La sostenibilidad en el transporte, a la orden del día

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Cada vez más empresas apuestan por alternativas e innovaciones tecnológicas en el transporte que permitan reducir la emisión de gases de efecto invernadero 

El transporte por carretera demuestra un interés creciente por no contribuir a la emergencia climática. / ARCHIVO

Elisa Benavent. Redacción.

En un contexto de absoluta preocupación por el cambio climático y con los principales líderes políticos del mundo reunidos en Glasgow con motivo de la cumbre del clima COP26, el concepto de sostenibilidad probablemente sea el más empleado en los discursos de estos días.  

Uno de los sectores que demuestran un interés creciente por no contribuir a la emergencia climática es el del transporte, concretamente por carretera. El pasado 15 de octubre concluyó la Segunda Conferencia Mundial de Transporte Sostenible de las Naciones Unidas, en la que participaron más de 100 países y expertos, activistas y líderes empresariales de todo el mundo. 

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hizo hincapié en la necesidad de descarbonizar los medios de transporte para alcanzar las cero emisiones netas en 2050 a nivel mundial. También pidió que se eliminara la producción de vehículos con motor de combustión interna antes de 2035 en los principales países fabricantes y para 2040 en los países en desarrollo. 

Movilidad eléctrica

Coches, autobuses, motos… Hasta los patinetes pueden ser eléctricos. Los expertos piensan que también los camiones o aviones podrían convertirse en híbridos o eléctricos. Ya que no se puede prescindir de ellos, un transporte sostenible, resistente y ecológico podría ser la solución a muchos de los efectos negativos de este sector y empezar a tener un impacto beneficioso en el medio ambiente. 

Con tal de reducir la carga contaminante de vehículos en carreteras, algunas de las medidas sostenibles están muy enfocadas en el cambio de la tipología de los mismos, intentando fomentar una transición hacia el vehículo eléctrico o híbrido y reducir así el número de vehículos de combustión. 

Tal y como se afirmó en la Conferencia Mundial de Transporte Sostenible de las Naciones Unidas, lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y del Acuerdo Climático de París será prácticamente imposible si no se implementan los nuevos avances en movilidad sostenible. 

Innovación y tecnología

Existen también otras vías, aún en las fases iniciales, para alcanzar la sostenibilidad en los transportes por carretera, por ejemplo, a través de la conducción autónoma que permitiría a lo camiones circular sin chófer. Grandes empresas como Google o Tesla ya apuestan por estas innovaciones y trabajan en perfeccionar las tecnologías inteligentes cada día. 

Otra de las opciones sería avanzar en las smart roads, es decir, aquellas carreteras inteligentes que poseen materiales y tecnologías nuevas para conseguir una mayor eficiencia energética. Iluminación inteligente, luces interactivas que se iluminan solo cuando pasan los vehículos, energía solar para iluminar las calzadas o semáforos, carriles eléctricos o incluso carreteras con inducción bajo el asfalto que permitirían cargar los vehículos eléctricos mientras circulan por carretera. 

Plan Impulsa

Desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España (Mitma) también se apuesta por lograr avances en la conversión a la sostenibilidad en el transporte de mercancías por carretera, concretamente a través del Plan Impulsa, aunque este todavía es un borrador. Sería el primer plan específico diseñado para la sostenibilidad del sector, con perspectiva no solo medioambiental, sino también económica y social, pues pretende reforzarlo y mejorar su prestigio mediante ayudas, nuevas normativas o regímenes sancionadores. 

Muy relacionado con el Plan Impulsa está el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que cuenta con ayudas para la adquisición de vehículos de cero o bajas emisiones, entre otras. 

Kakis sostenibles

También a nivel local van surgiendo iniciativas respetuosas con el medioambiente y que, lejos de contribuir en la emergencia climática, hacen lo posible por paliarla. 

Carlet, en la Ribera Alta, ha sido el punto de partida de alrededor de 7.000 kilos que salieron el 11 de octubre hacia París, con escala en Perpignan, transportados en un contenedor inteligente de la compañía Inprous-PRS. 

Aunque se tratara de una prueba piloto, en la que participaba Anecoop y su cooperativa asociada Sant Bernat de Carlet, esta iniciativa supone seguir dando pasos en un camino más sostenible a nivel local. 

Particularmente importantes en el transporte de productos perecederos son el mantenimiento de la temperatura y la dependencia del suministro de energía en el trayecto, por eso los contenedores de refrigeración convencionales tienen un gran impacto medioambiental. Así, este contenedor inteligente ofrecía una autonomía de 12 a 25 días, dependiendo del equipo, y conseguía una reducción del 81,2% en consumo de energía y en la huella de carbono. El tipo de frío que genera no supone daños en las frutas y verduras, sino que mantiene una mayor frescura y calidad del producto, lo cual resulta de gran importancia para el sector hortofrutícola, ya que alrededor del 40% de los 15.000 camiones que pasan al día por la frontera hispano-francesa son refrigerados.