Revolucionario sistema integral agroecológico para el control de la polilla de la papa

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La aplicación combinada de tierra de diatomeas, aceite de Neem y jabón potásico reduce entre un 70% y 99% la incidencia de la plaga en los ensayos realizados en dos parcelas de Tenerife

Desde Asaga Canarias piden apoyo institucional para seguir perfilando el proyecto, mejorar los resultados y animar a los agricultores a probar su efectividad. / Asaja

Valencia Fruits. Redacción. 

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja) ha apadrinado un “revolucionario” sistema integral agroecológico, basado en la aplicación de tierra de diatomeas (procedente de algas fosilizadas) que, complementado con el uso de aceite de Neem y jabón potásico, demuestra una alta efectividad en el control de la polilla guatemalteca de la papa (Tecia solanivora). Esta plaga de cuarentena, que prolifera con las altas temperaturas, causa enormes pérdidas en la cosecha (superiores en muchos casos al 50%) y genera uno de los mayores impactos económicos en el sector agrícola, además de impedir la exportación del tubérculo.  

Este sistema integral es fruto del trabajo de investigación que ha llevado a cabo el técnico en Sanidad Ambiental en el ámbito de la industria alimentaria, Eduardo López Delgado, durante cuatro años. Conocedor de la “mecánica biológica” de estos organismos nocivos, ha extrapolado sus conocimientos a la agricultura para intentar solventar el grave problema sanitario que afecta al cultivo de la papa en Canarias, sobre todo a Tenerife. Fue aquí donde primero se detectó la presencia de este insecto en 1999 y, a partir de ese momento, se extendió por toda la isla. En la actualidad la práctica totalidad de las 2.300 hectáreas de superficie destinadas a este alimento básico presentan daños visibles en producción. 

Los ensayos se han realizado en dos parcelas al aire libre del sur (municipio de Fasnia) y norte (municipio de San Juan de la Rambla) de Tenerife con unos resultados prometedores. Tras la aplicación de estos tres productos (tierra de diatomeas, aceite de Neem y jabón potásico), la incidencia de la plaga en la cosecha se ha reducido en un 99% en la primera parcela tras cuatro años consecutivos bajo este sistema. En la segunda parcela, tras ser tratada una única vez en esta campaña, la presencia de polilla ha disminuido en un 70%. Esto significa que las pérdidas en producción se redujeron, en el primer caso, a un 1% y, en el segundo caso, a un 30%. Este porcentaje de papa “bichada”, como popularmente se conoce a los tubérculos dañados, es muy inferior al 60% de afección detectada con un control químico que hasta ahora no ofrecen garantías de éxito.    

La tierra de diatomeas actúa como un potente agente biocida mecánico, según demuestran diversos estudios. Al ser de origen natural, es inocuo para el organismo y el medio ambiente y no genera resistencia, además de preservar la humedad del terreno en un 137% y contribuir a la fertilización del suelo gracias a la presencia de oligoelementos. Su composición, a base de cristales microscópicos de sílice orgánico, provoca una abrasión de la capa externa de los insectos. Al perder esa protección, se produce una desecación y la polilla muere.  

El producto se aplica al terreno mediante espolvoreo, una única vez, previo a la siembra. La proporción empleada en los ensayos para obtener los resultados arriba señalados es de 30 gramos por metro cuadrado. La idea es poder aumentar dicha cantidad, hasta los 50 gramos mínimo por metro cuadrado, en la próxima campaña para lograr una eficacia mayor. Una vez la planta se desarrolla, es conveniente pulverizarla con una mezcla de aceite de Neem y jabón potásico, fungicidas e insecticidas ecológicos complementarios que funcionan como tratamiento de choque para frenar la voracidad de la polilla guatemalteca. 

Asaga Canarias Asaja señala que el objetivo del proyecto es, principalmente, reducir la incidencia de la plaga en el cultivo para minimizar las pérdidas y recuperar las rentas del sector. A más largo plazo, el siguiente paso podría ser volver a exportar la papa canaria, en concreto las variedades antiguas con Denominación de Origen Protegida (DOP), muy apreciadas por sus cualidades organolépticas. De lograrse este hito, supondría un auténtico revulsivo para revitalizar una actividad en declive, atraer a nuevos agricultores y recuperar unos beneficios económicos que se quedarían en el Archipiélago. Para poder exportar, es necesario certificar la inexistencia de esta plaga de cuarentena.  

Las estadísticas del Gobierno de Canarias reflejan un significativo retroceso del cultivo de la papa entre los años 2015 y 2022 (últimos datos registrados). En este periodo, desaparecieron 1.200 hectáreas, más de 500 correspondieron solo a Tenerife.  

Dada la dimensión de esta iniciativa, Asaga Canarias Asaja considera indispensable contar con apoyo institucional para seguir perfilando este proyecto solidario con la intención de mejorar los resultados obtenidos hasta ahora y animar a otros productores a poner en práctica este sistema para que puedan comprobar su alta protección por ellos mismos.