Algunos analistas internacionales creen que sí, porque ciertos compradores miran hacia Sudamérica para aprovisionarse de vino
Argentina afronta este año una buena vendimia en cantidad y calidad y se convierte en un actor más relevante en el mercado internacional, ayudada además por la fuerte devaluación de su moneda, el peso. La pregunta es: ¿debe asustar a España esta mayor competitividad? ¿influirá a la baja en los precios?
Algunos analistas internacionales creen que sí, porque ciertos compradores miran hacia Sudamérica para aprovisionarse de vino, con la consiguiente presión sobre las cotizaciones en nuestro país, a lo que suman la llegada de lluvias y nieves y ausencia de heladas, que mejoran las expectativas productivas del viñedo español para 2018.
El operador global Ciatti asegura en su último informe de abril que España sigue siendo una fuente importante para suministrar volúmenes de vinos genéricos, con precios estables e incluso abiertos a la negociación, particularmente en los blancos. Recuerda que los valores de los productos de mayor calidad y varietales internacionales se mantendrán fuertes y no caerán porque prácticamente están agotados en nuestro país.
Situación diferente es la que afecta al vino común o genérico, que pueden sufrir la presión de las mayores cosechas de Sudamérica. Especialmente la de Argentina que, tras años difíciles con sus vendimias, gana ahora competitividad en el mercado global y podría ser un firme competidor del producto español. Según Ciatti, hay compradores internacionales que retrasan sus órdenes de compra para ver si el país americano ofrece precios agresivos esta campaña. Y algo similar apunta sobre los concentrados de zumo de uva.
Sin embargo, el director general del Observatorio español del Mercado del Vino (OeMv), Rafael del Rey, discrepa: “España tiene una posición en el mundo del vino como para no temerle a nadie. Es cierto que hay más cosecha en Argentina o Chile, pero son cantidades relativamente pequeñas comparadas con los volúmenes españoles”.
Asimismo, Del Rey recuerda a Efeagro que Argentina es un gran consumidor de sus propios vinos e incluso una buena parte de las exportaciones chilenas han recalado en su país vecino en el pasado. Más aún, el director general opina que la cantidad que salga al mercado internacional desde Chile y Argentina será “escasa”.
Previsiones de vendimia
Los primeros pronósticos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) para las vendimias que se desarrollan actualmente en el Hemisferio Sur son positivos para Argentina, Chile, Nueva Zelanda y Uruguay, con crecimientos de producción en todos los casos; por contra, caerán las cosechas, respecto a 2017, en Sudáfrica (afectada por una dura sequía), Australia y Brasil.
Sí, se prevén 13,5 millones de hectolitros para Argentina (+14,20%); 8,6 millones en África del Sur (–20,38%); 12,5 millones en Australia (–8,69%); 11,3 millones en Chile (+19,05%); 3,1 millones en Nueva Zelanda (+8,73%); 700.000 hl en Uruguay (+4%) y 3 millones de hl en Brasil (–11,24%), de acuerdo con la fuente.
El mercado todavía se ve afectado por las bajas producciones del año pasado en España y otros productores, que disparan los precios. En 2017 se produjeron 250 millones de hectolitros de vino, una producción históricamente baja, tras la reducción del 8,6% respecto al año anterior, que se explica sobre todo por las condiciones climáticas desfavorables en la UE (–14,6%), según el OIV.
El año pasado se consumieron 243 millones de hectolitros en el Planeta, cifra que se estabiliza desde la crisis económica de 2008 y presenta una tendencia positiva desde hace tres años. Estados Unidos se consolida como primer consumidor mundial de vino, por delante de Francia, Italia, Alemania y China.
Por lo que respecta al comercio internacional del vino, el OIV valora que se obtiene en 2017 “un saldo muy positivo tanto en volumen (108 millones de hectolitros lo que supone un aumento del 3,4% con respecto a 2016) como en valor (30.400 millones de euros, lo que supone un aumento del 4,8% con respecto a 2016)”. Los datos constatan la internacionalización creciente del mercado de vino, con España como una de las grandes potencias.
Evolución de los precios del granel
En cuanto a la evolución de los precios del granel, en el corto plazo, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente recoge valores a la baja para la mayoría de plazas representativas del 16 al 22 de abril respecto a la semana anterior.
El vino blanco sin DOP/IGP se paga a granel y salida de bodega a 55,28 euros por hectolitro en Albacete; 55,99 en Badajoz; 52,80 en Ciudad Real; 51,69 en Cuenca y 51,49 en Toledo. El tinto común lo hace, mientras tanto, a 63,31 en Albacete; 66,26 en Ciudad Real; 60,64 en Cuenca; 64,13 en Badajoz; 58,08 en Murcia; 63,39 en Toledo y 64,27 en Valencia, de acuerdo el Mapama.