Preocupación ante el acuerdo comercial entre UE y EE.UU. 

DECCO PEPITA

Freshfel Europe expresa su profunda preocupación y perplejidad por las concesiones arancelarias y no arancelarias asimétricas para las frutas y hortalizas frescas en el acuerdo comercial entre la UE y EE. UU.

Este acuerdo plantea múltiples preguntas y preocupaciones sobre los principios fundamentales del comercio internacional. / ARCHIVO

Valencia Fruits. Redacción.

La Comisión Europea acaba de publicar su propuesta para el ajuste de los derechos de aduana sobre la importación de determinados productos originarios de los Estados Unidos, como resultado del “acuerdo” alcanzado entre los Estados Unidos y la Unión Europea a finales de julio de 2025. Freshfel Europe expresa su profunda inquietud por dicho “acuerdo” comercial y su proceso. Más allá del impacto o los beneficios comerciales, este acuerdo plantea múltiples preguntas y preocupaciones sobre los principios fundamentales del comercio internacional.

El presidente de la Comisión Europea trajo de Escocia un acuerdo unilateral y totalmente asimétrico, con concesiones que amenazan el concepto de reciprocidad. Este espantoso acuerdo se presentó a las empresas de la UE tras un proceso de negociación que infringió los principios básicos de buena gobernanza, dejó de lado el compromiso de transparencia que exige una consulta significativa a priori con las partes interesadas y no fue sometido a una evaluación de impacto creíble. El acuerdo también debilita significativamente la OMC, erosionando el principio de la cláusula de nación más favorecida (NMF) y otras normas multilaterales, al tiempo que deteriora la integridad de los futuros acuerdos comerciales bilaterales.

En este contexto, Freshfel Europe expresa su profunda preocupación y su oposición rotunda al acuerdo comercial entre la UE y EE. UU., actualmente en proceso de implementación. A pesar de representar una parte limitada del comercio bilateral total entre la UE y EE. UU., las frutas y hortalizas frescas vuelven a ser utilizadas como moneda de cambio para alcanzar otros objetivos, lo que deja a las empresas europeas de productos frescos expuestas a aranceles desproporcionados y a un equilibrio injusto en lo que respecta a las condiciones no arancelarias. Esto agravará aún más el déficit comercial ya existente.

“En virtud del acuerdo propuesto, las importaciones de frutas y hortalizas estadounidenses en la UE se liberalizan por completo, eliminando con efecto inmediato los aranceles existentes y concediendo una exención total de derechos. Por el contrario, los exportadores de la UE se enfrentan a un aumento significativo de los aranceles hasta el 15 % cuando acceden al mercado estadounidense”

Philippe Binard, delegado general de Freshfel Europe, comentó: “En virtud del acuerdo propuesto, las importaciones de frutas y hortalizas estadounidenses en la UE se liberalizan por completo, eliminando con efecto inmediato los aranceles existentes y concediendo una exención total de derechos. Por el contrario, los exportadores de la UE se enfrentan a un aumento significativo de los aranceles hasta el 15 % cuando acceden al mercado estadounidense”. Está marcada asimetría otorga una ventaja competitiva a los productores estadounidenses interesados en exportar a la UE, al tiempo que afecta gravemente a la competitividad de los productos frescos de la UE en el mercado estadounidense. Aunque los aranceles adicionales serán soportados en última instancia por los consumidores estadounidenses, con el tiempo limitarán el volumen de productos frescos de la UE que se exportan actualmente. La generosa medida discriminatoria de la UE, con la exención total de aranceles para los productos frescos estadounidenses importados en la UE, podría llevar a otros terceros países a solicitar concesiones similares a la UE a la luz de la cláusula NMF.

Además, aunque la UE se ha mostrado dispuesta a abordar las preocupaciones de EE. UU. sobre las «barreras no arancelarias» y otras cuestiones relacionadas con el clima y la sostenibilidad, no existe un compromiso tan claro e inequívoco por parte de EE. UU. para resolver las medidas sanitarias y fitosanitarias (SPS) que llevan décadas bloqueando o limitando las exportaciones de manzanas, peras, cítricos, tomates y muchos otros productos de la UE. Philippe Binard declaró: “Las excesivas normas SPS de EE. UU. siguen manteniendo las frutas y hortalizas de la UE fuera del mercado estadounidense, mientras que los exportadores estadounidenses podrían obtener un mayor acceso al mercado de la UE. El acuerdo también genera condiciones de desigualdad entre los operadores de la UE, que están obligados a cumplir estrictos requisitos de sostenibilidad, clima y seguridad alimentaria —como el seguimiento y la presentación de informes CSRD, CDDD o PEFCR—, mientras que permite a los proveedores estadounidenses y otros proveedores no pertenecientes a la UE una flexibilidad mucho mayor o excepciones en materia de preocupaciones sociales u obligaciones de transición climática. Esta medida socava totalmente la credibilidad de la agenda de sostenibilidad de la UE y la competitividad de las empresas de la UE”.

Las concesiones de la UE en materia de condiciones arancelarias también tienen efectos colaterales nada desdeñables para la UE, con importantes consecuencias financieras. La eliminación de los aranceles para los productos estadounidenses reducirá los ingresos financieros propios de la UE en unos 12 000 millones de euros al año. Philippe Binard añadió: “Esto supondrá una presión adicional para el presupuesto de la UE, que ya se enfrenta a múltiples recortes que perjudican aún más a las empresas europeas y a los ciudadanos de la UE. En el reciente debate sobre el próximo MFP, ya hemos experimentado las profundas implicaciones de los recortes presupuestarios para la agricultura y la falta de recursos para adaptar la actividad a los retos del cambio climático o para promover un cambio hacia una alimentación más sostenible y saludable”.

Hace unos meses, la Comisión Europea consideraba la agricultura como esencial para la seguridad alimentaria. El pasado mes de julio, el presidente de la Comisión Europea olvidó por completo sus compromisos con la competitividad agrícola de la UE, su compromiso de luchar contra el cambio climático y la necesidad de gestionar de forma sensata los recursos financieros propios de la UE. Los protagonistas de este acuerdo afirmaban que ofrecía previsibilidad y estabilidad, dos elementos esenciales para la planificación empresarial y la inversión a largo plazo. A primera vista, parece que está generando más incertidumbres, al quedar a merced de su contraparte, que amenaza con buscar más concesiones de su socio debilitado. Esto ya está ocurriendo con la Ley del Mercado Digital.

Freshfel Europe pide a los responsables políticos de la UE del Consejo y del Parlamento que actúen con sensatez, rechacen este acuerdo unilateral y busquen urgentemente condiciones de acceso al mercado totalmente recíprocas, no discriminatorias y justas que sean igualmente beneficiosas para los operadores de la UE. De lo contrario, los compromisos de sostenibilidad de la UE y la credibilidad de la UE en la escena mundial estarán seriamente en peligro.