Cerca de 200 profesionales analizan los retos que presenta producir esta fruta en el foro Horizonte Kaki

En la ponencia inaugural del foro participaron Rafael Perucho, director del Consejo Regulador de la DOP Kaki Ribera del Xúquer; y Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki (AEKAKI). / ÓSCAR ORZANCO
Óscar Orzanco. Valencia.
El kaki en España se ha convertido en un caso paradigmático de desarrollo agroindustrial, que ha transformado el paisaje y la economía de las principales zonas productoras. En 25 años ha pasado de ser un cultivo menor, residual, con apenas 20.000 toneladas de cosecha, a convertirse en una actividad económica emblemática en zonas como la comarca valenciana de la Ribera del Xúquer, que concentra actualmente el 93% de la producción nacional de esta fruta.
La introducción de innovaciones tecnológicas y el desarrollo de la variedad Rojo Brillante permitieron escalar su producción e introducir el kaki en los circuitos comerciales. Gracias a este proceso, la superficie cultivada creció de forma exponencial entre el año 2000 y 2017, y se llegó a proyectar un potencial de cosecha de 600.000 toneladas. Sin embargo, a partir de ese ejercicio las hectáreas de cultivo comenzaron a descender, debido a diversos problemas comerciales y productivos, hasta situarse en las 15.000 actuales, que pueden generar un volumen de fruta máximo de 350.000 toneladas.
España es el segundo productor del mundo y el primer exportador mundial. Sin embargo, a pesar de esta privilegiada situación, el posicionamiento del kaki no está exento de desafíos para encarar el futuro con éxito
Los desafíos del cultivo del kaki van más allá de su sanidad vegetal. Los efectos provocados por el cambio climático o las limitaciones derivadas de la producción monovarietal exigen también nuevas respuestas
Tal ha sido el desarrollo del cultivo, que España es actualmente el segundo productor del mundo, después de China, y el primer exportador mundial. Sin embargo, a pesar de esta privilegiada situación, el posicionamiento del cultivo no está exento de desafíos para encarar el futuro con éxito. La expansión ha ido acompañada de múltiples problemas asociados a modelos de producción intensiva como la irrupción de plagas y enfermedades que condicionan el crecimiento del cultivo. En este terreno, la mancha foliar, las cochinillas algodonosas, las moscas blancas y, más recientemente, los trips, representan los principales retos para su producción. Y los desafíos del kaki van más allá de la sanidad vegetal. Los efectos del cambio climático o las limitaciones derivadas de una producción monovarietal a gran escala también exigen respuestas.
Horizonte kaki
En este escenario, el V Foro de BioProtección Vegetal congregó a cerca de 200 profesionales el pasado 23 de octubre en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la Universitat Politècnica de València (ETSIAMN-UPV). Durante el encuentro se analizaron los principales desafíos del cultivo del kaki y se presentaron las líneas de trabajo que se están desarrollando en la actualidad para superarlos.
El foro se desarrolló bajo el título ‘Horizonte Kaki: Nuevas respuestas para los nuevos retos’, organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados de Valencia y Castellón (COITAVC) y Phytoma, y reafirmó la necesidad de reforzar el control biológico con más enemigos naturales para hacer frente a las principales plagas.
A la inauguración asistieron el secretario autonómico de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana, Vicente Tejedo; la directora general de Producción Agrícola y Ganadera, Mª Àngels Ramón-Llin; Emilio Martí, presidente del COITAVC; y la directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la Universitat Politècnica de València (ETSIAMN-UPV), Constanza Rubio.
Tejedo, y algunos de los ponentes, aprovecharon la jornada para volver a reclamar al Gobierno de España la autorización de la cría y liberación de Anagyrus fusciventris, el parasitoide más eficaz de Pseudococcus longispinus. Una batalla que se lleva librando desde hace dos años, porque el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico tiene catalogada a esta avispilla como especie exótica, en contra del criterio avalado por estudios del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), que defiende que lleva décadas presente en la Comunidad Valenciana.
La Conselleria de Agricultura volvió a reclamar al Gobierno de España la autorización de la cría y liberación de Anagyrus fusciventris, el parasitoide más eficaz de Pseudococcus longispinus
La Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana también espera el visto bueno del Ministerio de Agricultura para criar el parasitoide Encarsia lahorensis, enemigo natural de la mosca blanca que está establecido en la cuenca mediterránea desde hace más de cuarenta años.
