Se busca el cebo perfecto para la avispa asiática

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El Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades tienen por delante el reto de encontrar un método de trampeo, eficiente y selectivo, ante el avance de la avispa asiática

avispa asiática

La avispa asiática se expande por el territorio español.

El Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas afectadas por la avispa asiática tienen por delante el reto de encontrar un método de trampeo lo más eficiente posible, y que sea selectivo, sobre todo ante el avance de la especie y los daños que provoca en la apicultura y la agricultura.

Además, en fechas muy cercanas Cantabria va a publicar la revisión del protocolo de la comunidad para combatir la especie, con unas pautas de actuación actualizadas. Así, entre otras cuestiones, se fijarán las épocas de actuación y se establecerán criterios para colocar trampas para apicultores y explotaciones agrícolas, y también una metodología para ayuntamientos, ya que se les autoriza a hacer trampeos de reinas hasta junio.

Los primeros nidos de avispa asiática (vespa velutina) se localizaron en Cantabria en 2013 en la zona oriental, pero en 2017 fueron en torno a 3.500 los que se hallaron por toda la región. La avispa asiática ha provocado daños sobre todo en comunidades de la Cornisa Cantábrica y el norte de España, pero su expansión ya llega a otras regiones, como Navarra, Aragón, Castilla y León e, incluso, Baleares.

La Federación de Asociaciones de Apicultores (FAAC) y la Plataforma Stop Velutina de Cantabria aseguran que la situación actual en la región es “muy grave” y que la “invasión” de este avispón es un problema que afecta a toda la sociedad.

Cantabria, junto a Asturias, hizo una propuesta al Ministerio de Medio Ambiente para que se revise la Estrategia Nacional de Vespa Velutina, porque es de 2015 y ahora hay más información y, además, la especie ha avanzado.

A finales de febrero ya se abordó en el Ministerio el tema de la avispa asiática en una reunión, con presencia de las comunidades afectadas por esta especie. Se analizaron los posibles contenidos que se pueden actualizar, puesto que, según señalan a Efe fuentes del Ministerio, el avance de la especie “hace necesario reconsiderar algunos contenidos para hacer más efectivas las medidas”.

Así, existe “un consenso en que sería interesante actualizar los métodos de control” y, por eso, se invitó a especialistas del País Vasco para exponer sus experiencias, sobre todo en selectividad de las trampas. También se analizaron las estudios en la materia de la Universidad de Vigo, que trabaja en atrayentes. Está previsto que estos expertos participen en la próxima reunión de este grupo de trabajo sobre la avispa asiática, que aún no se ha convocado, algo que compete al Ministerio.

El director general de Medio Natural de Cantabria, Antonio Lucio, explica a Efe que esta región y Asturias han insistido en que se promueva la investigación sobre métodos de trampeo selectivos y efectivos contra esta especie.

El objetivo es tratar de coordinar información que es dispersa, e incluso “en algunos casos contradictoria”, porque hay colectivos, como los apicultores, que han aplicado métodos por su cuenta y riesgo con resultados dispares. “Se han hecho pruebas de tipos de atrayentes y tipos de trampas, pero conviene que todo ese conocimiento se ponga en común, se revise y se valore por todos, para que lo que sea de interés para todos se pueda aprovechar al máximo”, destaca Lucio.

El director general precisa que hay diferentes métodos que se han probado en los ayuntamientos cántabros, pero subraya que el siguiente paso es llegar a una técnica de captura que sea eficiente “y absolutamente selectiva”, para que las trampas no generen pérdida de otros insectos polinizadores importantes en la biodiversidad.

Y es que, como éste es un problema relativamente reciente, los métodos no están homologados y se tiene que trabajar en examinar las experiencias que ya existen, en busca de las trampas que capturan más avispa asiática, pero sin que caigan otras especies.

En general las trampas que se están poniendo son sencillas y no hay grandes variaciones entre ellas. Muchas de ellas son una simple botella de plástico, con dos agujeros y en el fondo se pone el cebo: un líquido o una esponja empapada. Se trata de líquidos que suelen tener zumos o sustancias azucaradas para atraer al insecto, y a veces se pone miel y se añade alcohol.

El director general de Medio Natural de Cantabria confía en que, cuando el grupo de trabajo termine su labor, se pueda haber hallado el cebo perfecto, y que haya “trampas y atrayentes homologados”.