El president de la Generalitat deja claros sus objetivos referentes a la agricultura valenciana en esta entrevista: conseguir la cohesión del campo, promocionarse para reposicionar su excelente calidad y garantizar la rentabilidad
Raquel Fuertes. Berlín.
Cuando Ximo Puig habla de la agricultura valenciana lo hace desde una posición de respeto por lo que supone para la economía autonómica en la actualidad (junto con la industria agroalimentaria, el sector lidera las exportaciones de la Comunitat), pero también porque forma parte de la esencia de lo valenciano y por la “deuda histórica” con un sector que trajo riqueza y divisas en los momentos de mayor aislamiento de la historia reciente de nuestro país. Mientras la agricultura se mueve entre dificultades coyunturales que no son ajenas a otros sectores, superar las debilidades estructurales, conseguir la cohesión del campo, promocionarse para reposicionar su excelente calidad, garantizar la rentabilidad y asegurar el “agua para siempre” se configuran como objetivos específicos de un sector clave para un President que se presentará a la reelección “si los inputs que recibo son positivos” y “mientras vea que soy útil”.
Valencia Fruits. La agricultura siempre ha tenido un papel estratégico en la Comunitat Valenciana. ¿Qué peso tiene en la actualidad tanto desde el punto de vista económico como de conformación de la idiosincrasia e historia valencianas?
Ximo Puig. Decir que la agricultura forma parte de la esencia de la Comunitat Valenciana no es descubrir nada nuevo, pero en ciertos momentos socioeconómicos parece como si su peso disminuye o se diluye. Hasta que los acontecimientos hacen que se redescubra la importancia de su significado. Eso nos ha pasado, por ejemplo, con la pandemia y va pasando de una manera recurrente. De hecho, después de la gran guerra, en la reconstrucción de Europa, una parte fundamental del proyecto de lo que hoy conocemos como Unión Europea y que se gestó en esos días fue la creación de la Política Agraria Común para garantizar la alimentación. Después de una guerra tan devastadora había que hacer lo posible para que no hubiera hambrunas nunca más. Han pasado los años y el proceso de la globalización a veces nos ha hecho perder de vista algo tan esencial.
Volviendo a la Comunitat Valenciana, si hacemos un recorrido histórico hasta mitad de los años 60, no podemos olvidar que el 25% de todas las divisas de España provenían de la naranja valenciana. Por eso yo siempre digo que, en algún momento determinado de la historia, España debe devolver a la naranja valenciana lo que la naranja aportó al país. Después sí es verdad que desde finales de los 60 se inicia el primer gran proceso de industrialización y va perdiendo peso la agricultura valenciana en el conjunto de la economía. Pero, ya en nuestros días, no se puede disociar la agricultura de la industria agroalimentaria. Estamos hablando nada menos que del 24% de nuestras exportaciones. El conjunto de agricultura e industria agroalimentaria ya ha adelantado en el apartado de exportaciones al sector del automóvil.
Deuda histórica: “En algún momento determinado de la historia, España debe devolver a la naranja valenciana lo que la naranja aportó al país”
Peso económico actual: “El conjunto de agricultura e industria agroalimentaria ya ha adelantado en el apartado de exportaciones al sector del automóvil”
En definitiva, teniendo en cuenta solo el aspecto económico, el peso de la agricultura es muy grande. Pero si además sumamos el valor sentimental, ecológico, paisajístico, identitario… queda más que patente que es parte fundamental y forma parte de la esencia de la Comunitat. Hay una deuda histórica en la Comunitat Valenciana con la agricultura.
VF. Llegó a la Generalitat hace 7 años. De los objetivos que se marcó en ese momento para el área de agricultura, ¿considera que se están cumpliendo?
XP. Creo que se están cumpliendo, pero avanzan menos rápidamente lo que nos gustaría. Porque es verdad que esto es una alianza del sector público con el sector privado en la que tienen gran influencia las condiciones externas, que no dependen de nosotros. Tomando esta realidad como punto de partida, lo que estaba claro desde el principio es que necesitamos una modernización profunda de las estructuras agrarias.
