Pascual Prats (AEKAKI): “Contamos con un volumen de producción normal, con fruta de calidad y buen calibre”

Gustavo Ferrada FA 25
Livingstone
AGROPONIENTE FA

Entrevista a Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki (AEKAKI)

Pascual Prats analiza las perspectivas para la presente campaña de kaki. / ÓSCAR ORZANCO

Óscar Orzanco. Redacción.

En la Asociación Española del Kaki afrontan la nueva campaña con un optimismo moderado. De momento, la climatología se ha comportado de forma benévola con este cultivo, no ha provocado daños significativos, y se mantiene intacto un potencial máximo de producción de 350.000 toneladas. Pascual Prats, presidente de AEKAKI, analiza las perspectivas para esta temporada y los principales problemas que afectan al sector, como el fuerte incremento de costes.

Valencia Fruits. ¿Cómo se presenta la campaña 2025?

Pascual Prats. En estos momentos, y según lo que se ve en los campos, tenemos una producción normal, porque no se han producido episodios climatológicos, fundamentalmente pedriscos, que provoquen daños importantes. A fecha de hoy, el potencial máximo de producción, aproximadamente 350.000 toneladas, está intacto. Ese es el máximo nivel de cosecha que podemos alcanzar. Ahora todo dependerá de las condiciones meteorológicas y de los efectos de las plagas en los próximos meses, que son los factores que pueden mermar la cantidad de producción disponible.

“A fecha de hoy, el potencial máximo de producción, aproximadamente 350.000 toneladas, está intacto. Ese es el máximo nivel de cosecha que podemos alcanzar”

VF. ¿Cómo están afectando esta campaña las plagas a las plantaciones de kaki?

PP. El frío provoca que la actividad de muchas plagas se acorte pero, como cada vez hace más calor y se extiende durante más meses del año, también se incrementa el ciclo de vida de las plagas que afectan a frutales como el kaki. Los insectos, ácaros, hongos, bacterias y virus incrementan sus poblaciones ante las benignas temperaturas y aumentan su capacidad de daño.

No obstante, de momento, parece que este año el cotonet no ha afectado demasiado a las plantaciones, pero los daños reales se comprobarán cuando se comienza a recolectar. Habrá que esperar para ver cuánto producto no se podrá comercializar por los efectos de las plagas, porque las temperaturas cada vez son más altas y las condiciones para su desarrollo son perfectas. Tanto la climatología como las plagas pueden ir mermando ese potencial máximo de producción. ¿Cuánto? En estos momentos no lo sabemos.

“De momento, parece que este año el cotonet no ha afectado demasiado a las plantaciones, pero los daños reales se comprobarán cuando se comienza a recolectar”

VF. ¿Qué implica para el sector del kaki hacer frente a estas plagas?

PP. Hacer frente a estas plagas se traduce en un importante incremento de los costes de producción. La cantidad de tratamientos que hace falta aplicar actualmente para conseguir un kaki de calidad se ha incrementado de forma notable en los últimos años. En estos momentos de la campaña, la mayoría de los agricultores ya ha realizado entre 6 y 7 tratamientos. Hace 20 años, con un tratamiento era suficiente para sacar la cosecha adelante sin problemas. Ahora, en plantaciones destinadas a recolecciones tardías puedes llegar a aplicar entre 12 y 13 tratamientos. Esto supone un sobrecoste muy alto.

Además, nos faltan herramientas para luchar contra las plagas. Poco a poco nos van limitando los productos para hacerles frente y las soluciones disponibles van subiendo de precio. Como ejemplo, el año que viene no podremos utilizar el Movento Gold. No sé si se aprobará alguna autorización excepcional, pero si hasta ahora teníamos dificultades para controlar las plagas, el año que viene la situación será peor, y seguramente más costosa para el bolsillo del productor.

El coste de producción se sitúa actualmente entre 40-45 céntimos por kilo. Se trata de una fruta que por sus características es muy costosa de producir, de manipular y envasar, y los gastos siguen creciendo todos los años.

