El secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana repasa la actualidad del sector y las medidas y acciones previstas por la conselleria de Agricultura para el periodo que ahora empieza
Raquel Fuertes. Redacción.
En este inicio de curso el campo valenciano se enfrenta a retos, amenazas y proyectos que marcarán su devenir inmediato y también a largo plazo. Repasamos con Roger Llanes, secretario autonómico de Agricultura, aspectos esenciales como la situación de sanidad vegetal, el trasvase o la nueva PAC. Conocedor del sector por formación, vocación y experiencia profesional, Llanes explica las medidas de la conselleria de Agricultura para contener plagas como el Cotonet de Sudáfrica, continuar liderando la lucha biológica o reivindicando el agua para los regantes alicantinos, siempre con la vista puesta en garantizar futuro y rentabilidad para la agricultura valenciana.
Valencia Fruits. La expansión del Cotonet de Sudáfrica es una constante informativa en los últimos meses, ¿qué ha provocado que esta plaga preocupe especialmente a los citricultores de las comarcas del sur de Castellón y del norte de Valencia en 2021?
Roger Llanes. Desde el año 2015, con el primer Botànic, somos conscientes de la amenaza que puede suponer el Cotonet de Sudáfrica para nuestros cítricos. Hay que tener en cuenta que se detectó en 2009, no es un problema nuevo. Pero hasta 2015 no se hizo nada para frenar la plaga. En ese año se sentaron las bases que ahora centran la lucha contra el Cotonet.
“Desde el año 2015, con el primer Botànic, somos conscientes de la amenaza que puede suponer el Cotonet de Sudáfrica para nuestros cítricos”
Principalmente nuestros esfuerzos se orientaron a la búsqueda y aclimatación de un depredador natural. Para ello tuvimos que ir al origen, a Sudáfrica, para buscar enemigos naturales de esta plaga y recurrimos, asimismo, al uso de feromonas para capturar con trampas ejemplares de Cotonet. Estas trampas las produce una empresa valenciana tras un programa de investigación liderado por la Conselleria y la Universitat Politécnica de València.
En esto estábamos trabajando cuando se produjo la suspensión de la autorización para el uso del Metil-clorpirifos (junio 2020), materia activa sobre la que la mayor parte de productores basaban su lucha contra el Cotonet. La Comisión Europea prohibió su uso a partir de ciertos estudios que señalaban que esa materia podía ser potencialmente cancerígena. Esa decisión fue súbita. Y ese fue el problema: de la noche a la mañana los productores se quedaron sin la principal arma contra este cotonet. Al mismo tiempo, por la propia dinámica poblacional de la plaga, se empezaron a encontrar más parcelas afectadas más allá del Camp de Morvedre. Se trasladó al sur de Castellón, Plana Alta y Plana Baixa, y también a l’Horta Nord (Valencia).
Por tanto, la situación cuando se prohíbe el Metil-clorpirifos, es que los programas de investigación abiertos en 2015 llegaron a tiempo para ponerse en marcha. En la primera campaña sin esta sustancia activa pudimos hacer algunas sueltas de Anagyrus, también pudimos iniciar algún trampeo con las feromonas (la capacidad de la fábrica aún estaba muy limitada) y en esta campaña la capacidad de producción ya ha permitido cubrir mucha más superficie (7.600 hectáreas protegidas con 1,7 millones de dispositivos de trampeo).
“El avance del Cotonet ha sido paulatino. Hemos comprobado que las hormigas o la propia actividad y desplazamiento de la fruta contribuyen a su expansión”
VF. Los citricultores durante este año han denunciado un avance de la plaga que había que frenar. ¿Cuál es la posibilidad real de expansión de una plaga de estas características? ¿En qué situación se encuentran las zonas de producción citrícola valencianas?
RL. El avance del Cotonet ha sido paulatino y hemos comprobado que las hormigas o la propia actividad y desplazamiento de la fruta en campo y almacenes contribuyen a su expansión y por eso hemos aprobado recientemente una serie de medidas para la desinfección de materiales y herramientas de trabajo que se usan en el campo.
Efectivamente ha habido una difusión, pero algunas de las cifras que han aparecido publicadas no se corresponden con las que manejamos tras nuestras prospecciones. El año pasado se hablaba de 10.000 hectáreas y la superficie cubierta con trampas, a solicitud de los agricultores afectados, fue, como decía de 7.600. Este año se hablaba de 20.000 hectáreas y en las prospecciones que hemos realizado no se alcanzan estas cifras. Lo que sí estamos viendo es que hay una serie de parcelas muy afectadas, otras que no lo están tanto y comarcas en las que el Cotonet es inexistente o se encuentra por debajo de un 3% de árboles afectados.
