Unión de Uniones exige medidas para salvar el cultivo de remolacha ante la caída del 40% en superficie

DECCO PEPITA

La organización denuncia precios a la baja, presión normativa y una reestructuración industrial que pone en riesgo la continuidad del sector

El cultivo de remolacha se concentra principalmente en Castilla y León —donde se siembra el 76% de la superficie total— y Andalucía, que representa el 16% con su siembra otoñal. / ARCHIVO

Valencia Fruits. Redacción.

Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha alertado sobre la grave crisis que atraviesa el cultivo de remolacha en España, tras una reducción del 40% en la superficie sembrada. La organización agraria reclama el apoyo urgente de las administraciones para evitar la desaparición de un cultivo estratégico, afectado por un desplome de precios, un contexto regulatorio más exigente y cambios en la industria azucarera.

La bajada del precio del azúcar, que ha pasado de 619 a 540 euros por tonelada durante la actual campaña, ha repercutido directamente en los ingresos de los productores, que han visto caer el valor en origen de su producción en un 40%. A ello se suma el incremento de los costes productivos, la pérdida de sustancias activas eficaces por restricciones fitosanitarias y la reducción de rendimientos, lo que está llevando al cultivo a una situación límite.

La bajada del precio del azúcar, que ha pasado de 619 a 540 euros por tonelada durante la actual campaña, ha repercutido directamente en los ingresos de los productores, que han visto caer el valor en origen de su producción en un 40%

Desde la organización denuncian además que la reestructuración industrial en marcha está priorizando el refinado de azúcar importado en detrimento del producido a partir de remolacha nacional. Esta estrategia, advierten, deja sin horizonte a los agricultores y amenaza con desmontar el cultivo de forma irreversible. “Las ayudas que recibimos nos las descuentan del precio, y mientras tanto nadie actúa”, lamentan desde el sector.

El cultivo de remolacha se concentra principalmente en Castilla y León —donde se siembra el 76% de la superficie total— y Andalucía, que representa el 16% con su siembra otoñal. En ambas regiones se están registrando caídas significativas de superficie, y el abandono podría acelerarse si no se garantiza a los agricultores un precio justo por su producción y condiciones de mercado claras.

Unión de Uniones subraya que apenas se produce en España el 25% del azúcar que se consume, y que el resto procede, en buena parte, de Francia y de países extracomunitarios como Brasil, donde no rigen las mismas normativas ambientales, sociales ni fitosanitarias. La organización exige, entre otras medidas, un etiquetado diferenciado que permita distinguir entre el azúcar de remolacha producido en España y el de otras fuentes, así como el establecimiento de mecanismos que protejan la producción estatal ante acuerdos comerciales como el de Mercosur.

“El sector es ahora mismo un castillo de naipes que se tambalea”, advierten, y reclaman una actuación inmediata de las administraciones para ordenar el mercado y asegurar la viabilidad de un cultivo con décadas de arraigo en el campo español.