VF. En el tema de las plagas, ¿qué resultados se están obteniendo con la estrategia de lucha biológica?

PP. Se van produciendo avances pero la implantación resulta complicada. En un cultivo como el kaki sufrimos daños por trips, mosca blanca, cotonet y ceratitis capitata. Son cuatro plagas, y muchos tratamientos convencionales reducen mucho la población de la fauna auxiliar necesaria en la lucha biológica. Estamos utilizando una estrategia mixta, asesorados por técnicos que determinan los tratamientos adecuados en cada momento. Pero la lucha biológica es un sistema complejo de implantar cuando hay que combinarla con tratamientos convencionales.

VF. ¿Qué consecuencias está tenido este incremento de costes tan importante?

PP. Hay un dato que es relevante. La superficie cultivada en España se ha reducido un 30% en los seis últimos años. Se ha pasado de 18.500 hectáreas a 14.000, y pienso que todavía disminuirá un poco más en las próximas campañas.

También es cierto que hay plantaciones nuevas, sobre todo de empresas privadas, que necesitan tener una parte de producción propia para comercializar y no depender tanto de terceros. Pero aún así, considero que la superficie cultivada bajará todavía un poco más, un descenso que podría ser incluso del 5%, porque hay campos abandonados que todavía no están contabilizados en esta reducción y hay agricultores mayores que van abandonando la actividad.

“La superficie cultivada en España se ha reducido un 30% en los seis últimos años. Se ha pasado de 18.500 hectáreas a 14.000, y pienso que todavía disminuirá un poco más en las próximas campañas”

Este descenso de superficie se ha producido porque el kaki se ha convertido en un cultivo complicado y muy profesional, y bajo mi punto de vista, el principal problema que está incidiendo en esta reducción son las plagas, el sobrecoste que conllevan y la dificultad para controlarlas. Hoy en día necesitas técnicos que te asesoren semanalmente sobre cuáles son los momentos óptimos para realizar los tratamientos contra plagas como la mosca blanca, el trips Scirtotrhrips aurantii o el cotonet. Y en segundo lugar, también se están produciendo casos de abandono de actividad por falta de relevo generacional.

VF. Ante estas dificultades, ¿en qué momento se encuentra el sector del Kaki?

PP. A pesar del contexto que he planteado, considero que estamos en un momento óptimo. El volumen de producción se ha ido regulando y adaptando a la demanda que puede absorber el mercado. En estos momentos, existe un equilibrio en la oferta y la demanda. Incluso, cuando hay fenómenos meteorológicos adversos, como la DANA, pedriscos o vientos, falta producto. De momento, esta campaña no ha pasado nada, pero en los dos ejercicios anteriores ha escaseado la fruta para comercializar. Y este año no va a sobrar porque hay una producción normal.

VF. Y en cuanto a la calidad de la fruta, ¿cómo llega este año el kaki?

PP. Tuvimos una primavera lluviosa y los árboles brotaron muy bien. Por lo tanto, contamos con un volumen de producción normal, con fruta de calidad y buen calibre. Y si lloviese ahora, el tamaño de los kakis mejoraría todavía más.

No obstante, y a falta de confirmar las afecciones que tenemos por cotonet, las perspectivas iniciales son buenas, teniendo en cuenta que venimos de dos temporadas en las que ha faltado bastante producto.

VF. Y en el apartado comercial, ¿cómo se está desarrollando la temporada?

PP. Se empezó a comprar muy pronto, en el mes de mayo, con cotizaciones en árbol de 50-55 céntimos por kilo y ahora nos movemos en un abanico de entre 50 y 70 céntimos. Son buenos precios. Aunque tenemos sobrecostes en la producción y también en los almacenes, es cierto que los valores a los que se ha vendido en el campo están muy bien.