Liderazgo
La ponencia inaugural corrió a cargo de Rafael Perucho, director del Consejo Regulador de la DOP Kaki Ribera del Xúquer; y Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki (AEKAKI), quienes expusieron la evolución que ha experimentado esta producción y los desafíos a los que se enfrenta.
Rafael Perucho inició su exposición destacando que “hace algo más de 25 años, el kaki era considerado un cultivo menor y actualmente España se ha convertido en el segundo país productor del mundo, después de China, y en el primer exportador”.
China lidera la producción con más de 4 millones de toneladas. A gran distancia le sigue España, y entre los países importantes se encuentran también Corea del Sur y Japón, donde la superficie de cultivo ha ido descendiendo en los últimos años.
En Brasil también existe una tradición importante en el cultivo de kaki. En los últimos años la superficie se mantiene estable y van ganando terreno las variedades no astringentes, principalmente destinas a la exportación, como es el caso de la variedad Fuyu, y plantaciones de Rojo Brillante.
A Brasil le siguen dos países como Azerbaiyán y Uzbekistán, próximos a Rusia, donde el cultivo ha ido ganando en importancia y gestionan ya unos volúmenes de cosecha importantes. En este ranking, hay otros países también con tradición en kaki, aunque con volúmenes más reducidos. Es el caso de Italia, Taiwan o Israel.
“Y está el caso de España. En el año 2000 la producción apenas llegaba a 20 millones de kilos, y en 2023 el potencial productivo superaba los 350 millones. Un crecimiento sustentado exclusivamente en la variedad Rojo Brillante. España se ha convertido ya en el segundo productor a nivel mundial, y somos el primer exportador porque básicamente en los grandes países productores, como Corea, Japón y, por supuesto, China, casi toda la producción se destina al mercado interior”, explicó Rafael Perucho.
Los datos aportados por el director del Consejo Regulador de la DOP Kaki Ribera del Xúquer confirman que el crecimiento del cultivo del kaki en España fue rapidísimo. “En 2017 se superaron las 18.000 hectáreas, y a partir de ese año ya empezamos a observar el descenso por motivos comerciales, plagas y temas de climatología que han reducido en 3.000 hectáreas la superficie cultivada en el territorio nacional”, explicó.
Este importante crecimiento se debe fundamentalmente al desarrollo del cultivo en la Comunidad Valenciana, en la que la superficie dedicada al Rojo Brillante ha experimentado un progresivo aumento con porcentajes que siempre se han situado entre el 80 y el 95% de la superficie total nacional. En los últimos años, Andalucía también registra crecimientos significativos tras apostar por plantaciones de la variedad Rojo Brillante.
Desde 2019, el sector ha vivido temporadas complicadas debido a problemas climatológicos y el incremento de la incidencia de plagas. De hecho, con la excepción de la campaña 2023, las bajas producciones han sido la tónica habitual de los últimos años, en los que no se ha llegado a alcanzar el potencial productivo.
Una de las claves del éxito del kaki, y un desafío para el futuro, es seguir ganando consumidores. Con este objetivo, dentro de las actividades que desarrolla la DOP Kaki Ribera del Xúquer se encuentran acciones de promoción para dar a conocer esta fruta. En relación a este aspecto, la denominación cuenta con estudios de mercado relacionados con el conocimiento del kaki realizados en países como España, Alemania y Francia.
Un estudio de la DOP en Alemania en 2015 mostró que sólo uno de cada tres consumidores conocían el kaki. Igualmente, en España, en otro estudio de mercado realizado en 2016, el 60% de los consumidores sabían que el kaki era una fruta, pero sólo un 11% era capaz de relacionar la marca comercial de la Denominación de Origen Persimon® con esta fruta, a pesar de que desde 1998 se llevan realizando campañas de promoción continuas en el mercado nacional.
Sin embargo, en un estudio de mercado realizado para la DOP en 2023 por GfK, la notoriedad del kaki alcanza un 91,7% en España, un 77,1% en Alemania y un 72,6% en Francia, lo que demuestra que, con el paso de los años, el kaki se está convirtiendo en una fruta conocida en los principales mercados.
Ajuste de superficie
Por su parte, Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki (AEKAKI), destacó que “en España sólo consumimos 740 gramos al año. Son tres kakis por persona en un periodo de cuatro meses. Por ello, considero que todavía falta promoción, y tanto la DOP como AEKAKI estamos realizando inversiones en acciones promocionales para dar a conocer más esta fruta entre los consumidores”.
