El trabajo agrario se estabiliza, con retos pendientes en condiciones laborales y clima

Fernández Cuqui
Bayer cítricos control total
Diego Martínez
Nadorcott

En el primer trimestre de 2024 había en España un total de 765.800 ocupados en la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca

Los datos de la EPA reflejan que el desempleo en la agricultura ha subido levemente en el último trimestre, hasta las 128.700 personas. / ARCHIVO

Belén Delgado / Efeagro.

El trabajo en el sector agrario se ha estabilizado en los últimos años, con cierta caída de la ocupación y de la eventualidad, si bien persisten los retos por mejorar las condiciones laborales y adaptar la actividad al cambio climático.

Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de 2024 había en España un total de 765.800 ocupados en la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca, un 1 % menos que en el mismo periodo de 2023 y el 5 % menos que hace diez años.

Los datos de la EPA reflejan que el desempleo en la agricultura ha subido levemente en el último trimestre, hasta las 128.700 personas, mientras que el paro registrado en marzo por el Ministerio de Trabajo y Economía Social afectaba a 97.264 personas, con una caída anual del 14 %.

La afiliación al Sistema Especial Agrario (SEA) del Régimen General de la Seguridad Social se ha situado en marzo en 678.619 personas, un 1 % más que en febrero pero un 1,79 % menos que en el mismo mes de 2023.

El responsable del Campo en Comisiones Obreras (CCOO) de Industria, Vicente Jiménez, ha señalado a Efeagro que en los últimos años ha bajado la afiliación después de que “las condiciones de precariedad y eventualidad hayan hecho que muchos trabajadores se hayan ido del sector a otros como la hostelería, el comercio o la industria”.

No obstante, percibe ahora “cierta estabilización” por el impulso que ha cobrado la figura del fijo discontinuo tras la última reforma laboral, de modo que la eventualidad ha bajado de una tasa anterior de más del 50% al actual 34,2%.

“La mala noticia es que las mujeres siguen siendo las paganas en el campo español, puesto que todavía tienen un 38% de eventualidad y sus categorías profesionales son las más bajas dentro de las explotaciones agrarias”

“La mala noticia es que las mujeres siguen siendo las paganas en el campo español, puesto que todavía tienen un 38% de eventualidad y sus categorías profesionales son las más bajas dentro de las explotaciones agrarias”, ha apuntado Jiménez.

Si en el sector primario el 26% de la ocupación es femenina, en la industria de alimentación y bebidas ese porcentaje sube al 38,2% en general y hasta el 49,3% en áreas como la de investigación y desarrollo (I+D), según el último informe de la patronal FIAB.

La inflación, los factores climáticos adversos y la inestabilidad internacional han hecho retroceder un 2,6% la producción de la industria alimentaria española en 2023, si bien el número de afiliados ha crecido un 2%, más que en el resto de la industria manufacturera.

Condiciones laborales

El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) anunciado recientemente por el grupo Freixenet -y rechazado por la Generalitat- como consecuencia del impacto de la sequía en la producción de cava ha puesto el foco en la necesidad de adaptación al cambio climático.

La climatología está influyendo en unas campañas agrícolas cada vez más cortas y en la sustitución de unos cultivos por otros que requieren menos agua, lo que supone una disminución de la mano de obra en el campo.

El responsable de CCOO prevé un futuro con “menos empleo pero más cualificado”, al igual que sucede con la digitalización y la mecanización, para lo que hace falta formación continua.

Los sindicatos insisten en la importancia de “dignificar las relaciones laborales en el campo” mejorando las condiciones y respetando la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), con vistas a mantener el empleo y evitar el despoblamiento de las zonas rurales.

En ese sentido, exigen que se extienda la rebaja de las peonadas (jornadas mínimas para cobrar el subsidio agrario por desempleo) al resto del país, más allá de Andalucía y Extremadura, una reforma que quedó sin aprobar por el Congreso en enero pasado y que se calcula que afecta a unos 250.000 temporeros.

Negociación colectiva

El secretario agroalimentario de UGT-Fica, Sebastián Serena, ha destacado la “injusticia” que sufren los trabajadores agrarios que no tienen las mismas prestaciones sociales que en otros sectores o, incluso dentro del propio sector agrario, entre regiones.

Así como los agricultores han protagonizado numerosas protestas en los últimos meses reclamando precios justos para sus productos, menos burocracia y medidas contra la competencia “desleal” de terceros países, CCOO y UGT también han convocado movilizaciones en favor de los asalariados del campo.

Serena urge a renovar los convenios colectivos ya vencidos y agilizar el convenio estatal del campo que regule las relaciones laborales en todas las comunidades autónomas de manera homogénea.

Las negociaciones del convenio estatal están coordinadas por la CEOE y en ellas participan en nombre de los empresarios la organización agraria Asaja, la patronal de exportadores hortofrutícolas Fepex y el Comité de Gestión de Cítricos, junto a los sindicatos UGT y CCOO.