Entrevista al presidente de Intercitrus, Celestino Recatalá

Recatalá considera necesario que las cooperativas vuelvan a Intercitrus. / VF
Óscar Orzanco. Redacción.
Intercitrus, en sus orígenes, consiguió acuerdos y captar fondos para hacer campañas de promoción. Fueron años de unión y esfuerzo conjunto. En opinión del actual presidente, Celestino Recatalá, hay que reflexionar ante la realidad que vive la interprofesional y volver al viejo espíritu para alcanzar acuerdos. El dirigente recalca que el sector citrícola se merece una entidad que le represente en su conjunto porque atraviesa una situación compleja y difícil. En cuanto a los efectos de la DANA en Valencia, desde Intercitrus, su presidente lanza un mensaje de tranquilidad asegurando que “el sector citrícola español está en condiciones de cubrir los mercados internacionales más exigentes”.
Valencia Fruits. ¿En qué momento se encuentra actualmente Intercitrus?
Celestino Recatalá. Es innegable que la interprofesional se encuentra en una situación complicada, pero todas las organizaciones que estamos en el sector citrícola debemos desbloquear los problemas existentes y trabajar para alcanzar acuerdos que permitan volver a tener una Intercitrus útil. Sólo a través de la unidad y el trabajo podremos consolidar su actividad.
VF. Desde su relanzamiento, ¿cuál ha sido la evolución de la interprofesional?
CR. Tras sacar Intercitrus de la parálisis en la que se hallaba, lo cual no fue nada fácil, hemos intentado sacar adelante consensos unánimes que puedan resultar beneficiosos para el conjunto del sector citrícola, tanto para los productores como para los comercializadores de naranjas y mandarinas. Gracias a estar unidos, junto a las administraciones autonómica y nacional, aportamos los argumentos necesarios para que la UE estableciera un tratamiento en frío a las importaciones citrícolas procedentes de Sudáfrica —un mecanismo que ya le aplicaban otras potencias como Estados Unidos, Japón o Corea— cuyo objetivo es prevenir la introducción y propagación de la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) en Europa. También hemos potenciado nuestra labor de lobby citrícola ante el Gobierno y la UE para trasladar otras reivindicaciones que comparte toda la citricultura española.
VF. ¿Qué supone la salida de las cooperativas de la interprofesional?
CR. Es prioritario que vuelvan. Las cooperativas son una parte fundamental para continuar nuestro camino de una manera lo más positiva posible. El sector citrícola se merece una entidad que le represente en su conjunto porque atraviesa una situación compleja y difícil que nos atañe a todos. Si no hacemos una interprofesional fuerte, no podremos hacer frente a los problemas.
VF. Por otra parte, el Gobierno andaluz y los citricultores de la comunidad han impulsado un grupo de trabajo encaminado a constituir una interprofesional andaluza de este sector. ¿Cuál el punto de vista de Intercitrus?
CR. Somos conscientes de que dentro de la interprofesional no priman los territorios, sino el sector citrícola. Intercitrus no tiene marcados los territorios. Su único objetivo es darle prestigio y resultados útiles al sector. Los productores andaluces pueden creer que en Intercitrus se adoptan medidas más favorables a Valencia, pero esto no es así, en absoluto. Los acuerdos que se han tomado son siempre buscando el beneficio del sector citrícola, sea de la parte de España que sea.
VF. En este contexto, ¿es posible recomponer la unión del sector citrícola en torno a Intercitrus?
CR. Es posible y necesario. Somos una organización representativa donde confluyen muchos intereses económicos, en algunos casos contrapuestos. Sin embargo, afrontamos retos que en general nos unen más que lo que nos separan. Hay que salvar nuestras diferencias, que es lógico que las haya, para darle protagonismo al sector. Si creáramos una interprofesional similar pasaría más de lo mismo porque los intereses encontrados serían los mismos y las entidades serían también similares. No tiene sentido crear algo parecido, porque volveríamos a tropezar con las mismas piedras. Sería una pérdida de tiempo y energía. Intercitrus, en sus orígenes, sí consiguió acuerdos y captar fondos para hacer campañas. Fuimos los primeros. Hay que reflexionar, volver al viejo espíritu y todos, digo todos, ceder para alcanzar acuerdos.
VF. Precisamente otra asignatura pendiente son las campañas de promoción para reactivar el consumo. ¿Será posible alcanzar un acuerdo para solicitar los fondos europeos para este fin?
CR. Todos debemos demostrar con hechos la voluntad de que Intercitrus funcione y sirva al sector. La promoción efectivamente es un reto importante. Pero también es importante contar con garantías de una buena relación contractual. También lo es hacer todo lo que podamos para evitar la presencia de semillas en nuestras mandarinas. También es importante planificar cada campaña y coordinarse para obtener precios dignos en toda la cadena de valor. Todos debemos ceder en algo, y hacerlo ya porque los problemas no esperan, se agravan para todos.
VF. Actualmente, ¿qué papel está desempeñando la interprofesional? ¿Qué temas están centrando la acción de Intercitrus?
CR. Estamos preocupados por la falta de soluciones fitosanitarias y por la continuada entrada de plagas procedentes de países terceros, como el nuevo trips venido del sur de África. Hemos iniciado gestiones ante el Gobierno y la UE para que pongan encima de la mesa todos los recursos que tengan a su disposición, así como la presión necesaria ante la Comisión, para defender rigurosamente al sector citrícola en el panel abierto en el seno de la OMC a raíz de una denuncia de Sudáfrica que cuestiona las medidas fitosanitarias de la UE.
VF. ¿Cree que hay que mantener y endurecer las medidas de control a los cítricos sudafricanos?
CR. Efectivamente. En lo que llevamos de año Sudáfrica acumula una barbaridad de detecciones de mancha negra en sus exportaciones con destino a la UE. Es un escándalo tan mayúsculo como intolerable, que evidencia no sólo la idoneidad de las medidas fitosanitarias adoptadas hasta el momento, sino la necesidad de endurecerlas para impedir que estas plagas y enfermedades de cuarentena acaben llegando a la citricultura europea.
VF. Para finalizar, ¿qué informaciones transmiten los diferentes operadores citrícolas que forman parte de la interprofesional sobre el desarrollo de la campaña tras la DANA vivida en Valencia?
CR. Los daños son desastrosos en producción y plantación en las zonas damnificadas por la DANA, por lo que el sector requiere de ayudas directas y otras medidas de apoyo que permitan salir adelante. La cosecha de esta campaña se verá reducida en esta importante zona productora, lo que agrava la reducción de producción aforada. Pero podemos lanzar un mensaje de tranquilidad de que el sector citrícola español está en condiciones de cubrir los mercados internacionales más exigentes con una fruta que garantiza los máximos estándares de frescura, trazabilidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad medioambiental.
Acceso a la entrevista en la página 18 del dossier de Cítricos de Valencia Fruits.
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