El Presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, habla sobre el Corredor Mediterráneo en materia de agricultura

Fernando López Miras afirma que el Corredor Mediterráneo sólo tiene sentido si se desarrolla íntegramente desde Algeciras —pasando por Lorca, Murcia y Cartagena— hasta Francia. / CARM
Por Fernando López Miras.
La Región de Murcia que conocemos debe mucho de lo que es hoy a nuestros agricultores y regantes, a la experiencia acumulada sabiamente durante generaciones, a ese legado de valor incalculable que nos permite desarrollar en nuestras explotaciones una agricultura de altísima calidad que goza de gran demanda en los mercados internacionales. Y en todo ello tiene mucho que ver esa cualidad trasmitida de generación en generación y que marca totalmente la diferencia a nuestro favor: la certeza de que nadie en el mundo aprovecha mejor una gota de agua que nuestra tierra.
Toda esa sabiduría y buen hacer encontró su verdadera piedra filosofal a partir de la llegada en 1979 de los primeros caudales del Trasvase Tajo-Segura, que convirtieron en verdad innegable lo que todos sabíamos, que, con el suministro necesario de agua, nuestra agricultura, y, por extensión, la de todo el Levante español, estaba llamadas a liderar la producción y comercialización de los mejores productos agroalimentarios de toda Europa.
Sin embargo, ese factor diferencial que tanto ha contribuido a la riqueza y prosperidad no sólo de nuestro sector agrícola, sino del conjunto de España, se encuentra hoy más amenazado que nunca debido al drástico recorte al que el Gobierno de España pretende someter al Trasvase Tajo-Segura, y lo que resulta aún más doloroso, sin fundamentarse en datos científicos y obedeciendo a criterios políticos.
De esta forma, se pone en serio riesgo no sólo la actividad que se desarrolla en nuestras explotaciones agrarias, sino también al resto de sectores asociados, como el del procesado, el envasado y empaquetado, el del transporte o el de la industria agroalimentaria. Y siendo bien conscientes de que cualquier merma en este ámbito productivo tan importante, tiene su reflejo en el conjunto de la actividad productiva regional. La nuestra no es una economía de compartimentos estancos, sino que el crecimiento y desarrollo de cada uno de sus sectores estimula al del resto.
Por eso, la defensa del Trasvase Tajo-Segura es una cuestión absolutamente vital para que la Región de Murcia que hoy somos, a la cabeza de la creación de empleo y del crecimiento económico en España no se vea frenada y sufra un daño que pueda ser irreversible. Y con ella, las provincias vecinas de Alicante y Almería que también reciben agua del Trasvase.
Creo firmemente en que los gobiernos tienen como misión primordial el mejorar la vida de las personas y encontrar soluciones para los problemas que amenazan todo aquello que se ha conseguido a base de tanto trabajo y esfuerzo, en este caso concreto por los agricultores y regantes de la Región de Murcia. A nadie escapa que sin agua no hay producción, no hay calidad, no hay futuro. Mucho menos en una agricultura cada vez más innovadora y avanzada técnicamente como la nuestra, que, paradójicamente, puede verse frenada por la carencia de algo tan sencillo como un recurso natural que lleva siendo el mismo desde que el mundo es mundo.
Pero la cosa no queda simplemente ahí. En 2027, afrontamos dos amenazas gravísimas. A la ya sabida reducción de envíos del Trasvase, se suma la limitación del uso de aguas subterráneas. Cuando la situación demanda acuerdos y consensos lo más amplios posibles, en los que primen la solidaridad, la igualdad y la sensatez como principios sobre los que articular un gran Pacto Nacional del Agua, hay quienes se empeñan en poner todos los impedimentos para que esto no pueda ser posible.
De llevarse finalmente a efecto esas medidas restrictivas en 2027, nuestra Región se verá abocada a la merma de hasta 28.000 hectáreas de regadío, 30.000 puestos de trabajo y 700 millones de euros en pérdidas en una actividad que es de las que más contribuye al sector exterior de nuestra economía nacional.
De nada sirve nuestra acreditada experiencia gestionando el agua, depurando y reutilizando hasta la última gota como nadie lo hace en Europa, mientras otros dilapidan inconscientemente un recurso que es pura vida para esa España seca que valora en su justa medida lo vital que resulta contar con la cantidad que cubra sus necesidades.
Sólo hay que constatar las cifras de exportaciones de este último año para comprobar la pujanza de nuestro sector hortofrutícola, que han crecido en un 8,5% en su valor hasta alcanzar los 2.668 millones de euros de enero a agosto de 2025, abriendo brecha en mercados tan estratégicos como Estados Unidos o Arabia Saudí.
Un crecimiento que va más allá del sector primario, ya que la Región de Murcia también se consolida como líder absoluto a nivel nacional en la exportación de sistemas de riego para la agricultura, con un crecimiento del 12,85%, alcanzando los 26,9 millones de euros en el periodo acumulado hasta agosto de 2025. Un dato que confirma la fortaleza del clúster de Agrotecnología regional, que exporta casi el doble que la segunda comunidad autónoma del ranking, y el triple que la tercera.
Toda esta riqueza generada por el sector agrícola y el de las tecnologías asociadas al mismo, requiere, además de agua, de otro factor clave para generar riqueza: el poder contar con las infraestructuras necesarias que permitan los movimientos de mercancías de la manera más rápida y rentable. En ese sentido, el Corredor Mediterráneo está llamado a desempeñar un papel fundamental, una vez entre en servicio.
Una infraestructura ferroviaria esencial a nivel europeo, que seguimos impulsando y reivindicando desde el Gobierno regional porque la red ferroviaria de alta velocidad y ancho internacional, que transformará el litoral mediterráneo y lo conectará con el resto de Europa sólo tiene sentido si se desarrolla íntegramente desde Algeciras —pasando por Lorca, Murcia y Cartagena— hasta Francia.
Únicamente así garantizaremos realmente la eficiencia en el transporte de mercancías, mejoraremos la competitividad de nuestras empresas y vertebraremos mejor nuestro territorio. Cada día que la Región de Murcia pasa sin estar conectada al Corredor supone una pérdida de oportunidades y, por ello, urge su finalización en el menor tiempo posible.
Está previsto que esta futura conexión, altamente estratégica para la Región de Murcia, además de para el conjunto de redes de transporte y comerciales del Levante español, pueda suponer la creación de más de 21.000 puestos de trabajo directos e indirectos, además de atraer a numerosas empresas dedicadas a la actividad alimentaria, hortofrutícola, de transporte y logística, tecnológica, y también textil.
Resulta innegable, pues, que la prosperidad presente y futura de nuestra tierra pasa, inevitablemente, por la conjunción más perfecta posible entre unos factores de tanto valor añadido como los que representan la agricultura, el agua y las infraestructuras; tres motores de progreso sobre los que construir una Región de Murcia con más y mejores oportunidades para todos.
(*) Presidente de la Región de Murcia
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