Entrevista al Presidente del sector de Brásicas de Proexport, Juan Marín

Juan Marín explica que el consumo de brásicas se ha consolidado tanto a nivel europeo como nacional y la tendencia es a la alza. / Proexport
Alba Campos. Redacción.
El presidente del sector de brásicas de Proexport, Juan Marín, explica que este año “estamos ante una campaña normal”, pero que, al tratarse de cultivos al aire libre “cualquier cambio en el tiempo, sobre todo en enero o febrero, puede alterar la planificación”. Por otro lado, se aprecia cierto solapamiento con otras producciones europeas y también preocupan las plagas, en especial la mosca blanca, así como la alta inflación y los costes de producción.
Murcia Fruits. ¿Cómo se presenta la campaña de brócoli y coliflor en la Región de Murcia?
Juan Marín. Bien, estamos ante una campaña normal, afortunadamente. Siempre nos condicionan los factores climáticos, pero a estas alturas podemos decir que el arranque está siendo estable.
En esta ocasión estamos viendo cierto solapamiento con las producciones europeas, ya que en Europa todavía no ha llegado del todo el frío. Pero cuando llegue esperamos que todo se normalice y podamos trabajar con regularidad en todos los programas. En noviembre siempre suele estabilizarse la situación.
Hay que recordar que hablamos de cultivos al aire libre, no de agricultura protegida, por lo que cualquier cambio en el tiempo, sobre todo en enero o febrero, puede alterar la planificación. En cualquier caso, tanto en brócoli como en coliflor, la campaña se desarrolla con normalidad, a la espera de que finalice la producción europea para poder exportar al cien por cien.
MF. El clima siempre es una incertidumbre, pero, ¿cómo se prevé que incidan las plagas este año?
JM. Estamos teniendo bastantes problemas con la mosca blanca. Se han detectado focos importantes, incluso en las primeras recolecciones de Castilla-La Mancha, donde se tuvo que pedir una autorización excepcional para el uso de determinados productos.
En este momento nos estamos quedando sin herramientas eficaces para combatirla. Ya hemos mantenido varias reuniones con el Ministerio, con Fepex para reclamar más medios de control.
La falta de frío y las temperaturas inusualmente altas han favorecido la propagación de la mosca blanca. Esperamos que con la llegada del invierno la plaga se paralice, aunque sabemos que, en primavera, cuando regresan las altas temperaturas, vuelve a reproducirse con fuerza. Es una de las principales preocupaciones del sector en este momento.
MF. ¿Cuál es la importancia de las brásicas en el sector hortícola murciano?
JM. Tienen muchísima importancia. Si habláramos con los responsables de Proexport, nos dirían que, en volumen, el primer grupo lo forman las lechugas y ensaladas, pero en segundo lugar están las brásicas, (brócoli y coliflor), que se han convertido en los productos más relevantes después de la lechuga.
Hoy en día, el brócoli y la coliflor han desplazado a cultivos tradicionales como el tomate o el melón. Además, su consumo se ha consolidado tanto a nivel europeo como nacional. En España, el mercado interno se ha convertido en un importante consumidor de brásicas, especialmente de brócoli, coliflor y coles.
Las campañas de promoción, tanto nacionales como europeas (actualmente hay una en marcha en España, Francia y Alemania), están contribuyendo mucho a este crecimiento. En los últimos cuatro o cinco años, el consumo nacional ha aumentado notablemente.
El brócoli, que se produce principalmente en la Región de Murcia y en provincias limítrofes como Castilla-La Mancha, Albacete o la Vega Baja, y durante el verano en zonas de Andalucía como Granada, se ha convertido en un producto estable y disponible prácticamente los 365 días del año.
La estabilidad del consumo ha sido clave. En los últimos diez años, el brócoli ha pasado de ser un producto ocasional a una de las cinco hortalizas imprescindibles en los lineales de los supermercados. Antes, en función del precio o la época, podía desaparecer del punto de venta.
En definitiva, el brócoli se ha consolidado como un producto con una demanda creciente, precios estables y presencia continua tanto en la producción como en el consumo.
MF. ¿Cómo diría que está afectando la inflación y los altos costes a la campaña?
JM. Llevamos ya cuatro años arrastrando el problema de los altos costes. La energía, el agua, la tierra, los fitosanitarios… todo ha subido. La inflación se ha estabilizado en cierto modo, pero los costes se han instalado en niveles muy altos y resulta muy difícil reducirlos.
Si no se implementan herramientas que aumenten la productividad por hectárea, será complicado abaratar los costes y mantener precios razonables.
Este año, por ejemplo, hemos tenido que abandonar algunas cosechas a finales de octubre porque no alcanzaban la calidad necesaria. Eso repercute directamente en la productividad y, por tanto, en los precios.
A esta situación se suma la falta de herramientas para combatir plagas como la mosca blanca. Las restricciones de uso de productos fitosanitarios, los límites máximos de residuos cada vez más bajos… hacen que las cosechas queden desprotegidas ante cualquier eventualidad. Donde antes había mil toneladas, ahora puede haber quinientas, y eso termina afectando al mercado.
Todo esto, unido a los costes laborales, del agua y de la energía, nos preocupa mucho. Necesitamos una agricultura sostenible, sí, pero sostenible en los tres sentidos: social, medioambiental y económico. Si una empresa no es rentable, no puede sostenerse, y sin rentabilidad no hay producto ni futuro para el campo.
Lo importante es poder mantener una buena productividad y precios justos para toda la cadena, de manera que productores, distribuidores y consumidores salgan beneficiados.
Acceso a la entrevista en la página 10 de Murcia Fruits.
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