AgroFresh aconseja realizar un adecuado y completo tratamiento fungicida, complementado con un plan de higiene y desinfección correctos

Muchas de las malas praxis derivan en podredumbres. / AGROFRESH
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La postcosecha de frutos cítricos ha evolucionado de forma extraordinaria en los últimos años. Todos los procesos que intervienen en su manejo, desde la recolección, pasando por procesos de desverdización y conservación, precalibrado o tratamientos fitosanitarios, se han ido modificando para adecuarse a las nuevas necesidades del cliente. La presión y exigencia de los mercados obliga en muchas ocasiones a realizar manejos poco recomendables de la fruta.
Variedades que tradicionalmente no se habían conservado durante largos periodos de tiempo, se someten hoy en día a conservaciones frigoríficas largas, ya sea para alargar su permanencia en el mercado, o para llegar a destinos lejanos
En cada nueva campaña, la recolección de cítricos tempranos quiere adelantarse todo lo posible, y variedades, que tradicionalmente no se habían conservado durante largos periodos de tiempo, se someten hoy en día a conservaciones frigoríficas largas ya sea para alargar su permanencia en el mercado o para llegar a destinos lejanos, los cuales, en numerosas ocasiones, obligan a superar exigentes cuarentenas. Con todo esto, no es de extrañar que todos los años nos encontremos con los mismos problemas, ya que, aunque seamos conscientes de que se debe y que no se debe hacer, no siempre se puede elegir.
Por una parte, se intenta adelantar todo lo posible la recolección, lo que hace que sean necesarias demasiadas horas de desverdizado. La fruta tiende a quedar amarilla, nunca alcanza colores anaranjados, los cálices se “queman”, se presentan deshidratados y ennegrecidos, y en muchas ocasiones terminan cayendo.
Un exceso de exposición a las temperaturas elevadas y etileno, propias del proceso de desverdización, debilita al fruto, reblandeciéndolo y provocando la pérdida de turgencia. La piel de muchas de estas variedades sensibles al manejo se debilita y daña haciendo que la aparición de daños mecánicos sea habitual y que, en algunos casos, el grado de deterioro haga que la fruta no sea comercial, provocando muchos casos de rechazo en destino.
La correcta manipulación de estas variedades, evitar el exceso de cepillado y atemperar la fruta antes de pasar por la línea tras la salida de cámara, junto a correctos y completos tratamientos fungicidas, son prácticas muy recomendables para estas variedades.
En esta primera etapa, también encontramos problemas derivados de las malas prácticas durante la recolección: recolecciones rápidas tras lluvias fuertes y persistentes habituales en esta época, heridas de tijera, pinchazos por pedúnculos largos y frutos despezonados por recolecciones a tirón. Muchas de estas malas praxis derivan, posteriormente, en podredumbres.
Los problemas de podredumbre más importantes encontrados han tenido como principales agentes causantes al género Penicillium sp., Geotrichum candidum y Phytopthora spp. Esto no es una novedad, ya que son la primera causa de mermas. Lo que más sorprende es la proliferación, cada vez mayor, de Penicillium italicum en estos momentos de campaña, el cual, aunque tradicionalmente ha sido más habitual en épocas de conservación, en los últimos años se ha convertido en un problema habitual en épocas de desverdización. Esto se debe principalmente al desarrollo de cepas resistentes al imazalil, y esta problemática continuará acompañándonos durante toda la temporada.
Esta compleja coyuntura, hace imprescindible un tratamiento fungicida correcto, tanto en recepción como en la confección final, que nos permitirá proteger la fruta durante todo el proceso postcosecha minimizando las mermas. Por todo esto, desde AgroFresh, se recomienda el uso combinado de diferentes formulados fungicidas que pueden ser a base de Imazalil, Fludioxonil, Pirimetanil, Tiabendazol, Fosetil Al y Orto-fenilfenol.
La amplia oferta de la que disponemos, ActiSealTM I 22.5, ActisealTM I 7.5, ActiSealTM F 60, Scholar©, ActiSealTM PYR, ActiSealTM T 60, Tecto©, ActiSealTM AL 80 y ActiSealTM OP, ActiSealTM Ph 25, además de los numerosos recubrimientos formulados con fungicidas, nos permite adecuar el tratamiento, tanto a la problemática del momento, como a las necesidades, requerimientos y restricciones de nuestros clientes en cualquier lugar del mundo.
La rotación de fungicidas con diferentes modos de acción debería ser una práctica habitual, pero debido a las restricciones impuestas por las cadenas de distribución, tanto en cuanto a número de materias activas a utilizar como a los residuos permitidos, en ocasiones muy por debajo de los Límites de Residuos Máximos permitidos por la ley, hace aún más transcendental establecer un plan integral de higiene y desinfección en las centrales. Así que, la higiene y la desinfección se han convertido en una práctica imprescindible y de necesidad real.
El aumento de la sensibilización, tanto medioambiental como de sanidad e higiene alimentaria, ha puesto sobre la mesa la necesidad de desarrollar sistemas que minimicen la generación de vertidos fitosanitarios, permitiendo la reutilización de los caldos de tratamiento. Además, las restricciones actuales en el número de materias activas requiere aún más la implantación y ejecución de un exigente plan de higiene y desinfección, que afecte a todos los procesos de la central durante toda la campaña. Esto aporta seguridad alimentaria del producto y salud de empleados y consumidores, una exigencia social, legal y de la distribución, así como una buena imagen de empresa.
La higiene y la desinfección son complementos básicos e indispensables de los tratamientos fungicidas para optimizar el éxito de la estrategia fitosanitaria, ya que nos permite disminuir inóculo microbiano para incrementar la eficacia fungicida a través de la prevención en el desarrollo de podredumbres por contaminación durante los procesos postcosecha (tratamientos, stock, procesos en cámaras, lavado, acondicionamiento y transporte), así como la minimización de resistencias a fungicidas. Las aplicaciones de fungicidas son complementarias, independientes y sinérgicas, pero nunca sustitutivas.
AgroFresh ofrece, con su línea FreshStartTM, una amplia gama de detergentes, biocidas, desinfectantes y coadyuvantes tecnológicos, que permiten una completa y correcta higiene y desinfección de todas las áreas involucradas en el proceso postcosecha: aguas de proceso, envases, aplicadores, líneas, cámaras, instalaciones, etc.
Un adecuado y completo tratamiento fungicida, complementado con un plan de higiene y desinfección correctos, son los pilares fundamentales en los que en AgroFresh basamos nuestras recomendaciones para asegurar un resultado exitoso a nuestros clientes.
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