La innovación como solución a la Xylella

Gustavo Ferrada Navidad
Deterra líder multiproducto

Expertos del sector olivarero y científico han defendido la innovación como una prioridad para luchar contra la “Xylella fastidiosa” en el primer encuentro internacional sobre esta bacteria que se ha celebrado en Málaga en el marco de la feria Smart Agrifood Summit

Xylella

Más de 70 profesionales han debatido sobre la Xylella.

El presidente de Asaja, Pedro Barato, fueel encargado de inaugurar el encuentro, que reunió a más de 70 profesionales para debatir sobre la importancia de la prevención para que la Xylella no afecte a plantaciones de alta densidad, tanto de olivar como de almendro, según informan desde el proyecto europeo Life Resilience en un comunicado.

“Hay que poner todos los medios para llevar a cabo cualquier iniciativa, de la mano siempre de las universidades, de sus científicos y los catedráticos, y la clase política tiene que apoyar a los profesionales de la ciencia”, subrayó Barato.

El consejero delegado de Galpagro, Francisco Gálvez, moderó una de las mesas redondas del encuentro, en la que se ha abordado el análisis del impacto económico y medioambiental de la Xylella y las medidas que están tomando para luchar contra la misma.

Representantes del sector llegaron a la conclusión de que la enfermedad se ataca con un mayor conocimiento de la bacteria, su propagación por vectores y el control de los insectos que la transmiten, y que para avanzar en este conocimiento deben existir alianzas público-privadas.

El catedrático de la Universidad de Córdoba y experto en enfermedades y plagas vegetales, Antonio Trapero, destacó que “más importante que curar la planta enferma, es prevenir que se infecten otras”, una línea de investigación que ya se está llevando cabo.

“La biotecnología debe tener un papel importante respecto a la Xylella fastidiosa y ayudará a crear variedades resistentes a la bacteria. Europa no puede perder de nuevo el tren de la innovación”, remarcó el representante de Asaja en Bruselas, José María Castilla.

El proyecto Life Resilence está cofinanciado por el programa Life de la Unión Europea e integrado por nueve socios que trabajan fundamentalmente en España, Portugal e Italia, tres países con alto riesgo de plaga.

Su directora, Teresa Carrillo, destacó entre los trabajos que se están llevando a cabo la plantación de 500 nuevos genotipos, que se unirán a otros 500 ya plantados para analizar así sus características agronómicas.

La jornada sirvió para poner en común todo el conocimiento y las investigaciones que existen en torno a la bacteria y compartir las prácticas y métodos naturales de control que se están investigando.