El proyecto ‘Life Triplet’ no busca reducir los consumos de agua, sino que con la misma dotación los regantes puedan obtener una mayor producción y conseguir un mayor valor añadido de sus parcelas
Valencia Fruits. Redacción.
Un grupo de investigadores está desarrollando un proyecto para demostrar que la digitalización de la ferirrigación -el aporte al suelo de los nutrientes que necesitan los cultivos mediante el agua de riego-, puede optimizar la eficiencia de los regadíos.
El proyecto ‘Life Triplet’ no busca reducir los consumos de agua, sino que con la misma dotación los regantes puedan obtener una mayor producción y conseguir un mayor valor añadido de sus parcelas, ha explicado en Ciudad Real Alejandro Pérez Pastor, el investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPC), que es la entidad que coordina la iniciativa.
En el proyecto participa la Comunidad de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS) de la Masa Mancha Occidental II, cuyo presidente, José Joaquín Gómez, que ha acompañado a Pérez Pastor en la presentación.
Ambos han indicado que la iniciativa tiene como objetivo principal implementar en la mayoría de cultivos más representativos del Mediterráneo una plataforma digital resultante de la adaptación de otras cuatro ya existentes proporcionadas por cuatro socios del proyecto.
Las cuatro herramientas combinadas proporcionarán información sobre la optimización del agua de riego, los indicadores de agua suelo-planta-atmósfera a nivel de parcela demostrativa y los efectos sobre los cultivos de herbicidas y enfermedades, ha señalado Pérez Pastor.
El proyecto realizará ensayos en parcelas demostrativas de las comunidades de regantes del Campo de Cartagena, Totana, Pliego, Pulpí (Almería), el embalse de Vicario (Ciudad Real), Mancha Occidental II (Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo) y Acequia Real de Júcar (Valencia).
En concreto, en la Mancha Occidental II se llevará a cabo en cuatro parcelas demostrativas, dos de melón, una de viña y otra de pistachos.
La idea, ha explicado José Joaquín Gómez, es que cada una de estas parcelas tenga dos sectores: uno en el que se utilizará para el cultivo la técnica que hace el agricultor habitualmente, mientras que en el otro se empleará la digitalización de la fertirrigación, para que al final del ciclo se vea la comparativa exacta de la producción.
Las parcelas que serán objeto del estudio estarán ubicadas en Alcázar de San Juan y Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real, y en Villarrobledo (Albacete).