Las cotizaciones iniciales son óptimas para los productores, pero luego, cuando arranque la campaña, veremos si los mercados aceptan estos precios y el comercializador puede defenderlos ante los compradores, para que todos los eslabones de la cadena salgan beneficiados, empezando por la producción. Estos precios altos que se han pagado en el campo, hay que intentar defenderlos en el mercado.

En este sentido, un factor que nos puede beneficiar este año es que los precios de la naranja y la mandarina son elevados debido a que la campaña prevista registra una cosecha corta. Esto nos puede favorecer porque la competencia y presión que ejercen estos productos en los mercados también se aligerará.

“Considero que el sector del kaki está en un momento óptimo. El volumen de producción se ha ido regulando y adaptando a la demanda que puede absorber el mercado. En estos momentos, existe un equilibrio en la oferta y la demanda”

Otro aspecto positivo para nosotros es la reducción de producción en Italia, Grecia, Turquía o Azerbaiyán debido a los episodios de heladas que sufrieron en marzo. Esto reducirá la competencia en el mercado europeo. Por ejemplo, en Turquía, el kaki se está pagando actualmente en campo a 1,10 euros por kilo, y con esas cotizaciones difícilmente pueden vender en Europa a precios competitivos.

VF. ¿Ha tenido la DANA del año pasado algún efecto sobre la presente campaña?

PP. La verdad es que ninguno. Los daños han sido insignificantes. En algunas zonas los árboles sufrieron por los vientos y las lluvias, pero este año han florecido bien y presentan una cosecha normal. Hay casos aislados de campos que fueron arrasados por el agua, pero en conjunto no se sufrieron pérdidas significativas.

VF. ¿Cuándo arrancará la campaña?

PP. La campaña arrancó con el kaki Maxim, y ahora se comienza a recolectar ya el Rojo Brillante en buenas condiciones, con su color naranja y buena calidad. Desde AEKAKI siempre recomendamos recoger la fruta en su punto óptimo, aunque haya que esperar unos días más, porque eso nos beneficia a todos. Lo contrario es estropear la temporada desde sus inicios, poniendo en el mercado fruta verde, que no tiene la calidad exigible, y defrauda al consumidor.

VF. El sector agrario viene denunciando la falta de mano de obra para trabajar en el campo. ¿Cómo se vive este problema en el sector del kaki?

PP. Nos vamos defendiendo, pero cada vez es más complicado. Todas las empresas tenemos una parte de plantilla fija, y luego subcontratamos con ETTs, porque mantener plantillas grandes para campañas tan cortas es imposible. Esta temporada vamos a tener menos problemas porque la temporada citrícola viene corta de producción y necesitarán menos mano de obra.

VF. En cuanto a mercados de comercialización, ¿seguirán explorando nuevos destinos o incrementando los envíos a un país como China?

PP. Son destinos en los que hay que tener precaución porque están muy lejos, la fruta tiene que llegar bien, y no es fácil. A China seguro que se enviarán contenedores, pero es un mercado de mucho riesgo. Exigen una calidad extra y el tiempo de tránsito de la fruta en barco se ha incrementado notablemente. Si todo va bien el viaje dura unos 42 días y suele haber retrasos.

Lo cierto es que tenemos un mercado estable como el europeo, y con un volumen de producción como el actual, hay menos necesidad de arriesgar. Estos destinos han venido bien cuando Europa se ha colapsado ante el elevado volumen de oferta y había que sacar la producción. Pero con el volumen de cosecha de los últimos años, no hay una necesidad imperiosa de arriesgar. No obstante, es bueno mantener estos mercados abiertos.

China tiene mucho interés en el kaki español, pero exigen mucha calidad, cumplir unos protocolos muy estrictos y resulta complicado enviar fruta.

Por las noticias que nos transmiten algunos asociados, este año pueden crecer más los envíos a Canadá y Brasil. El tránsito de la fruta hacia estos países se reduce a unos 18 días y existen menos riesgos.

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