La Comunitat Valenciana ha avanzado mucho, pero de una manera dual: hay empresas y sectores que han crecido considerablemente, pero vemos que otros se han quedado anclados y el minifundismo, teniendo en cuenta las condiciones actuales de la producción y el mercado, nos mata. Desde luego, no podemos olvidar que, en su momento, tuvo su razón de ser y, por sus propias características, de alguna manera democratizó el reparto de la propiedad en el campo. Pero en estos momentos hay que buscar unas fórmulas de gestión muy distintas a las que nos encontrábamos en los años 60, cuando la naranja tenía un peso esencial en la economía y generaba mucha riqueza.
Estructuras agrarias: “El minifundismo, teniendo en cuenta las condiciones actuales de la producción y el mercado, nos mata (…) en su momento, tuvo su razón de ser”
Hoy, en cambio, los precios son lo que son y están sometidos a la competencia de otros países que antes no entraban en el tablero del comercio. En esta coyuntura la solución para ser competitivos pasa por la innovación en todos los ámbitos y la incorporación de la digitalización.
VF. ¿Qué hay que hacer entonces para que la estructura de propiedad no siga siendo un lastre? ¿Cuál es el papel de la Ley de Estructuras Agrarias?
XP. Es un proceso muy lento porque viene de una concepción cultural y etnográfica. Hay componentes de carácter familiar y cuando, por ejemplo, se aborda una cesión de terreno para ampliar la explotación, algo que es necesario en la mayor parte de las ocasiones para no perder competitividad, surgen situaciones complicadas incluso emocionalmente, más cuando a veces aparecen actores ajenos al sector agrícola.
Esto pasa en la agricultura, pero también pasa en la industria. Cuando una empresa de carácter industrial que está en crisis o no tiene garantizada la sucesión familiar y la compra otro industrial normalmente es una garantía. Se percibe como un industrial que tiene otros negocios en el mismo ámbito y que puede contribuir a mejorar el futuro de esa empresa. Ahora bien, si se trata de un fondo de inversión se sabe que quiere una rentabilidad rápida y vender rápido. Cuanto más rápido y mayor rentabilidad, mejor. Y eso también pasa en la agricultura. Pero, al mismo tiempo, los fondos de inversión al final son necesarios porque inyectan capital cuando no lo hay. Pero me gustaría que la salida prioritaria para el campo valenciano no fuera una concentración por la intervención de los fondos de inversión, sino que fuera por la vía de, primero, ampliar la fortaleza del cooperativismo y también la de empresas que sean de verdad del sector agrario. Pueden ser empresas extranjeras, por supuesto, siempre que apuesten por invertir en el sector, como ya han hecho otras grandes compañías. Es bueno que haya inversión en el sector agroalimentario, una inversión que siga generando riqueza para el sector en la Comunitat.
Inversiones en el sector agroalimentario: “Es bueno que haya inversión en el sector agroalimentario, una inversión que siga generando riqueza para el sector en la Comunitat”
VF. Continuando con las condiciones que genera el marco normativo, desde la Conselleria de Agricultura se está trabajando para garantizar una adecuada implementación de la Ley de la Cadena Alimentaria y para ello el Consell ha creado la Agencia de Información y Control Alimentario. ¿Considera que esta Agencia puede contribuir a que la rentabilidad llegue a todos los eslabones de la cadena?
XP. Esa es la gran cuestión. Si el agricultor, el ganadero o el pescador no tienen una rentabilidad clara y con una cierta permanencia, una cierta seguridad, es evidente que no tenemos garantizado el futuro del sector. Existe una asimetría en estos momentos en los precios. Desde lo que cuesta producir y finalmente le pagan al productor hasta lo que el consumidor paga hay una diferencia que no es asumible.
