Entrevista al Presidente de la World Avocado Organisation (WAO), Zac Bard

Zac Bard desmiente algunos de los mitos sobre el aguacate. / WAO
Julia Luz. Madrid.
El aguacate ha dejado de ser un fruto exótico para convertirse en un verdadero fenómeno global. De Estados Unidos a Europa y Latinoamérica, su popularidad no deja de crecer, y ahora Asia comienza a descubrirlo. Sin embargo, este éxito también ha traído debates sobre sostenibilidad, consumo de agua y huella de carbono. En esta entrevista, Zac Bard, presidente de la WAO, nos cuenta cómo la industria ha superado los mitos, mantiene un equilibrio entre oferta y demanda y se prepara para un futuro donde el aguacate seguirá conquistando mercados y paladares en todo el mundo.
Valencia Fruits. ¿Cuál era la situación del aguacate hace unos años y cómo ha cambiado hasta convertirse en el fenómeno que es hoy?
Zac Bard. Si miro hacia atrás, muchos años atrás, recuerdo que al principio nadie conocía el aguacate. Todo el enfoque del sector agrícola estaba centrado en otros cultivos, y el aguacate era casi un desconocido. Hoy, en cambio, todo el mundo muestra interés por él y su popularidad ha crecido enormemente.
“Al principio nadie conocía el aguacate. Hoy, en cambio, todo el mundo muestra interés por él y su popularidad ha crecido enormemente. Ha pasado de ser un desconocido a tener el estatus de superalimento”
En aquellos primeros años, además, existía la creencia de que el aguacate engordaba. Las pocas personas que sabían lo que era un “avo” —como lo llamamos en el sector— pensaban que era un alimento demasiado graso. Pero con el tiempo, eso ha ido cambiando. La gente empezó a informarse sobre las grasas buenas, surgieron tendencias como la dieta paleo o la dieta keto y, en ese contexto, el aguacate alcanzó el estatus de superalimento.
También los millennials tuvieron un papel importante en este cambio. Adoptaron el aguacate casi como parte de su identidad y de su pasión, convirtiéndolo en un símbolo generacional.
Por eso resulta realmente gratificante ver el progreso y el aumento en popularidad de una fruta que, hace apenas 10 o 12 años, era relativamente desconocida. De hecho, el aguacate es una de las frutas más jóvenes en ser comercializadas, sólo lleva cultivándose de forma comercial unos 50 años, por lo que podríamos decir que aún es “el chico nuevo del barrio”.
VF. ¿En qué mercados se concentra actualmente el consumo de aguacate a nivel mundial?
ZB. Los mercados tradicionales del aguacate están muy bien definidos. Estados Unidos es el número uno en consumo, seguido de Europa, que ocupa el segundo lugar y se encuentra muy cerca de alcanzar a Estados Unidos. En tercer lugar, está Canadá.
Después existe un grupo de mercados que podríamos considerar de segunda categoría, aunque con un potencial de crecimiento muy interesante, como Japón, Oriente Medio, China e incluso India, donde ahora el aguacate empieza a ganar presencia.
VF. ¿Y qué potencial de crecimiento ve en los mercados orientales, especialmente en Asia?
ZB. Los consumidores asiáticos están empezando a descubrir el aguacate. Además, las generaciones más jóvenes juegan un papel clave en este proceso. Los jóvenes de todo el mundo ven los mismos programas de televisión y siguen las mismas redes sociales, así que el aguacate forma parte de esa cultura global que se está extendiendo rápidamente por todo el mundo. Por ello, el mensaje principal es que el potencial del aguacate en el futuro es enorme, y Asia se convertirá en un actor muy importante.
No será algo que suceda de inmediato, será un proceso gradual. Para explicarlo mejor, me gusta compararlo con la historia de la persona que fabrica zapatos y llega a una isla donde nadie los usa. Uno podría pensar “bueno, vámonos, nadie sabe lo que son los zapatos”. Pero también se puede ver el potencial y pensar que, en diez años, todos los estarán usando. Creo que con el aguacate ocurre exactamente lo mismo. En una década, mucha gente en Asia estará disfrutando de esta fruta, igual que hoy lo hacen en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa.
“Cada vez más personas consumen aguacate y este crecimiento se compensa con nuevos orígenes de producción”
VF. ¿Habrá suficiente oferta para garantizar un suministro durante todo el año?
ZB. Sí. Creo que la demanda seguirá creciendo, pero la oferta no se queda atrás. Cada vez más personas comienzan a consumir aguacate, sí, pero este crecimiento se compensa con la aparición de nuevos orígenes de producción y la expansión de los ya existentes. En este sentido, podemos decir que existe un equilibrio “sano” entre oferta y demanda. A largo plazo, es probable que la demanda supere a la oferta, pero esa es la realidad del mercado y refleja el dinamismo y el potencial de crecimiento de la industria del aguacate.
