Sensores, IA y envases: el sector acelera en su lucha contra el desperdicio

DECCO PEPITA

Desperdicia 90,05 kilogramos de alimentos, lo que supone un coste económico para el país de unos 13.994 millones de euros

A nivel político, el proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario está en fase de negociación parlamentaria tras la presentación de cerca de 300 enmiendas. / ATTENTIA

Efeagro.

Reducir el desperdicio alimentario es un objetivo primordial para el sector hortofrutícola, por ello, empresas y organizaciones del sector han puesto en marcha proyectos que van desde el uso de sensores e inteligencia artificial (IA) hasta envases más sostenibles.

El sector hortofrutícola al completo se cita esta semana en Ifema Madrid para celebrar su encuentro anual, la feria Fruit Attraction, donde, además de crear sinergias comerciales, los operadores buscan poner en común medidas ante retos globales como el del desperdicio de alimentos.

En total, cada español desperdicia 90,05 kilogramos de alimentos, lo que supone un coste económico para el país de unos 13.994 millones de euros, siendo los hogares y la industria manufacturera los dos focos que concentran la pérdida de alimentos.

No obstante, el pasado año los hogares españoles consiguieron mejorar el aprovechamiento y disminuir la cantidad de frutas y verduras y hortalizas desperdiciadas (un 5,1% menos y un 7,5% menos, respectivamente), según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

A nivel político, el proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario está en fase de negociación parlamentaria tras la presentación de cerca de 300 enmiendas.

Aunque su entrada en vigor está prevista para enero de 2025, los distintos eslabones de la cadena alimentaria ya han acelerado en su lucha contra esta lacra y, por ende, en la puesta en marcha de medidas y proyectos para mitigarla.

Muestra de ello son los diferentes proyectos que se presentan esta semana en Fruit Attraction, del 8 al 10 de octubre, y que evidencian la necesidad del sector por mejorar los procesos para, no solo reducir el desperdicio, sino mejorar los costes de producción.

Del sensor a la IA

La cooperativa agroalimentaria Anecoop ha celebrado este miércoles en la feria la jornada “Desperdicio cero: obligaciones y oportunidades en la cadena alimentaria”, ahí han presentado diferentes iniciativas que se están desarrollando a nivel europeo.

Una de ellas es Breadcrumb (Migajas de pan), en la que participa el centro tecnológico español Ainia junto con otros 21 socios europeos y que tiene como objetivo proporcionar pruebas de las cantidades de desperdicio generadas por las normas de comercio en frutas y verduras, carne, huevos, cereales, pescado.

El responsable de producto de Ainia, Carlos Fernández, ha indicado a Efeagro que, además de este proyecto, la empresa también presenta una iniciativa sobre el uso de la fotónica, sensores y robots para mejorar la recogida de fruta caída en el suelo para luego reutilizarla en otros productos como los cosméticos.

Con el uso de los datos y la inteligencia artificial, han logrado desarrollar una técnicas para hacer un “cálculo de aforo predictivo en la producción de cítricos” que no sólo ayuda a evitar el desperdicio sino a mejorar la rentabilidad del sector, ha explicado.

Y otra de las iniciativas que se exponen estos días en Fruit Attraction es Agrolife, desarrollada por la compañía Smurfit Kappa, y que, en este caso, tiene como objetivo alagar hasta 3 o 4 días la vida útil de las frutas y verduras en su transporte con el envase de cartón ondulado.

El director de Marketing y Ventas en España de la empresa, Teo Pastor, ha señalado que el uso de este material beneficia a la calidad del producto, pues hace que se conserve mejor gracias al etileno, y que, por ende, se desperdicio menos.

La organización agraria COAG presenta esta tarde el proyecto de innovación “Avanzando hacia un modelo digital para el desperdicio cero en el sector agroalimentario”, que tiene entre otros objetivos, según han indicado, “transformar la forma en la que se gestionan los recursos alimentarios”.

Con ello, pretenden establecer planes de prevención a lo largo de la cadena alimentaria que permitan “facilitar la toma de decisiones basadas en criterios sostenibles” para “minimizar la pérdida de alimentos”.