“Producción sostenible: más allá de la agricultura ecológica”, por Javier Parra (Citrosol)

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El Director I+D+I de Citrosol, Javier Parra, habla sobre aspectos importantes para llevar a cabo una producción sostenible: el agua, el ahorro de energía, y la contribución al desperdicio alimentario

La demanda de productos ecológicos por parte del consumidor sigue una tendencia creciente desde hace años. / ARCHIVO

Javier Parra (*)

Actualmente se asocia con frecuencia el término producción sostenible con la agricultura ecológica. Si bien es cierto que en términos generales una producción que cumple con los requisitos exigidos para ser certificada como ecológica a menudo conlleva un uso más sostenible de ciertos recursos, como es el caso de la fertilización natural, la lucha integrada de plagas (con feromonas, control biológico, etc), o en la fase postcosecha la sustitución de fungicidas de síntesis por productos obtenidos de fuentes naturales, hay otros aspectos de igual o mayor importancia para llevar a cabo una producción sostenible que no van asociados a una certificación ecológica, como por ejemplo el ahorro de agua, el ahorro de energía o la reducción del desperdicio alimentario.

El agua

El agua es un recurso escaso y al mismo tiempo imprescindible tanto en la fase de producción en campo como en la fase postcosecha, en la que se usa de forma intensiva en procesos como el enfriado (hidrocooling), transporte a lo largo de la línea de producción, aplicación de tratamientos postcosecha o lavado e higienización, entre otros. 

“Optimizar el uso de agua en los diferentes procesos es clave para llevar a cabo una producción sostenible, reduciendo no sólo su consumo sino también el volumen de vertidos residuales generados tras su uso”

Optimizar el uso de agua en los diferentes procesos de la cadena es clave para llevar a cabo una producción sostenible, reduciendo no sólo su consumo sino también el volumen de vertidos residuales generados tras su uso. 

En Citrosol contribuimos desde hace más de 10 años a hacer un uso más sostenible del agua en postcosecha mediante nuestros sistemas Vertido Cero® y Citrocide®, que permiten reutilizar el caldo de tratamiento postcosecha de cítricos manteniendo su eficacia constante, y reutilizar el agua empleada para el lavado higiénico de frutas y hortalizas, respectivamente. 

Estos sistemas generan por parte del conjunto de clientes que los usan un ahorro global de casi 40 millones de litros de agua al año, unido a la reducción de 13 millones de litros de aguas residuales, que no llegan a generarse. 

La energía

La energía es otro de los recursos fundamentales a tener en cuenta y que hay que gestionar de forma adecuada para poder llevar a cabo una producción sostenible. 

El ahorro de energía o el uso de fuentes de energía renovable en los procesos de confección postcosecha no sólo conlleva una producción más sostenible asociada al menor consumo de combustibles fósiles, sino también una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. 

Desde Citrosol aportamos desde hace años nuestro grano de arena con las ceras de baja temperatura de secado, como la cera Sunseal®, que permiten llevar a cabo el proceso de encerado con un menor consumo de combustible en los túneles, disminuyendo con todo lo que implica el consumo de energía y también las emisiones de dióxido de carbono. 

Gracias al uso de estas ceras, los clientes de Citrosol han dejado de emitir a la atmósfera cerca de 2 millones de Kg CO2 eq/año.

“Si hay un aspecto realmente relevante para poder llevar a cabo una producción sostenible, y que debería estar siempre en el foco de atención, ese es la reducción del desperdicio alimentario”

Desperdicio alimentario

Pero si hay un aspecto realmente relevante para poder llevar a cabo una producción sostenible, y que debería estar siempre en el foco de atención, ese es la reducción del desperdicio alimentario. 

El hecho de que una parte importante de los recursos necesarios para producir las frutas y hortalizas y hacerlas llegar al consumidor —agua, energía, suelo, mano de obra, insumos químicos— sea invertida en vano es, en sí mismo, un atentado a la producción sostenible. 

Y es que según datos de la FAO, solamente en la fase postcosecha las pérdidas en frutas y hortalizas se sitúan actualmente en torno a un 5-20 por ciento en los países desarrollados y un 15-40 por ciento en los subdesarrollados.

“El uso de fungicidas de síntesis química es absolutamente fundamental para reducir las pérdidas ocasionadas por podridos a lo largo de la cadena de suministro”

Si se tiene en cuenta este contexto, el uso de fungicidas de síntesis química es absolutamente fundamental para reducir las pérdidas ocasionadas por podridos a lo largo de la cadena de suministro. 

Sin embargo, a pesar de su indudable contribución para reducir el desperdicio alimentario, y de que aplicados respetando su límite máximo de residuos en fruto (LMR) su uso es totalmente seguro según la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria), estas sustancias no gozan actualmente de buena percepción por parte del consumidor, que demanda cada vez más productos hortofrutícolas más naturales, sin residuos de productos químicos sintéticos, y con certificación ecológica. ¿Pero a qué precio? 

La reducción o eliminación del uso de los mencionados fungicidas sintéticos, de contrastada eficacia, y su sustitución por productos certificados para producción ecológica, conlleva en la inmensa mayoría de casos unas mayores pérdidas, porque dichos tratamientos alternativos tienen menor eficacia frente al control del podrido, lo que nos lleva finalmente a tener una producción menos sostenible. 

Uno de los principales retos para la postcosecha está precisamente en encontrar soluciones de “química verde”, basadas en sustancias de origen natural, pero que permitan conseguir eficacias equivalentes a las de los fungicidas sintéticos. 

En Citrosol estamos trabajando desde hace muchos años en soluciones naturales y más verdes para poder tratar el podrido y, de hecho, ya contamos actualmente con una gama específica de productos más sostenibles (BioCare®) dentro de la cual destacan los coadyuvantes de la gama Citrocide®, para desinfección de aguas de proceso de frutas y hortalizas, o los recubrimientos vegetales PlantSeal®, que con una eficacia incluso superior a la media de soluciones convencionales, cuentan con certificación para poder aplicarse en los cultivos ecológicos. 

Entre los desarrollos en marcha que tenemos en Citrosol, dentro de esta línea de producto destaca Greencide®, un novedoso producto a base de extractos vegetales para tratamientos en drencher, actualmente en vías de registro, que ha demostrado una eficacia comparable a la de los fungicidas de síntesis en control del podrido en cítricos.

(*) Director I+D+I de Citrosol

Acceso al artículo en la página 16 del dossier de Producción Sostenible en el ejemplar de Valencia Fruits. 

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