VF. Más allá de su auge y popularidad, también han surgido críticas que cuestionan la sostenibilidad del aguacate. ¿Cuál es su opinión al respecto?
ZB. En todos estos años que estoy involucrado en el sector del aguacate, siempre he creído que se trata de uno de los cultivos más sostenibles del mundo. Por eso me sorprendió cuando, más o menos en 2018, comenzaron a aparecer críticas contra esta fruta. Por ello decidí iniciar campañas de comunicación para desmentir mitos, presentar hechos y aclarar muchas de esas historias.
Una de estas “historias” es el consumo de agua. Se “afirma” que el aguacate utiliza más agua que otros cultivos, pero esto no es cierto. Si comparamos una hectárea de aguacates con una hectárea de otros frutales, el volumen total de agua utilizado es muy similar. Además, si consideramos el valor nutricional —por ejemplo, 100 gramos de aguacate ofrecen mucho más nutrientes que la mayoría de otras frutas—, el consumo de agua por unidad de nutriente resulta ser muy eficiente. Es un hecho. Por tanto, esas historias sobre “piscinas de agua” utilizadas en su producción no son ciertas.
Otro mito es la huella de carbono. La huella de un alimento depende de su tipo: los productos de origen vegetal, como el aguacate, tienen generalmente una huella menor que los de origen animal. Por ello, no es cierto que el aguacate sea “poco ecológico”.
En cuanto al transporte, los aguacates no se envían por avión —como he oído más de una vez—, sino por barco. Transportar un contenedor de aguacates por mar desde el otro lado del mundo hasta Europa tiene un impacto similar , o incluso menor, que trasladar un camión de aguacates del sur al norte de Europa.
Sobre la deforestación, hay que aclarar que en la mayoría de los países productores existen leyes ambientales estrictas. No se puede simplemente arrasar zonas de vegetación nativa para plantar aguacates. En algunos casos aislados, una pequeña cantidad de tierra ha sido transformada por productores que actúan de manera irregular, pero son casos muy limitados. Por ejemplo, en México, donde se cultivan más de 200.000 hectáreas de aguacate, un productor alteró 20 hectáreas, una cantidad mínima en comparación con el total.
Y sobre la biodiversidad, un huerto de aguacates es un ecosistema. En África, de donde vengo, muchos animales viven en nuestros huertos. Tenemos hipopótamos que salen de los ríos por la noche y comen el pasto que hay entre los árboles de aguacates, antílopes, puercoespines, jabalíes, aves, insectos, hormigas… Además, el aguacate es un árbol que contribuye a la reforestación, si se planta sobre praderas, funciona como una capa natural de restauración ambiental. Un solo árbol puede absorber hasta 20 kilogramos de carbono al año y devolverlo al suelo.
Por ello, no hay evidencia que respalde la idea de que el aguacate sea un “enemigo del medio ambiente”. Todo lo contrario. Bien gestionado, es un cultivo sostenible y beneficioso para los ecosistemas.
VF. Para finalizar, ¿cuáles considera que son los principales retos y oportunidades para el sector del aguacate?
ZB. En cuanto a oportunidades, y dando esta entrevista a Valencia Fruits, merece la pena destacar el inicio de la producción de aguacates en la zona de Valencia, donde están reemplazando gradualmente a los cítricos. Esto es muy emocionante porque incorpora otra región de España a la producción de aguacates. La zona cuenta con suelos excelentes, un clima favorable y muchos agricultores están plantando distintas variedades que permiten ampliar la temporada. Ver esta expansión es fantástico y muy alentador para el sector.
En cuanto a los retos, el cambio climático es un factor importante. No es culpa del aguacate, sino una realidad que afecta a la agricultura en general. Sin embargo, el cambio climático intensifica los extremos: las temperaturas altas son más altas y duran más, las bajas son más bajas y se prolongan, las sequías se alargan y los periodos lluviosos se vuelven más extremos. Esto representa un riesgo con el que los agricultores deben lidiar constantemente, porque la agricultura siempre implica un alto nivel de incertidumbre y riesgo.
Otro desafío significativo son las interrupciones en la cadena de suministro. En el mundo post-COVID, las navieras, los puertos y las huelgas —sólo por mencionar algunas— han complicado la logística global. Los productores, exportadores e importadores de aguacate deben gestionar esta dinámica cuidadosamente, especialmente porque el aguacate es un producto más perecedero que otros cultivos, lo que requiere una coordinación aún más precisa.
Acceso a La Entrevista en la página 14 del ejemplar de Valencia Fruits.
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