Pascual Prats coincidió con el análisis realizado por Rafael Perucho sobre el desarrollo del cultivo, y apuntó que la disminución de la superficie cultivada en los últimos años “viene motivada por factores como el minifundio, la falta de relevo generacional y la fuerte incidencia de las plagas. El cultivo del kaki se ha vuelto complicado y muy profesional. Ahora hay que estar a pie de campo continuamente. Actualmente existen pocas armas para luchar contra las plagas. Los costes en campo se han disparado y existen menos soluciones efectivas. Por ello, muchos productores han abandonando este cultivo. Todos estos problemas han derivado en que se baje de 18.000 a casi 15.000 hectáreas cultivadas”.
El presidente de AEKAKI explicó que en el momento de máxima expansión se llegó a tener una cosecha de 450 millones de kilos y la previsión, atendiendo a lo que se había plantado, era llegar a 600.
“El mercado todavía no estaba preparado para absorber toda esa cantidad de oferta. Ahora, como tope, y produciendo bien, podemos llegar a 350 millones de kilos. Se trata de una cantidad que pueden absorber los mercados y mantener la rentabilidad del productor, que es de lo que se trata. El productor también tiene que ganar dinero, porque si no se acaba el negocio”, indicó Pascual Prats.
El presidente de la asociación también incidió en la necesidad en investigar en el ámbito de la postcosecha para poder exportar con garantías a destinos lejanos, que abrirían nuevas oportunidades para esta fruta, como por ejemplo China.
Pascual Prats aplaudió la celebración de foros como Horizonte Kaki y planteó la conveniencia de crear una interprofesional para que investigadores, productores y administración vayan de la mano y estén coordinados en la búsqueda de soluciones a los principales desafíos. “Al kaki yo le veo un futuro bueno, pero trabajando muchísimo, y contando con la ayuda del IVIA y de empresas de investigación para poder solucionar los diversos problemas que presenta actualmente este cultivo”, concluyó el presidente de AEKAKI.
Investigación al servicio del cultivo
El programa del V Foro de BioProtección Vegetal contó con la participación de numerosos expertos del IVIA, centro de referencia en la investigación de este cultivo. Además de los dos directores científicos, César Monzó y Francisco Beitia, del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología, intervinieron José Catalán, Antonio Vicent, Andrés Marzal y José Blasco-Ivars.
Los asistentes a la jornada pudieron constatar los grandes avances que se han logrado para la gestión de este cultivo que ha sufrido la fuerte presión de diferentes plagas en los últimos años
La identificación de la feromona sexual de P. longispinus abre la puerta a una estrategia de control basada en sistemas de captura masiva y confusión sexual. Aunque no estará disponible comercialmente hasta 2027
Los asistentes a la jornada pudieron constatar los grandes avances que se han logrado para la gestión de este cultivo que ha sufrido la fuerte presión de diferentes plagas en los últimos años. No sólo en control biológico, sino en control biotecnológico, con la identificación de la feromona sexual de P. longispinus, lo que abre la puerta a una estrategia de control basada en sistemas de captura masiva y de confusión sexual. Aunque, como aclaró Vicente Navarro Llopis, investigador del Centro de Ecología Química Agrícola del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universitat Politècnica de València (UPV), no estará disponible comercialmente hasta 2027, “como muy pronto”.
Por su parte, Alberto José San Bautista, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural, presentó la teledetección como una herramienta más para implementar el monitoreo de las plagas y ayudar en la toma de decisiones, así como un complemento en el manejo agronómico de los cultivos.
Los desafíos del kaki van más allá de su sanidad vegetal: el acceso limitado a los recursos hídricos de calidad, los efectos del cambio climático, los nuevos enfoques en la nutrición del cultivo o las limitaciones derivadas de la producción monovarietal a gran escala exigen nuevas respuestas que fueron abordadas en el foro.
Ángel del Pino, director de Producción e Innovación de Anecoop, planteó su propuesta de estrategia global del cultivo, que pasa por la renovación de plantaciones, la incorporación de nuevo material vegetal, la mejora de la gestión integrada de plagas y enfermedades, y la adopción de prácticas agronómicas basadas en un conocimiento más profundo de la fisiología del kaki.
El sector productor y las empresas de protección de cultivos también aportaron sus conocimientos y novedades. En el evento participaron Miguel Calvo, técnico de Desarrollo en Campo de Agrobio; Valeria Dotti, Product Manager de Seipasa; Jaume Bosch, delegado comercial de Kenogard; Jesús Herraiz, responsable de portfolio de insecticidas y bioinsecticidas de UPL Iberia; y Joaquín Romero, responsable técnico de Cultivos de Frutales de BASF España.
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