Xylella: la bacteria que más teme la agricultura europea

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La Xylella fastidiosa es una bacteria que puede alojarse en casi 600 especies vegetales diferentes y puede provocar la muerte del cultivo

Expertos afirman que es difícil encontrar una cura para la Xylella fastidiosa. / ARCHIVO

Angélica Quintana. Efeagro.

La Xylella fastidiosa es uno de los patógenos que amenazan a la agricultura europea; Italia, Francia, Alemania, Portugal y España la han detectado ya en plantas y árboles y los investigadores coinciden en que la enfermedad, que se transmite por insectos vectores, es difícil que vaya a tener cura.

En Estados Unidos, su mayor víctima ha sido desde hace más de un siglo los viñedos California, mientras que en Italia, la región sur de Apulia ha contabilizado desde 2013 la muerte de millones de olivos en una extensión cercana a las 300.000 hectáreas, lo que puso en alerta a España, primer productor mundial de aceite de oliva.

Y en 2016 se notificó la primera detección de la Xylella fastidiosa en el país, en concreto en Baleares, un archipiélago que, como la isla francesa de Córcega, está ahora declarado como “zona infectada”, lo que significa que no se puede erradicar la bacteria, solo controlar que no salga de las islas y eliminar las especies que den positivo.

La Xylella fastidiosa es una bacteria que puede alojarse en casi 600 especies vegetales diferentes y provoca desde el secado de las hojas, la marchitez de la planta o del árbol y, a menudo, su muerte

Poco más tarde se detectaron miles de casos en la Comunidad Valenciana -sobre todo de almendro tradicional de secano en Alicante-; uno en la Comunidad de Madrid -un olivo de Villarejo de Salvanés- y otro en Andalucía -en una planta de un invernadero con malla anti-insectos de Almería-, donde oficialmente la enfermedad está erradicada.

En la cercana Portugal, según ha apuntado una de las mayores expertas en Xylella, la investigadora Blanca Landa, del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba (IAS-CSIC), en agosto se constató un tercer foco en la zona sur del Algarve portugués, que se sumaría a los ya confirmados cerca de Oporto y Lisboa.

Landa ha explicado que las últimas investigaciones determinan que la Xylella llegó a las Baleares en los años 90, previsiblemente por material vegetal importado desde California, aunque no se detectó hasta hace poco más de una década.

Landa se ha mostrado tajante al asegurar que la agricultura en la zonas afectadas tendrá que “aprender a convivir con la Xylella, porque una cura como el agricultor querría para esta plaga, no va a existir”.

Ha explicado que, según las líneas de investigación actuales se enfocan, entre otras, al desarrollo de nuevas variedades de olivo para almazara tolerantes a la Xylella o a la aplicación de nuevos métodos biológicos para sustituir a los insecticidas en el control de las poblaciones de vectores, de las que cada vez se sabe más.

“Se trabaja en dar respuesta a una suma de factores que contribuyan a que se puedan seguir cultivando especies agrícolas en Baleares y que la zona de Alicante se reconvierta hacia otras formas de cultivo” que sustituyan a las actuales variedades de almendro tradicional, ha comentado.

En la provincia de Alicante y alguna población fronteriza de Valencia los agricultores han tenido que ver con resignación los efectos de la aplicación de la normativa comunitaria, que se traducía en el arranque de los almendros que daban positivo en Xylella y las plantas o árboles susceptibles a ser hospedantes en 50 metros a la redonda.

El jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Comunidad Valenciana, Vicente Dalmau, ha indicado que en la región han registrado más de 4.600 positivos -más del 90% en almendros- en una superficie infectada de unas 2.630 hectáreas que, a su vez, se engloban en una zona demarcada o de especial vigilancia de 135.000 hectáreas.

Además del almendro, también hay albaricoreros, romero, lavanda, acacia, laurel y así hasta un total de 21 especies vegetales, pero la subespecie y el grupo genético de la Xylella fastidiosa encontrado en Alicante -multiplex ST6-, no ha dado como resultado ningún positivo en cítricos o en olivos en los miles de muestreos realizados.

“La Xylella es una enfermedad muy grave y, de la plagas, la número uno del ránking de peligrosidad por su potencial impacto, tanto económico como social y medioambiental”, ha advertido Dalmau, quien ha opinado que el avance en la zona demarcada en la región “ha sido mínimo estos dos últimos años, comparado con el avance rápido de los dos primeros”.

Dalmau, quien ve “muy difícil la erradicación final de la plaga, ha explicado que el Ejecutivo regional prioriza el trabajo más exterior en la zona demarcada para que esta no avance hacia afuera”

“Antes no teníamos conocimiento de la situación, pero ahora, tras el dictamen científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, siglas en inglés) de 2019, ha quedado claro que si las plantas enfermas en una zona demarcada no se eliminan, va a ser una planta infectiva al alcance de un insecto que puede contaminar a otras”.

En la Comunidad Valenciana más de 100.000 árboles y plantas se han cortado de un total de cerca de 175.000 que hay que eliminar para cumplir con la reglamentación comunitaria y no ser sancionados por la Comisión Europea.

El Coordinador del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología del Instituto Valenciano de Investigación Agraria (IVIA) y asesor científico del Panel de Sanidad Vegetal de la EFSA, Antonio Vicent, es contundente al afirmar que “la Xylella ha sido una prueba de fuego para el sistema de sanidad vegetal en la UE”.

Añade que hay que desechar la secuencia temporal que la Xylella ha pasado de Baleares a la Península porque “quizá estaba en la Península antes que en Baleares y simplemente se detectó más tarde”.

“Las medidas pueden parecer duras y drásticas en muchas situaciones, pero son necesarias”, ha añadido antes de reconocer que la UE ha tardado demasiado en pasar de una “normativa reactiva a una reglamentación con un enfoque proactivo” en lo que se refiere a la lucha contra las plagas vegetales.

“¿Puede haber un cataclismo fitopatológico en España o en la UE? No lo sabemos, puede ser, de Xylella o de otro patógeno, lo que está claro es ahora estamos más preparados”, ha sentenciado Vicent.