Claro que hay otros actores en este proceso que también tienen que tener su rentabilidad, pero lo que no puede ser es que en el elemento clave, el productor, es donde menos se quede. Tiene que haber una compensación, una especie de ajuste del resultado de la cadena. Y en ese sentido hay un marco, que es la que es la ley, y de lo de lo que se trata es de aterrizarla al máximo, con las mejores garantías. A través de esta Agencia consideramos que todos los eslabones pueden estar directamente comprometidos y visualizando cómo están funcionando las cosas. Como decía, creo que, en principio, es una ley positiva y, aunque el PP y VOX no la apoyaron, realmente obtuvo una amplia mayoría. Es una ley que va a intentar el reequilibrio de la cadena y lo que nosotros queremos es aprovechar al máximo todas las posibilidades que nos da la ley para que ese reequilibrio se produzca lo más rápidamente posible.
Ley de la Cadena y Agencia Valenciana de Información y Control Alimentario:“Es una ley que va a intentar el reequilibrio de la cadena y lo que nosotros queremos es aprovechar al máximo todas las posibilidades que nos da”
VF. Hemos tratado ya algunos de los problemas del sector, pero también se han esbozado en estos días alguna de las fortalezas como es la calidad del producto. ¿Cómo se puede comunicar a los mercados esa calidad definitoria y diferenciadora?
XP. La base de nuestra diferenciación es, sin duda, la calidad porque al final nosotros, aunque cambien las circunstancias, no vamos a entrar en el juego de competir en precio con otros países productores. Debemos ser capaces de posicionarnos en una gama diferente basada en la calidad. La calidad ya existe, pero hay que comunicarla de una forma efectiva y debe estar siempre mejorándose y en constante innovación. También es cierto que tenemos una ausencia de marketing potente que sí han tenido otros países. Eso es así. Hay países que tienen productos peores que nosotros, pero tienen mejor marketing y eso les permite tener un mejor posicionamiento. Creo que nosotros debemos apostar por una mayor capacidad de penetración, mejorar nuestro marketing, incrementar la presencia en otros mercados…
Promoción: “Tenemos una ausencia de marketing potente que sí han tenido otros países (…) que tienen productos peores que nosotros, pero tienen mejor marketing y eso les permite tener un mejor posicionamiento”
VF. Tal vez también en la producción ecológica…
XP. Precisamente durante la visita a Fruit Logistica he estado hablando con una persona de una empresa que se dedica al producto ecológico y parece que España, en general, y la Comunitat, en particular, están consideradas por el mercado como muy alejadas de esa producción cuando en realidad tenemos mejores cuotas que otros países.
VF. Estamos hablando de un sector que ha vivido varias campañas muy difíciles, exceptuando la del momento más duro de la pandemia, con problemas de competencia de terceros países, climatología adversa, plagas, calibres de poco valor comercial… ¿Cómo puede revitalizarse el sector en este contexto?
XP. Yo creo que la primera clave, sin duda, es la cohesión del sector. Desde el punto de vista de la Generalitat estamos apoyando con las herramientas de las que disponemos. El mantenimiento y el aumento de las rentas es básico para generar esperanza en el campo y que haya relevo generacional. También hemos anunciado que se va a incrementar en 10 millones de euros más la aportación de la Generalitat a los seguros agrarios con lo cual llegaremos a los 40 millones, la mayor entre las comunidades autónomas. Además, estamos buscando otras medidas de apoyo dentro del gran objetivo del Gobierno que es bajar la inflación y reducir los precios de energía y combustibles.
Claves: “La primera clave, sin duda, es la cohesión del sector (…) Lo fundamental es favorecer unas condiciones realistas y sólidas que generen esperanza para crear rentas mayores y frenar el declive (…) El protagonismo lo tienen que tener los distintos actores de la agricultura”
En definitiva, lo fundamental es favorecer unas condiciones realistas y sólidas que generen esperanza para crear rentas mayores y frenar el declive.
VF. Después de la experiencia de estos siete años, ¿en caso de que se reedite el Botànic considera crear equipos en la misma línea de los precedentes?
