Las lluvias afectan al rendimiento del cultivo de sandía en Almería

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En melón, muchos productores de Galia y Cantaloup pasan a cultivar Piel de Sapo y Amarillo

El cultivo de sandía en Almería se encuentra en plena floración, pero las lluvias y la falta de sol la están complicando. / ARCHIVO

Julia Luz. Redacción.

El inicio de la campaña de primavera ha traído consigo una serie de incertidumbres que afectan directamente a los productores de melón y sandía en Almería. A medida que la temporada avanza, los agricultores se enfrentan a condiciones climáticas inusuales y plagas que complican aún más el panorama. Las previsiones para ambos cultivos varían, lo que refleja la complejidad de la situación. En este contexto, Andrés Góngora, secretario provincial de COAG en Almería, señala que el sector vive una campaña diferente a cualquier otra, caracterizada por la falta de certezas sobre la superficie plantada y un clima impredecible.

Sandía

Según el responsable de COAG, “lo que hemos observado hasta ahora es un fuerte crecimiento de la superficie de sandía, una vez más”. Un incremento que, “por primera vez, podría superar las 10.000 hectáreas en la provincia”. Explica que este aumento está ligado a “una gran incidencia de la plaga del parvispinus, que ha afectado gravemente al pimiento en El Ejido, obligando a muchos agricultores a buscar cultivos alternativos”, con la sandía como una de las principales apuestas.

Por su parte, las previsiones de Asaja Almería son más modestas. En un comunicado publicado a finales de enero, la organización apuntaba que la superficie de sandía será “similar a la de la campaña anterior, según las primeras estimaciones”. Sin embargo, en una actualización reciente, aclaran que “la superficie de la sandía extratemprana ha experimentado un ligero aumento, pero los demás ciclos se mantienen igual que en la campaña pasada”. Aun así, atribuyen esta situación a que “la sandía se enfrentó a plagas en la campaña anterior, lo que ha impedido un aumento significativo de su superficie”.

No obstante, Góngora advierte que “no hay que dar por hecho que el aumento de hectáreas vaya a suponer un aumento en la producción”. Y es que, según explica, las lluvias de los últimos días están teniendo un impacto muy negativo en el cultivo de sandía, generando una gran incertidumbre entre los agricultores.

“El agricultor de sandía lleva días sin dormir. Esto es un desastre”, afirma con preocupación. En los cultivos al aire libre, en zonas como Lorca o el campo de Cartagena, la situación es muy complicada para los productores que ya habían comenzado a plantar. “Hay mucha planta en el semillero que no se va a poder sembrar en muchos días porque los campos están completamente encharcados”, explica.

Pero el problema va más allá. En Almería, donde gran parte de la sandía extratemprana se encuentra ahora en floración, la falta de sol y las bajas temperaturas están afectando gravemente el proceso de polinización. “Cuando llueve, las abejas no trabajan. Las flores no se abren, y si lo hacen, no tienen polen porque falta sol y temperatura”, detalla Góngora. Esto pone en riesgo miles de hectáreas que están en una fase clave para la formación del fruto. Lo habitual es que, entre la polinización y la recolección, transcurran unos dos meses, lo que sitúa a mayo como el mes fuerte para la sandía en Almería. Sin embargo, si la polinización falla, las plantas siguen creciendo sin desarrollar frutos. “Cuando la planta no tiene fruto, sigue creciendo sin control. Se convierte todo en hojas, tallos y flores, pero no salen sandías”. Además, la humedad persistente está favoreciendo la aparición de enfermedades fúngicas y la pudrición, agravando aún más la situación. Por ello, el responsable de COAG afirma que “los productores están convencidos de que este año va a ser flojo en kilos”. 

Melón

Por otro lado, en cuanto a la superficie de melón, Asaja Almería confirma que “ha experimentado un aumento significativo, entre un 20 y un 25 por ciento”. Este incremento se debe, según la organización, a que “el melón no ha sufrido plagas significativas y se ha convertido en una alternativa atractiva para los agricultores”.

No obstante, desde COAG Almería matizan esta previsión, señalando que el incremento no será uniforme en todas las variedades. “Lo que veremos es un cambio en la distribución de variedades”, explica Góngora. “La siembra de melón Cantaloup y Galia está muy floja”, ya que la producción española ha sido desplazada por Marruecos. En respuesta, los agricultores han optado por centrarse en el melón Piel de Sapo y el Amarillo, variedades que mantienen superficie y funcionan bien en el mercado nacional.

Plagas

La primavera se está volviendo especialmente difícil para los productores en su lucha contra las plagas. “La primavera es la explosión de la naturaleza: las plantas crecen más rápido, los días son más largos… todo va más rápido, todo se acelera. También las plagas”, hace hincapié el responsable almeriense de COAG. “Tradicionalmente, hemos podido combatirlas con productos fitosanitarios, pero hoy en día prácticamente no hay herramientas eficaces”, continúa.

El pulgón, que ya causó estragos en la campaña pasada, vuelve a ser una amenaza, aunque el verdadero temor de los agricultores es la virosis transmitida por el trips parvispinus. En el caso de la sandía, la clave para frenar la plaga parece estar en la lucha biológica, pero requiere una anticipación meticulosa. “Vemos que la lucha biológica, cogiéndola con mucho tiempo y aprovechando el tirón primaveral, puede llegar a ser eficaz”, subraya Góngora, pero también advierte que la anticipación es clave, “hay mucho trabajo previo, la lucha biológica no funciona cuando ya tienes la plaga”, concluye. “Los que se adelantaron el año pasado lograron salvar sus cultivos”, señala el responsable del sindicato, y destaca que este año los agricultores han tomado más medidas preventivas.

Sin embargo, Góngora advierte que otras amenazas también podrían complicar la campaña. “Las enfermedades fúngicas pueden dispararse con la humedad de estos días de lluvia”, explica. Además, la araña roja, que ya causó problemas en cultivos de pepino y calabacín, está ganando terreno y podría convertirse en otro gran desafío para los productores de sandía.

La campaña melón y sandía en Almería está marcada por una serie de desafíos que complican las previsiones. Aunque el aumento de superficie es un indicio de mayores cosechas, factores como las condiciones climáticas y las plagas están afectando el desarrollo de los cultivos, dejando en el aire la posibilidad de que este incremento se traduzca en un mayor rendimiento. A medida que avance la campaña, se podrá evaluar con mayor precisión el impacto de estos factores en la producción final.

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