El consultor hortofrutícola, Paco Borrás, realiza una radiografía general de la exportación y comercio internacional de tomate poniendo el punto de mira en Marruecos

El menor coste de la mano de obra de Marruecos es una ventaja frente a España en aquellas producciones en las que el costo de recolección es alto en términos de horas por kilo de producto recolectado. / ARCHIVO
Paco Borrás (*)
Las relaciones entre vecinos siempre son cercanas, complejas y muchas veces conflictivas. Lo fueron desde siempre entre tribus vecinas, lo son entre aldeas o pueblos vecinos o dentro de la misma urbe, entre barrios y muchas veces entres países y naciones.
Francia, tanto antes de nuestra entrada en la Unión Europea como posteriormente, es la que más veces nos ha bloqueado las fronteras, tirado en la carretera tanto nuestras frutas y hortalizas frescas como nuestros vinos.
En el caso de las frutas y las hortalizas frescas la razón de estos choques suele estar en el hecho de que, al ser vecinos, los climas tienen similitudes y lo que se cultiva en ambos países vecinos es similar y, por tanto, en algún momento serán productos que chocan en el mercado. En el caso de Marruecos, aunque haya un pequeño brazo de mar, 40 minutos de ferry, se cumple bastante este axioma y en ambos países los cultivos son bastante similares. A todo ello se suma que, a pesar de ser un país que está fuera de la Unión Europea, mantiene una relación enorme con ella por la pesca y los fosfatos del Sáhara, entre otros temas.
Competencia
Sí. Y mucha. Por su situación en cuanto a nivel de vida lo que lleva consigo que el costo de la mano de obra es mucho menor que en España, lo que afecta sobre todo a aquellas producciones agrícolas en las que el costo de recolección es alto en términos de horas por kilo de producto recolectado. Marruecos, de momento y seguro que aún durante varias décadas, tendrá en este aspecto una gran ventaja competitiva. En ese paquete entrarán las judías, los pimientos, en particular los de Padrón, los tomates, en particular los cherries, las frambuesas y los arándanos, entre otros.
Por otro lado, está la gran asimetría que suponen las estrictas medidas de seguridad que se exigen a los agricultores europeos en el tema de las materias activas y la imposibilidad de la Unión Europea para controlar que los productos que importan cumplen las mismas exigencias que los que se producen en Europa en la actual situación. Si el producto llega a la frontera y no tiene residuos tiene que entrar.
Es evidentemente la falta completa del principio de reciprocidad, que se podría conseguir si la Unión Europea les exigiera los protocolos de exportación que nos exigen a nosotros EEUU, México, China, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda Australia y últimamente Perú y Ecuador. Pero ese es otro triste tema que pasan los años y no se resuelve y siempre pierde el agricultor europeo, cuando si se negociaran en Bruselas al mismo tiempo las importaciones y las exportaciones las condiciones serían diferentes de las actuales en que Bruselas negocia las importaciones y luego cada país miembro, producto a producto, tiene que negociar bilateralmente con cada país tercero para exportar.
Si bajamos al detalle bastan dos productos en los que la competencia de Marruecos ha afectado directamente a las exportaciones españolas, tomates a Europa y mandarinas a EEUU.
En 2023, las exportaciones de tomate de Marruecos alcanzaron las 658.000 t y su valor rondó los 1.000 millones de euros. España, en cambio, exportó 558.000 toneladas y el valor fue de 1.172 millones de euros
Tomates
Hace veinte años Marruecos exportaba casi el 100% de su producción de tomates a Europa y casi todos a Francia, 180.000 toneladas de tomate por un valor de 119 millones de euros. En ese momento España exportaba 945.000 toneladas, casi todos a Europa, por un valor de 1.000 millones de euros. El año pasado las exportaciones de Marruecos alcanzaron las 658.000 toneladas y su valor se acerco a los 1.000 millones de euros. España sólo exporto 558.000 toneladas y el valor fue de 1.172 millones de euros. Si observamos el recorrido a lo largo de los últimos años en la siguiente figura 1, no necesita muchas explicaciones.

Figura 1./ Fuente Faostat y Trademap.
España ha ido perdiendo posiciones en Francia y, desde el inicio del Brexit, también en el Reino Unido que ha intentado darle ventajas a Marruecos, al igual que en los Países Bajos y en Alemania, entre otros
Somos, después de Francia, Reino Unido y Países Bajos, el cuarto país en volumen de importación de tomate
España ha ido perdiendo posiciones, en Francia fundamentalmente, y, desde el inicio del Brexit, también en el Reino Unido que ha intentado darle ventajas a Marruecos, pero también en los Países Bajos y en Alemania, entre otros. Y en casi todos ellos Marruecos ha sido el principal ganador. Sin olvidar que en 2003 España importó de Marruecos 8.866 toneladas y el promedio de los últimos tres años ha sido de 53.000 toneladas. Somos, después de Francia, Reino Unido y Países Bajos, el cuarto país en volumen de importación de tomate.
Mandarinas a EE.UU.
Las razones por la que España, que llegó a exportar 82.000 toneladas de clementinas en el año 1999 y tras el incidente, sin aclarar correctamente, de la fruta con larvas de Ceratitis capitata en 2002, fue cayendo en picado hasta desaparecer, son muchas. Una parte importante está en la reacción de los citricultores californianos plantando clementinas con plantones comprados en España y creando una estrategia conjunta de marca, Cutties, para posicionarla en la costa Este llegando incluso a copiar nuestros pitufos. Pero, la parte curiosa de la historia es que, en realidad, EEUU han seguido importando en invierno clementina del hemisferio norte, pero no de España sino de Marruecos como vemos en la figura 2.

