Con las protestas de los agricultores como telón de fondo, los ministros de Agricultura se comprometen a aliviar las presiones a las que se enfrentan los profesionales del sector primario y a ofrecerles soluciones concretas
NR. Redacción
De acuerdo a la información facilitada por la presidencia belga, el Consejo de Ministros celebrado el pasado lunes 26 de febrero, ha confirmado su voluntad política de responder eficazmente a las preocupaciones de los agricultores y, como primer paso, ha acordado una serie de medidas concretas que deberían ser prioritarias para la respuesta a corto plazo a la crisis actual, y ha ofrecido orientaciones políticas para el camino a seguir y para un planteamiento estructural a medio y largo plazo.
David Clarinval, viceprimer ministro belga y ministro de Autónomos, PYME y Agricultura, Reforma Institucional y Renovación Democrática, resumió el consejo de ministros avanzando que “el resultado de nuestra reunión demuestra que estamos escuchando a los agricultores y que les oímos alto y claro. Nos hemos comprometido a ayudarles a aliviar las presiones a las que se enfrentan y a ofrecerles soluciones concretas. Las prioridades de las medidas de simplificación que hemos acordado reducirán la carga administrativa de los agricultores y les darán la flexibilidad que necesitan. También miramos hacia el futuro, para mejorar la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos, garantizando al mismo tiempo el respeto de nuestros compromisos de sostenibilidad medioambiental”.
Los ministros han tomado nota de que el Consejo Europeo, en sus conclusiones del 1 de febrero de 2024, recordó el papel esencial de la Política Agrícola Común (PAC) a la hora de abordar las preocupaciones expresadas por los agricultores, y encomendó al Consejo y a la Comisión que hicieran avanzar los trabajos.
Las medidas a corto plazo propuestas por la Comisión y aprobadas por el Consejo de Ministros se centran en reducir la carga administrativa y los trámites burocráticos tanto para los agricultores como para las administraciones nacionales
Durante la reunión, el Consejo acogió favorablemente las recientes decisiones anunciadas por la Comisión en este contexto, como la exención parcial de las normas sobre tierras en barbecho, la denominada norma 8 de Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM 8); la retirada de la propuesta de Reglamento sobre el uso sostenible de los plaguicidas (SUR) y las salvaguardias adicionales en la propuesta de renovación de las medidas comerciales autónomas para las importaciones procedentes de Ucrania.
Como parte de su cambio de impresiones, el Consejo ha debatido las medidas a corto plazo destinadas a simplificar y reducir la carga administrativa a la que se enfrentan los agricultores y ha subrayado que la UE debería reaccionar ante las preocupaciones de los agricultores.
Las medidas a corto plazo propuestas por la Comisión y aprobadas por el Consejo tienen en cuenta las contribuciones de las organizaciones agrarias de la UE, así como las aportaciones de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo.
Se centran en reducir la carga administrativa y los trámites burocráticos tanto para los agricultores como para las administraciones nacionales.
Una de las medidas acordadas por el Consejo se refiere a los cambios en las normas relativas a las BCAM 1, que imponen el requisito de mantener estables las superficies de pastos permanentes en comparación con el año de referencia 2018.
Con arreglo a las BCAM 1, los antiguos ganaderos con grandes extensiones de pastos que se habían visto obligados por las perturbaciones del mercado en el sector cárnico y lácteo a reconvertirse a la producción de cultivos herbáceos podrían verse obligados a reconvertir sus tierras de cultivo en pastos permanentes. Esto podría suponer una pérdida de ingresos para esos agricultores. Por ello, el Consejo ha acogido favorablemente la propuesta de la Comisión de modificar las normas de las BCAM 1 antes de mediados de marzo para garantizar que se tengan en cuenta los cambios estructurales causados por una reducción de la cabaña ganadera y que los agricultores sin ganado no se vean obligados a reconvertir las tierras de cultivo en pastos o praderas.
Por lo que respecta a las BCAM 6, (Cobertura mínima de suelo para evitar suelos desnudos en los períodos más sensibles), el Consejo ha invitado a la Comisión a revisar las prácticas posibles para cubrir los suelos, con el fin de tener en cuenta las características regionales, de modo que los agricultores puedan beneficiarse de una mayor flexibilidad. La Comisión revisará esta posibilidad y presentará directrices en abril.
Otra medida acogida con satisfacción por los ministros es la próxima revisión por la Comisión de la metodología para evaluar la calidad del Sistema de Seguimiento de las Zonas (AMS). El AMS es un sistema basado en el análisis automatizado de imágenes de satélite de Copernicus. Esta revisión, prevista para marzo de 2024, contribuirá significativamente a reducir el número de visitas a las explotaciones por parte de las administraciones nacionales, en algunos casos en un 50% o más.
Además, el Consejo ha acogido con satisfacción el hecho de que la Comisión vaya a publicar una nota explicativa para exponer y aclarar el uso del llamado concepto de “fuerza mayor o circunstancias excepcionales”. Este concepto garantiza que no se impongan sanciones a los agricultores que no puedan cumplir todos sus requisitos de la PAC debido a acontecimientos excepcionales e imprevisibles ajenos a su control (como en casos de graves sequías o inundaciones).
El Consejo insistió en estudiar formas de mejorar la situación de los agricultores a medio y largo plazo, incluida su posición en la cadena de suministro alimentario
A petición de los Estados miembros, la Comisión se ha comprometido a colaborar con ellos para determinar posibles formas de racionalizar los controles, con el objetivo de reducir la carga administrativa para los agricultores.
El Consejo también ha acogido con satisfacción la próxima encuesta dirigida a los agricultores que la Comisión pondrá en marcha en marzo, con el fin de garantizar que se escuche la voz de los agricultores. Los ministros de Agricultura han destacado la importancia de este proceso, destinado a identificar las principales fuentes de preocupación para los agricultores y a comprender qué elementos derivados de las normas de la PAC suponen una mayor carga administrativa. Los resultados de la encuesta, junto con un análisis detallado, deberán ser publicados por la Comisión en otoño de 2024.
Aparte de estas acciones a corto plazo destinadas a simplificar el día a día de los agricultores y a reducir la carga administrativa tanto para los agricultores como para las administraciones nacionales, los ministros subrayaron que también es necesario un planteamiento a largo plazo. Por ello, el Consejo insistió en estudiar formas de mejorar la situación de los agricultores a medio y largo plazo, incluida su posición en la cadena de suministro alimentario.
El Consejo también ha pedido una revisión de los actos de base de la Política Agrícola Común. Esta revisión debería iniciarse lo antes posible. A este respecto, el Consejo ha subrayado su determinación y voluntad política de dar una respuesta eficaz a las preocupaciones planteadas por los agricultores.
Con este objetivo global en mente, los ministros de Agricultura ofrecieron orientaciones políticas para mejorar el papel de los agricultores como garantes de la seguridad alimentaria, asegurando al mismo tiempo el respeto de los compromisos de sostenibilidad medioambiental. Para ello será necesario introducir modificaciones específicas en los actos de base de la PAC, garantizar el equilibrio de los efectos de los acuerdos comerciales y ayudar a las exportaciones agrícolas ucranianas a llegar a sus mercados tradicionales.
El Consejo ha invitado al Comité Especial de Agricultura a que siga estudiando las sugerencias y propuestas debatidas por los ministros, en consonancia con la orientación política facilitada por los ministros, y a que le informe al respecto.
Paralelamente, seguirá desarrollándose el diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura iniciado por la Comisión, para determinar las formas de mejorar la PAC a largo plazo. La Presidencia ha destacado la importancia de garantizar que se escuche la voz de los Estados miembros en este proceso.