La búsqueda de promociones, la compra de productos higiénico-sanitarios, la apuesta por alimentos vinculados a salud, calidad y seguridad y una mayor confianza en la venta online marcarán las pautas de los consumidores tras superar la pandemia del coronavirus

La “nueva normalidad” requerirá de un “equilibrio” entre la dimensión racional, emocional y social del comprador. / EFEAGRO
Así lo ha asegurado este martes la experta en consumo, Ángeles Zabaleta, que ha participado en un congreso telemático promovido por la consultora Nielsen para analizar cómo será la vuelta a la normalidad tras la COVID-19.
Zabaleta ha afirmado que la “nueva normalidad” requerirá de un “equilibrio” entre la dimensión racional, emocional y social del comprador.
En la vertiente racional, adquirirá “más protagonismo” el impacto económico de esta crisis sanitaria que “primará” en el consumidor la búsqueda de ahorro: será un perfil de cliente “más sensible a los precios y a las promociones”.
También en la parte racional, el cliente pondrá el “foco” en la salud por lo que habrá una tendencia a adquirir productos que transmitan “seguridad y trazabilidad”, lo que proporcionará “oportunidades” para marcas y operadores cuya imagen se vincula con esos valores.
La crisis generará un comprador “más frágil y vulnerable” emocionalmente que buscará “en lo próximo” (en este caso tiendas) productos que le ofrezcan “seguridad, garantía y refugio” y será por lo tanto un “fan de la experiencia”, es decir, de aquello que conoce.
Más consumo en el hogar y desde la red
El eje social estará marcado por una nueva realidad en la que se potencia la vida en el hogar por lo que será un consumidor “más conectado” a la tecnología y eso redundará en mantener el incremento de las ventas por internet.
Zabaleta ha considerado que la pandemia “ha conseguido acelerar en apenas dos meses muchas tendencias -como ese comercio por internet- que ya se venía produciendo“.
Esta experta ha estimado que el nuevo consumidor será una mezcla del comprador que “siempre existe de base”, al que se le añaden aprendizajes (económicos) de la crisis de 2008 y con “algunos comportamientos adquiridos” en estas últimas semanas de confinamiento.
Por su parte, la directora general de Nielsen Iberia, Patricia Daimiel, ha puesto el foco en ese fuerte ascenso de las compras por internet: “Vemos cifras que no esperábamos. Estamos teniendo una aceleración de tendencias que -en condiciones normales- no se hubiesen dado en meses, sino en años“.
Apuesta por la omnicanalidad
De hecho, durante el confinamiento se ha multiplicado el número de hogares que hacen en algún momento la compra por internet, pasando de 450.000 a cerca de 1,1 millón de familias.
A pesar de ello, representa todavía un “pequeño” porcentaje del volumen total de compras por lo que “en ningún caso” se vislumbra la posibilidad de que la adquisición física sea sustituida por internet, sino que los consumidores adoptarán ambos canales.
En concreto, el canal digital acumula en lo que va de crisis sanitaria un crecimiento del 86,6 % y, en la última semana analizada (20-26 de abril), el incremento fue del 149 % respecto a la misma semana del año anterior, según los datos que maneja Nielsen.
Daimiel ha hecho un repaso a las diferentes fases de la compra en el gran consumo que ha vivido España desde los días previos a la entrada del estado de alarma, cuando se dispararon las ventas hasta un 72 % para hacer acopio y llenar la despnesa.
En las primeras semanas de confinamiento se redujo la frecuencia de visita a los súper pero, en cambio, subió el valor del ticket de cada compra -siguiendo las recomendaciones de las administraciones- y cambió las categorías más demandadas, pasando de los no perecederos a los frescos y, posteriormente, a aquellos