorias como la gripe o un resfriado común.