XP. Yo creo que hay una estrategia compartida con el sector, que es lo fundamental. El protagonismo lo tienen que tener los distintos actores de la agricultura. Son ellos los que, en definitiva, han de protagonizar este renacimiento de la agricultura de la Comunitat Valenciana. Y la Generalitat lo que hace es ponerse a su lado y apoyar. Somos conscientes de que tenemos un marco complicado. Por ejemplo, el lobby de la naranja que empezó a funcionar en Bruselas a raíz del foro citrícola europeo, ya ha empezado a dar resultados. Tengo que decir que cuando en noviembre entramos en la reunión con representantes de la Comisión para exigir que la fruta que llega de Sudáfrica venga en las mismas condiciones que se nos exigen a nosotros para exportar fuera de Europa, la primera reacción nos pareció que no era muy positiva. Aunque ha costado, al final se ha conseguido. La unidad sector es fundamental, así como la unidad de acción del gobierno valenciano.
Desde esa visión de cohesión hemos de continuar avanzando en algunas de las estrategias que ya están en marcha. La estrategia de estructuras agrarias, la internacionalización con la búsqueda de los mercados y la lucha contra las plagas, la sanidad vegetal. No me quiero olvidar de la formación profesional y todo lo que tiene que ver con la innovación. Al margen de la voluntad, existen condicionantes externos, pero creo que estos son los retos y este es nuestro plan de Gobierno.
Siguientes pasos: “Hemos de continuar avanzando en algunas de las estrategias que ya están en marcha. La estrategia de estructuras agrarias, la internacionalización con la búsqueda de los mercados y la lucha contra las plagas (…), la formación profesional y (… ) la innovación”
VF. Desde Generalitat se ha anunciado la intención de contribuir a que bajen los precios de la energía, y es que, desde el tractor hasta las centrales hortofrutícolas, el sector tiene una fuerte dependencia energética, ¿hasta qué punto la lucha contra la inflación es una prioridad?
XP. El combate contra la inflación es una prioridad del país y por eso desde Generalitat intentamos hacer todo lo que está en nuestra mano, que no es mucho, sinceramente, porque nosotros no podemos regular los precios energéticos ni, en general, los precios. Pero sí que estamos actuando en lo que está en nuestra mano. Por ejemplo, vamos a rebajar un 10% las 70 tasas de precios públicos de la Generalitat para lanzar un mensaje sobre la confección de los precios. Y en lo que respecta a ayudas que puedan repercutir directamente en el sector, el Gobierno ha empezado a aplicar el descuento de 20 céntimos por litro de combustible y, por nuestra parte, vamos a estudiar ayudas directas para los agricultores y para los autónomos.
VF. Después de siete años al frente del Consell, ¿se plantea poder encadenar una tercera legislatura?
XP. Lucharemos para que no sea un paréntesis entre dos nadas. Yo creo que hay motivos para continuar. Desde luego, en términos económicos y sociales estamos, mejor ahora que en el año 15. Hoy, por ejemplo, hemos sabido los datos de afiliación y estamos en el récord histórico de más de 2 millones de afiliados a la Seguridad Social y han aumentado de una manera muy considerable los afiliados con contrato indefinido. Pero es cierto, como decía antes, que tenemos una deuda histórica con la agricultura y tenemos que hacer operaciones potentes a corto, a medio y a largo plazo. Sobre todo, a mí lo que me preocupa, sin duda, es la desesperanza de los jóvenes en el sector. Tienen que tener un horizonte de futuro.
Futuro político: “La ‘bandería’ política partidista puede dar resultados en términos electorales, pero no en términos de prosperidad (…) No hay ninguna manera de avanzar más sólida que el diálogo, el consenso y el acuerdo (…)Lucharemos para que no sea un paréntesis entre dos nadas”
VF. Entonces, ¿sí se va a presentar a la reelección?
XP. Me presentaré mientras vea que soy útil. Lo más importante es la Comunitat Valenciana y mientras yo crea que puedo ser útil, me presentaré. Siempre quedo supeditado a esa reflexión y hay una reflexión que no es solo propia, sino que es también colectiva: si los inputs que recibo son positivos, me presentaré.
