Las cosechas sin recolectar, un mercado estancado y precios que no cubren los costes marcan la segunda parte de la campaña de cítricos en Andalucía

Muchos agricultores se han visto obligados a dejar las cosechas en los árboles porque los precios no cubren los costes de producción. / RAQUEL FUERTES
Julia Luz. Redacción.
La segunda parte de la campaña de cítricos transcurre en Andalucía con las protestas agrícolas como telón de fondo. Movilizaciones, cortes de carretera, problemas logísticos… problemas que se suman a otros muchos ya existentes para los cítricos, como la devastadora sequía que sufren desde hace años, la competencia desleal de terceros países o los irrisorios precios que se pagan a pie de campo. Pero esta temporada citrícola es un ejemplo perfecto para ilustrar las razones detrás de las protestas agrarias.
Mientras el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, reza en sus informes semanales que el mercado citrícola se encuentra “ralentizado”, porque las lluvias impiden el acceso a las plantaciones, dificultando la recolección, y las protestas impiden la circulación normal por la red de carreteras, Asaja Córdoba va mucho más allá y afirma que el mercado está “estancado, sin prácticamente ninguna operación”, por la falta de demanda de naranjas de la provincia debido a las importaciones de terceros países.
De hecho, según informan desde el sindicato, las variedades Navelina, Salustiana y Lane Late se encuentran sin operaciones según la Lonja de la Cámara de Comercio, siendo la naranja destinada a zumo industrial la única que está registrando operaciones, pero con una bajada de cotización importante respecto a las últimas semanas debido a la entrada de naranjas de fuera.
Diferentes reglas de juego
Las previsiones para esta segunda parte de la campaña —que desde hace unos años es la más rentable— distan mucho de cómo está transcurriendo actualmente. “La impresión general de este año es que, gracias a la combinación de una buena estabilidad de precios y una oferta más reducida y en equilibrio con la demanda, podemos tener una buena campaña a nivel de rentabilidad”, explicaba Ricardo Serra, presidente de Asaja Andalucía y Asaja Sevilla, hace tan solo unos meses. Pero las previsiones para esta segunda parte de la campaña —que desde hace unos años es también la más rentable— distan mucho de cómo está transcurriendo actualmente. Efectivamente, la oferta reducida de los cítricos andaluces auguraba unos buenos precios, pero la demanda se está cubriendo con cítricos procedentes de terceros países, relegando nuestro producto a un segundo plano.
“La causa de la baja demanda es que está entrando mucha naranja de fuera de la Unión Europea, principalmente de Egipto, lo que ocasiona que las nuestras se encuentren actualmente a unos precios que no cubren siquiera los costes de producción, en una campaña donde el descenso de producción en España debería hacer que la demanda de naranja española fuera alta durante toda la campaña”, explica Ignacio Fernández de Mesa, presidente de Asaja Córdoba.
Para Fernández de Mesa, “supone una aberración que va contra toda lógica” que las grandes cadenas de supermercados vendan en España o en Europa cítricos recolectados a más de 8.000 kilómetros de distancia “cuando tenemos aquí en Andalucía la mejor naranja del mundo”
Y es que las reglas del juego, no son las mismas. Egipto tiene unos muy bajos costes de producción al contar con una mano de obra más barata y una normativa más laxa, mientras que las agricultores españoles hacen frente a unos costes desorbitados y a exigencias legislativas y un exceso de burocracia que, más que ayudar, parecen jugar en su contra —uno de los tantos motivos por los que los agricultores se encuentran en plena calle—. Además, Egipto se encuentra en el mismo hemisferio que España y compite, por tanto, de forma directa en la segunda parte de la campaña citrícola.
El papel de la distribución
¿Qué rol desempeña la gran distribución y las cadenas de grandes supermercados? Según el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, sólo en enero de 2024 entraron a Europa 45.281 toneladas de naranjas de Egipto, lo que supone un incremento de un 104% respecto al mismo mes de 2023, cuando superaron las 22 mil toneladas (y ya ese año se dispararon respeto al anterior).
Para Fernández de Mesa, “supone una aberración que va contra toda lógica” que las grandes cadenas de supermercados vendan en España o en Europa cítricos recolectados a más de 8.000 kilómetros de distancia “cuando tenemos aquí en Andalucía la mejor naranja del mundo”.
Sin hablar, por supuesto, de la diferencia entre el precio pagado en campo y en los lineales del supermercado, que según el último “Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos” publicado por COAG y referido a enero de 2024, el precio de la naranja aumentaba un 426% y el del limón un 880%.
Clamor agrícola
Como bien se comentaba al principio, la situación que viven los productores citrícolas en Andalucía explica el porqué de las protestas agrarias de las últimas semanas. Las fuertes pérdidas económicas que este contexto supone para miles y miles de agricultores hace que muchos de ellos dejen las cosechas en los árboles por no ser rentable su recolección. Una tendencia que se ha extendido a más cultivos y a más comunidades, y que de consolidarse puede suponer el fin de la citricultura y de la agricultura en el territorio español.
Acceso a la entrevista en la página 26 del dossier de cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits
Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.