Un 47,7% de los hogares ha disminuido el consumo de fruta en 2023 por el aumento de su precio, frente al 17,6% que lo aseguró el año anterior
Efeagro.
Los españoles comen cada vez menos fruta y es debido a su precio. El porcentaje de hogares españoles con menores que admite que el precio es el motivo de no consumir frutas y hortalizas de forma “más frecuente” ha crecido hasta alcanzar el 47,7% en 2023, frente al 17,6% que lo aseguró el año anterior, según un estudio.
El análisis, propuesto por Plátano de Canarias, elaborado por la empresa de análisis de datos GfK y financiado por la Unión Europea (UE), muestra que solo el 52,8% de los hogares españoles con menores pone en práctica en su día a día la recomendación de ingerir cinco piezas de fruta al día.
Para elaborar el estudio Tendencias de consumo de frutas y hortalizas en España 2024 se han realizado 2.009 entrevistas, entre junio de 2022 y marzo de 2023, en hogares españoles con hijos de hasta 12 años.
Si se deja a un lado el incremento de los precios, el principal freno al consumo de frutas y hortalizas frescas sigue estando relacionado con la conveniencia, ha apuntado el informe.
En primer lugar sitúan la escasez de tiempo como motivo, seguida de la “pereza” que da a los consumidores pelarlas o prepararlas.
Según el estudio, el segmento de nivel socio económico alto/medio-alto y el colectivo femenino son los que más importancia dan a la conveniencia como freno, con un 45 % y 41,7 % respectivamente.
Además, el 12,5% de los encuestados aseguran no comer más frutas y hortalizas debido a la falta de hábito, mientras que el 7,5% se excusan en que no consumen frutas y hortalizas frescas con más frecuencia porque alternan con otros alimentos.
El informe ha revelado que los hogares españoles con menores de hasta 12 años han “ampliado” su repertorio de productos sustitutivos de las frutas y hortalizas frescas
El informe ha revelado que los hogares españoles con menores de hasta 12 años han “ampliado” su repertorio de productos sustitutivos de las frutas y hortalizas frescas, con los productos lácteos a la cabeza, con el 38,5%, principalmente yogures y natillas, seguidos de snacks, 25,3%, con frutos secos y cereales.
También muestra que un 33,2% de los hogares entrevistados reconoce gastar más en alimentos procesados y elaborados que en frescos y naturales, una proporción que se incrementa de manera significativa entre los menores de 35 años, el colectivo masculino y los residentes de Canarias.
En general, solo el 25,3% de los jóvenes de menos de 30 años considera que comer una dieta saludable es un hábito importante para cuidarse, lo que supone casi la mitad que los adultos a partir de 45 años, ha concluido el informe.