La compañía cuenta este año con 200.000 plantas de producción propia
Uno de los factores que han facilitado el liderazgo de Viveros Hernandorena ha sido poder garantizar la sanidad vegetal y la fiabilidad de sus plantas. / VH
Óscar Orzanco. Redacción.
El kaki forma parte del ADN de Viveros Hernandorena. De hecho, Fernando Hernandorena Pérez, fundador de la empresa allá por los años 80, injertó los primeros árboles de la variedad Rojo Brillante en una finca de la localidad de Carlet. Desde entonces, este cultivo se ha convertido en uno de los principales motores de desarrollo de la firma.
Las cifras confirman este crecimiento. La compañía pondrá este año en el mercado 200.000 plantas de kaki de producción propia de primera calidad, lo que refuerza aún más su liderazgo en España y Europa en este sector. Vivero pionero y de referencia en plantas de kaki, esta firma es actualmente líder en este segmento.
“Actualmente, controlamos el 90% de la planta de kaki en España y Europa y este ejercicio es extraordinario tanto en cantidad y como en calidad. Sin duda, este año vamos a disfrutar mucho en la fase de plantación”, señala la directora comercial, Rosa Hernandorena.
La fuerte apuesta por el I+D en sus sistemas de producción, el trabajo conjunto con obtentores y centros de investigación, y la formación continua de sus equipos, les ha posicionado actualmente como vivero de referencia no sólo a nivel nacional, sino también fuera de nuestras fronteras, donde afrontan grandes proyectos con esta fruta.
Además de su elevado volumen de planta, otro de los valores diferenciadores de Viveros Hernandorena es que toda es de producción propia. Esto les permite garantizar la máxima calidad a sus clientes. Este factor, añadido a su elevada capacidad de suministro, les permite hacer frente a grandes proyectos de plantación, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. En este sentido, en la compañía se han especializado en la exportación de planta de kaki, garantizando la máxima sanidad vegetal.
Rosa Hernandorena confirma que tienen una gran demanda de planta, “sobre todo en Valencia, pero también en países como Italia, el territorio con más superficie cultivada de Europa tras España, Francia o Portugal. En los países del Este también están desarrollando actualmente proyectos importantes, sobre todo para comercializar este kaki en Rusia, aunque la climatología no es la misma”.
Sin duda, la variedad estrella de Viveros Hernandorena es el Rojo Brillante, que supone el 80% de su producción. Para Rosa Hernandorena se trata de un tipo de kaki que “ha funcionado muy bien”, y que “para los productores valencianos ha supuesto una diferenciación”. No obstante, la oferta de la compañía se completa con otras variedades entre las que destacan Jiro, Fuyu, Shinshuu o Ribera Sun, entre otras.
Fiabilidad
Uno de los factores que han facilitado el liderazgo de Viveros Hernandorena ha sido poder garantizar la sanidad vegetal y la fiabilidad de sus plantas. Y en esta línea, en 2022 dieron un paso más y presentaron su sello de Fiabilidad Varietal, una certificación propia que avala su metodología de trabajo con la que buscan ofrecer a sus clientes la máxima seguridad en el momento de la compra del material vegetal.
Bajo este sello se engloban tres conceptos claves, que a su vez implican un sistema de trabajo interno muy concreto. En primer lugar se certifica la autenticidad varietal, garantizando la homogeneidad al 100% del material vegetal que se comercializa. Otro punto que se aborda es la adaptabilidad varietal, respaldando que la variedad está contrastada y consolidada agronómicamente y, además, es estable. Y por último, aunque no menos importante, se certifica la sanidad varietal, garantizando el control de plagas y enfermedades desde el material inicial hasta la venta final de la planta.
Por lo tanto, este sello de Fiabilidad Varietal ofrece garantías y valor añadido. Se trata de una certificación propia, autoimpuesta y desarrollada con rigor por todos los equipos de Viveros Hernandorena, que viene a aportar las máximas garantías a sus clientes desde el mismo momento de la compra de la planta.
Profesionalización
Tras el ‘boom’ que vivió el cultivo del kaki en Valencia, concretamente en la comarca de la Ribera del Xúquer, tras el descubrimiento de la variedad Rojo Brillante, el sector ha atravesado unos años complicados en los que la rentabilidad ha ido bajando, lo que se ha traducido en un ajuste y un retroceso de la superficie en producción.
Para la directora comercial, Rosa Hernandorena, actualmente “estamos en una etapa de profesionalización del cultivo. En Valencia se está volviendo a plantar kaki tras unos años difíciles. Pero ahora se observa una diferencia respecto a los inicios. Se planta de forma profesional. Los profesionales son los únicos que pueden llevar este proyecto adelante, porque saben lo que hacen para mantener la rentabilidad de sus explotaciones”.
Acceso a la noticia en la página 15 Kaki del dossier del Tomate y Pimiento en el ejemplar de Valencia Fruits.
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