La organización ha instado tanto al Ministerio como a la Junta de Extremadura a solicitar la modificación de estas normas
Efeagro.
La Unión Extremadura ha criticado la aplicación de las denominadas ‘Buenas condiciones agrarias y medioambientales de la tierra’ (BCAM) para que los agricultores y ganaderos sean beneficiarios de las ayudas de Política Agraria Común (PAC) por el futuro consumo añadido de productos fitosanitarios.
El coordinador de la organización, Luis Cortés, ha afirmado en una rueda de prensa que el problema radicado en que las diez BCAM “se han aprobado en despachos de la Comisión Europea y del Ministerio por funcionarios que muchos de ellos no han pisado el campo”.
A su juicio, las consecuencias de estas “condiciones” están provocando el efecto contrario al que se pretende conseguir, pues querían que los suelos mantengan una cubierta mínima para evitar “desnudos” y no han permitido labrar los suelos entre la recolección de la cosecha y el 1 de septiembre.
“Lógicamente, si una vez cosechado el cereal no se labra la tierra, esta se cubrirá de malas hierbas, lo que se traducirá en un mayor consumo a la campaña siguiente de herbicidas”
“Lógicamente, si una vez cosechado el cereal no se labra la tierra, esta se cubrirá de malas hierbas, lo que se traducirá en un mayor consumo a la campaña siguiente de herbicidas”, y tampoco han permitido la realización de tratamientos agrícolas en las tierras de barbecho entre los meses de abril y junio.
Las medidas acordadas para “mantener el medio ambiente van a provocar un aumento de los incendios y una mayor utilización de fitosanitarios para poder controlar las malas hierbas”.
Cortés ha acusado al Ministerio de Agricultura de no tener en cuenta la distinta climatología dependiendo de las regiones, “lo que en Asturias puede ser una medida válida para el medio ambiente, en Extremadura puede ser catastrófica para este medio”.
A modo de ejemplo, Cortés ha apuntado que en un cultivo de invierno con una superficie aproximada de 250.000 ha, el aumento de herbicidas causados por la proliferación de malas hierbas tendrá como consecuencia no poder trabajar los campos hasta el 1 de septiembre.
Además, ha calculado un aumento adicional a base de tres litros de glisofato y un litro Mcpa por hectárea, lo que supondrá un consumo adicional de 750.000 litros y 250.000, respectivamente.
Al “mayor” consumo de fitosanitarios se añade el gasto de gasóleo y aumenta alrededor de los 100 euros por hectárea.
La Unión ha instado tanto al Ministerio como a la Junta de Extremadura a solicitar la modificación de estas normas, las cuales “están causando un importante daño económico y medioambiental” en la región.