Figura 2. / Fuente Trademap.
Primero fue el traslado de los pitufos a Marruecos, incluso con marcas que habían hecho historia en EEUU con clementinas españolas, luego fue una rápida sustitución de operadores comerciales a ambos lados del océano para, al final, como hemos visto en la gráfica, simplemente quedarse con el fondo de comercio que había creado España, que fue incapaz de mantenerlo.
Aliado
Para un país netamente exportador en frutas y hortalizas frescas los mercados a los que exportamos inicialmente son nuestros aliados. Exportamos el 50% de nuestros kilos a Alemania y Francia y el 97% al continente europeo. Pero también exportamos a Marruecos como vemos en el cuadro de la figura 3.

Figura 3. / Fuente Datacomex
Como vemos las exportaciones son crecientes, pero dentro de los datos macro de nuestras exportaciones, son muy pequeñas. Sólo representan el 0,84% sobre el total e las exportaciones en kilos y en valor económico sólo el 0,39% del total del valor en euros de las mismas. Esta diferencia nos señala, sobre todo, que en muchas ocasiones estamos hablando de segundas categorías. No hay que obviar que es muy importante tener mercados para ellas.
Marruecos es el primer destino de nuestras exportaciones de kiwi; el segundo de bananas y plátanos, y el tercero de pera y manzana
Evidentemente con estos volúmenes a nivel macro parece que Marruecos no es un gran aliado para España. Pero, en los productos que se ven en la figura 3 su peso no es baladí. Marruecos es el primer destino de nuestras exportaciones de kiwi y representa el 30,90% del total; el segundo destino de las bananas y plátanos, con un 7,16% del total; el tercer destino de nuestras exportaciones de manzanas y peras, con un 14,95% del total, también el tercero de las piñas que exportamos aunque, evidentemente son reexportaciones con un 12,22% del total; el cuarto destino de los aguacates, con un 8,47% sobre el total; el quinto destino de los kakis, con un 4,10% del total; también el quinto destino de los mangos, con un 5,84% del total; y el séptimo destino de las cebollas y ajos, con un 3,02% del total.
Por lo tanto, dentro de su pequeñez, 0,84% sobre el global en kilos, para los productores y los comercializadores de estos productos Marruecos es un aliado que está creciendo.
El otro capítulo en el que tenemos una relación con Marruecos es el de las importaciones. En la figura 4 vemos los datos desde la perspectiva de los principales productos que importamos desde Marruecos.

Figura 4. / Fuente Datacomex
Marruecos es el segundo país, después de Francia sobre todo por sus patatas y una pequeña cantidad de manzanas, del que importamos productos y supone el 10,65% del total de nuestras importaciones en kilos. Pero, el valor económico de estas supone el 20,11% del total. Y la razón de esta importancia económica está en que sólo en el capítulo de los frutos rojos, fresas, frambuesas y arándanos, el valor de las importaciones es de 360 millones de euros, volumen que se ve incrementado por el precio de los aguacates, pimientos, judías y tomates, cuyos precios van claramente por encima de otros productos.
Estas importaciones, en la mayoría de los casos, está realizada por productores comercializadores españoles y no por los mayoristas de mercado como en productos de otras procedencias. Esto implica que estos operadores, tanto privados como cooperativas, han integrado las producciones de Marruecos a sus producciones españolas de los mismos productos, llegando en algunos casos casi a sustituir a las españolas como el caso de las judías verdes o los pimientos de Padrón durante los meses de invierno. Pero en muchos otros ha proporcionado a la parte comercial española una mayor capacidad por calendario y tamaño global para operar mejor tanto en el mercado interior español como en el mercado europeo usando el arma logística de la reexportación.
Por otro lado, una parte de estas importaciones son producciones marroquíes de empresas radicadas en España o hispano-marroquíes, tanto a nivel de cultivo como de comercialización desde Marruecos y, si no lo hicieran los españoles, lo harían, y lo están haciendo, los franceses u otros países de la misma Unión Europea. A largo plazo consolidar estas relaciones es bueno para las dos partes.
Hace un par de décadas cuando se hablaba de Marruecos el miedo lo daban los cítricos y, sin embargo, en estos momentos inciden poco en la campaña citrícola española y ha aparecido la gran competencia de Egipto. Siempre van a aparecer otras competencias por países o por productos y esas crisis pueden ser oportunidades si sabemos aliarnos.
En los últimos 20 años las exportaciones de frutas y hortalizas españolas han pasado en valor de 9.262 millones de euros a 20.000. Mientras tanto Marruecos lo ha hecho desde 629 millones de euros a 3.660. Marruecos aún crecerá, pero si España lo hace bien, continuará siendo líder durante muchos años a nivel europeo y mundial, y Marruecos puede ser un buen aliado.
En definitiva, para determinadas categorías y productos el mercado marroquí es muy interesante para los exportadores españoles, aunque algunas producciones marroquíes puedan interferir con las españolas en algunos países, incluso en España.
Y si Marruecos sigue en el camino de desarrollo actual, tanto en el terreno agrícola como en el industrial o el turístico, su capacidad de crear empleo continuará, su nivel de vida subirá y, entre otros aspectos, su presión migratoria disminuirá. Todo esto, en su conjunto, también será una ventaja para España y para Europa en general.
(*) Consultor hortofrutícola
Acceso al artículo en las páginas 2-3 del dossier del Tomate y Pimiento en el ejemplar de Valencia Fruits.
Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.