“Responsabilidad por un sector citrícola bien informado”, por José Antonio García

Bayer estrategia de cítricos

El director de Ailimpo, José Antonio García, opina sobre cómo se ha realizado el seguimiento de la campaña del limón desde los medios de comunicación

José Antonio García (*)

La información es poder. Se trata de un viejo aforismo que está fuera de toda discusión. Pero para que ese poder sea real hay que transformar la información en acción, es decir, tiene que ser útil para tomar las mejores decisiones.

La información es poder, pero la desinformación es mucho más poder todavía, en este caso al servicio de unos pocos

En escasamente cuarenta años hemos pasado de un escenario donde sólo unos pocos tenían la información, a un escenario de invasión y sobreoferta de información. Algunos piensan que todo está bien porque la información se ha democratizado gracias a la tecnología y las redes sociales. Pero realmente ni el escenario de hace 40 años era el mejor, ni lo es el actual. En el primero sólo unos pocos se beneficiaban y tomaban ventaja competitiva frente a la mayoría. En el segundo nos encontramos en realidad con un problema de desinformación y manipulación generalizada.

Se hace imprescindible una reflexión, un alto en el camino y actuar de forma responsable en el sector citrícola para disponer de información objetiva, con rigor, contrastada, sintetizada y transparente, de manera que esté accesible para todos los agentes económicos del sector. Esa, sin duda, es una de las misiones de la interprofesional, a la que en concreto en Ailimpo se destinan muchos recursos. La información sectorial de calidad y para todos.

La actual campaña citrícola da para una recopilación de ejemplos palmarios de malas prácticas en materia de información-desinformación: la comunicación ‘machacona’ que justifica los problemas de rentabilidad por el impacto de las importaciones o por las supuestas nuevas plantaciones de los fondos de inversión. Sin olvidar la negación de la evidencia del problema de sobreproducción de limón, o incluso el cuestionamiento de los datos oficiales de superficie publicados por el MAPA, porque claro, se ha instalado en algunas de esas voces esa máxima de que, si el dato no se ajusta a mi mensaje, entonces la fuente del dato no es fiable y hay que desacreditarla. Lo más curioso es que aquellos que cuestionan todo, raramente aportan datos, o si lo hacen, los retuercen y manipulan, pero en todo caso no resisten el mínimo control de calidad. Esas voces se abonan al “difama que algo queda”, a echar la culpa fuera en lugar de practicar el sano ejercicio de la autocrítica, que, aunque más saludable, lógicamente es mucho más dolorosa. 

Los datos son datos, pero lamentablemente la tentación de su manipulación es continua por intereses unas veces económicos y otras, políticos. La demagogia, la polarización, el blanco o negro se apoderan de nuestras vidas. Surgen falsos líderes, cabecillas, gurús que manipulan, simplifican los mensajes, y engañan sin ningún tipo de rubor. Con la ventaja de que juegan en el terreno de lo efímero con la complicidad de algunos medios de prensa ávidos del copia y pega para rellenar contenido, y sobre todo, sabiendo que nadie les pedirá explicaciones después.

La frase “acusar al otro lado de lo que eres culpable” identifica la propaganda totalitaria que describe perfectamente la política mundial contemporánea desde la extrema izquierda o la extrema derecha. Una práctica repulsiva y ausente de ética. Por otra parte, en psicología, se estudia el llamado mecanismo de proyección, que como describía en un post en Linkedin, Miguel Ángel Escotet, se explica con el ejemplo de que: “Cuando Pedro habla de Pablo, tú sabes más sobre Pedro que sobre Pablo”. Al menos el análisis de cómo comunica cada actor en el sector nos permite conocernos mejor.

Resulta incuestionable que el sector citrícola no debe entrar en esas dinámicas de mala praxis de comunicación. Animo al análisis crítico de los datos, a ir a la fuente de los mismos. Ailimpo tiene las puertas abiertas para mejorar en nuestro trabajo de información, como un espacio de debate transparente del sector y al servicio del sector. Hay que huir de los mensajes fáciles, sin datos, hay que huir de las emociones, de los intestinos y del corazón, y acudir a la razón y a la cabeza. No es un capricho, en ello nos jugamos que las decisiones que tomamos todos los días en el sector sean las correctas, o al menos tengan el mínimo riesgo. Mala información es igual a malas decisiones.

Pero no sólo se trata de las redes sociales, es necesario hacer un llamamiento a la responsabilidad de los profesionales de la información, los periodistas. Necesitamos periodistas agroalimentarios y medios de comunicación comprometidos con el sector, que filtren, contrasten y verifiquen no sólo la verdad o engaño, sino también aporten su análisis y espíritu crítico. Su labor es clave en la construcción del relato, del story telling, que inequívocamente debe ser fiel reflejo de la realidad. No mentir además permite dormir más tranquilo.

(*) Director de Ailimpo

Acceso al artículo de opinión en la página 6 del ejemplar de Valencia Fruits. 

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