Cítricos: promoción y unión
VF. En estos meses se ha hablado de la reactivación de la promoción de cítricos. De hecho, muchos son los que hablan de una involución desde la potente comunicación que se hizo a finales de los 90 hasta principios de los 2000. ¿Ha llegado el momento de volver a trabajar conjuntamente el sector, liderado por Intercitrus, y la Administración en la promoción para reposicionar el cítrico en el mercado?
XP. La vía valenciana debe ser siempre sumar y en este caso la cuestión central es que el sector tiene que, desde las diferencias, ser capaz de sumar sinergias. Y ahí es donde está el reto, por supuesto. Una Intercitrus fuerte, capaz de concitar voluntades, y la Administración, el Gobierno de la Generalitat, que va a estar ahí. Vamos a proponerles para este otoño una campaña compartida muy potente para promocionar los cítricos valencianos. Quiero recalcar que queremos hacerlo de manera compartida: no tendría sentido hacerlo solo desde el sector público o del sector privado. Tenemos que concertar intereses, pero teniendo en cuenta que los cítricos forman parte también de nuestra imagen y de nuestra identidad, creo que ahora es el momento de reposicionar la naranja, también en Europa, pero empezando por España.
El agua, recurso “irrenunciable”
VF. Otra de las cuestiones estructurales que afectan a la agricultura valenciana es el problema del agua. ¿En qué punto se encuentra el futuro del trasvase Tajo-Segura?
XP. Estamos en plena efervescencia del debate. La cuestión es muy clara: nosotros pensamos que el trasvase Tajo-Segura ha traído mucha prosperidad a La Vega Baja y también a Murcia y queremos continuar, por supuesto. Pero también somos conscientes de lo que significa el cambio climático, las sequías persistentes y la pérdida, en definitiva, de recursos.
¿Cuál es nuestra visión o nuestra estrategia? Intentar, como en otros ámbitos, sumar todos los recursos disponibles. Es la opción porque el agua no puede ser un objeto de conflicto permanente ni de confrontación. La confrontación no sirve para nada. La guerra del agua es un fracaso porque, al final, no se avanza. Queremos avanzar y para avanzar lo que está claro es, primero, que el trasvase es irrenunciable. Segundo, que hay que aprovechar todos los recursos disponibles, que la desalación es un recurso más en el que ya se ha ido por buen camino rebajando los precios y que probablemente habrá que persistir en esa posición.
Además, tiene que llegar al conjunto de las explotaciones. En tercer lugar, la reutilización es fundamental. Hay una grandísima pérdida de agua que no se depura adecuadamente y, por tanto, no se puede reutilizar. Y tenemos que mejorar el uso del agua subterránea. En definitiva, hay que optimizar todos los recursos.
También es cierto que hay que ir modernizando los riegos como se ha previsto y se está haciendo según la Estrategia Valenciana de Regadíos 2020-2040. Y después tenemos que ir adecuándonos a la propia realidad porque no se pueden hacer movimientos que pongan en peligro la agricultura. Optimizando todos los recursos tenemos agua suficiente. Agua para siempre.
VF. En el tema del agua las fronteras de lo político se diluyen. ¿El agua está por encima de la política?
XP. Por supuesto, hay muchas cosas esenciales que están por encima de cualquier partidismo. Creo que el partidismo, en general, no es una buena medicina y este caso, desde luego, es un buen ejemplo. Nosotros coincidimos con Murcia o con Almería en algunos de los temas del agua y queremos coincidir también con Castilla-La Mancha. Nosotros no creemos en la política de confrontación. La ‘bandería’ política partidista puede dar resultados en términos electorales, pero, desde luego, no en términos de prosperidad. Yo siempre estoy por la vía del diálogo, de alcanzar consensos.
Que al final siempre en los acuerdos y pactos hay apartados que no acaban de satisfacer a uno, efectivamente, pero esa es la manera de avanzar. No hay ninguna manera de avanzar más sólida que el diálogo, el consenso y el acuerdo.