Las promociones han representado el 14,7% de las ventas de la distribución en valor (sin contar los frescos) en los cinco primeros meses del año, 1,2 puntos más que en el mismo periodo de 2023
Efeagro.
Los supermercados han intensificado su actividad promocional, que ya supone casi el 15% de las ventas, como alternativa a la subida de los precios de los alimentos e insisten en sus esfuerzos realizados para contener los márgenes de beneficio en ese contexto de inflación.
Según los últimos datos proporcionados a Efeagro por la consultora Circana, las promociones han representado el 14,7% de las ventas de la distribución en valor (sin contar los frescos) en los cinco primeros meses del año, 1,2 puntos más que en el mismo periodo de 2023.
En la alimentación ese porcentaje ha sido del 13,4% (+0,8 puntos) y en el segmento de bebidas ha ascendido hasta el 18,8% (+2,6 puntos).
La actividad promocional se ha intensificado en estos últimos meses, lo que explica -según Circana- que la proporción de ventas en promoción en el último año hasta mayo haya sido algo menor, del 14,5% en el conjunto del sector sin los frescos, con un incremento de 0,7 puntos, impulsado por el 19,3% de las bebidas (+1,8 puntos).
El presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, ha asegurado en declaraciones a Efeagro que “la normativa actual limita muchísimo la actividad promocional de la distribución”, si bien cada empresa adopta su propia estrategia “en colaboración con sus proveedores”.
Lo hace ofreciendo “una amplia variedad, garantizando una calidad específica a través de marcas propias, o ajustando precios para diferenciarse y atraer a los consumidores”, apunta Del Pino, para quien la clave está en encontrar aquellas promociones que resulten atractivas al consumidor y sirvan para dinamizar el mercado.
La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) evita pronunciarse sobre las promociones, puesto que estas prácticas “se enmarcan en la política comercial de cada compañía”.
En todo caso, considera que “la enorme competencia” en la distribución alimentaria hace que los precios “se mantengan lo más bajo posible” y que los consumidores tengan una “enorme capacidad de elección para diseñar una cesta de la compra a su medida”.
Medidas frente a la inflación
En junio, los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas han subido el 4,2% anual (frente al 3,4% del índice general), dos décimas menos que la tasa de mayo y la cifra más baja desde diciembre del 2021.
El sector defiende que ha actuado con “responsabilidad” en la aplicación de la rebaja del IVA a ciertos productos y la formación de los precios ante la crisis de costes que ha motivado la inflación de los alimentos en los últimos años.
Además, el secretario general técnico de la patronal Asedas, Felipe Medina, ha indicado que el consumidor se puede defender de las subidas de los precios de la alimentación cambiando unos productos por otros y unas marcas por otras.
Según el panel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a cierre del año móvil en diciembre de 2023 los hogares españoles mantenían un nivel de compras de alimentación y bebidas similar al de 2022, pese al aumento del gasto en un 9,6% por efecto del incremento en el precio medio del 10,1%.
Para Medina, el gasto en alimentación no ha subido tanto como la inflación “gracias al surtido de las tiendas, porque hay posibilidades de llevar una dieta saludable y sana sin asumir esas subidas de precios que, evidentemente, han sido grandes”.
Sobre este asunto, el presidente de ACES ha destacado que, en lo que va de 2024, los precios de los alimentos en los supermercados han seguido enfrentando presiones inflacionarias, a pesar de su menor intensidad.
Dicha inflación alimentaria ha sido impulsada principalmente por los mayores costes de producción y regulatorios, así como por factores de mercado como la sequía, añade Del Pino, que resalta que los distribuidores “han reducido significativamente sus márgenes para minimizar estos incrementos y su traslado a los consumidores”.
El sector valora que el Gobierno haya prorrogado temporalmente e incluso ampliado al aceite de oliva la supresión del IVA a determinados alimentos básicos.
Precisamente, algunos de ellos como la leche, las legumbres y hortalizas y los cereales han disminuido de precio en el último año, según el Índice de Precios de Consumo (IPC) de junio.
El contexto europeo
Un reciente informe de la entidad Cajamar refleja que el 20,4% de la cesta de la compra de los hogares españoles se destinó a la adquisición de alimentos y bebidas en 2023, 1,6 puntos más que en el conjunto de los hogares de la Unión Europea y 0,8 puntos menos que en 2022.
La moderación de la inflación de los alimentos se debe a factores como el abaratamiento de la energía, la reducción del IVA en algunos productos y las subvenciones al transporte público, según el estudio.
A cierre de 2023, la media de inflación europea de alimentos y bebidas no alcohólicas se situó en el 5,9%, inferior al 7,3% registrado en España.
Cajamar afirma que en el caso de España han influido los mayores costes de producción, la sequía y la menor oferta de determinados productos por las restricciones de la guerra en Ucrania.