VF. Aunque haya disparidad al hablar de superficie afectada, el avance de la plaga en este año es incuestionable. Entre las medidas emprendidas por la Conselleria se encuentra desde un plan de choque con el uso excepcional y controlado de Metil-clorpirifos y otras medidas de lucha biológica, ¿qué medidas han puesto en marcha?, ¿qué objetivos se marcan con estas actuaciones?
RL. Aparte de las medidas dispuestas anteriormente, hemos hecho un plan de actuación ampliado que contempla actuaciones adicionales. Este año la Conselleria va a invertir 5,5 millones de euros para contener la expansión del Cotonet de Sudáfrica.
Lo primero que hemos hecho es declarar de utilidad pública la lucha contra el Cotonet de Sudáfrica, de modo que la lucha contra esta plaga es obligatoria, esto nos faculta para realizar los tratamientos que la Conselleria va a realizar subsidiariamente a los agricultores.
Disponemos de una autorización excepcional que nos ha concedido el Ministerio de Agricultura para poder hacer uso del Metil-clorpirifos entre el 30 de agosto y el 27 de diciembre. Esta autorización faculta únicamente a la Conselleria a aplicar el tratamiento en las parcelas que tengan más de un 60% de daños. Hemos localizado 2.200 hectáreas que cumplen este requisito en las cuatro comarcas más afectadas. La finalidad es reducir drásticamente la población en estas zonas y que no se conviertan, de cara a la siguiente campaña, en un reservorio que facilite su propagación. Para que nuestro comercio no se vea afectado, se acordó, con la connivencia de las organizaciones agrarias y las cooperativas, que la fruta de esas parcelas no llegara de ningún modo al mercado. Por ello los propietarios han de firmar una declaración responsable con la que se comprometen a la destrucción total de la cosecha, algo que también debe reflejarse en el cuaderno de campo.
En el apartado de lucha biológica, que para nosotros es prioritario, se suma de la compra dos millones de ejemplares de Cryptolaemus. Es un insecto que se conoce desde hace décadas. No es específico del Cotonet de Sudáfrica (de hecho, es un gran conocido de productores y cooperativas), pero es un gran depredador, y hemos visto que puede ser un buen aliado porque rebaja la población. El Cryptolaemus ya está aclimatado y lo que vamos a hacer es reforzarlo aún más que en otras campañas. No solo con nuestra producción, la de las organizaciones agrarias o las cooperativas, sino que, además, hemos hecho una compra pública de urgencia en la que hemos invertido 300.000 euros para realizar sueltas masivas de Cryptolaemus con las que ya hemos empezado. Estas sueltas tienen el cometido de reducir población ya asentada de cara a la siguiente campaña.
También se declaran obligatorias medidas de bioseguridad como el movimiento de material vegetal de cítricos en la Comunitat. Así, no podremos transportar material vegetal que no esté convenientemente desinsectado de una a otra comarca. También hay que desinfectar los útiles de campo, al igual que los palets, los cajones, los capazos… para que cuando vuelvan al campo no se conviertan en una fuente de propagación del Cotonet.
Las medidas propuestas tienen como objetivo frenar el avance de la plaga.
“Hemos hecho un plan de actuación ampliado. Este año la Conselleria va a invertir 5,5 millones de euros para contener la expansión del Cotonet de Sudáfrica”
VF. En julio Antonio Quintana, director general de Agricultura, anunciaba que se iban a realizar prospecciones para conocer el alcance actual de la plaga con vistas a la aplicación excepcional de Metil-clorpirifos y también para conocer la situación real actual, ¿ya disponen de los datos de esas prospecciones?
RL. Aunque los datos todavía no son definitivos, se han hecho prospecciones en unas 1.500 parcelas de 17 comarcas de Castellón y Valencia. En las tres más afectadas, Camp de Morvedre, Plana Alta y Plana Baixa, la media de presencia de Cotonet vivo sobre árbol era del 14%. La presencia del Cotonet es inferior al 3% en 10 de las 17 en las que se ha realizado la prospección. Además, en cinco comarcas no se ha encontrado ninguna parcela con presencias superiores al 30% y en otras cuatro son casos realmente puntuales. En siete no se ha encontrado ninguna parcela con afectación superior al 60% (barrera a partir de la cual se puede realizar la aplicación excepcional del Metil clorpirifos). En términos como Burriana, en Nules, en Quartell, en Vila-real… sí hay parcelas muy afectadas.
Uso excepcional Metil-clorpirifos: “La finalidad es reducir drásticamente la población en estas zonas y que no se conviertan en un reservorio que facilite su propagación”
“En el apartado de lucha biológica, que para nosotros es prioritario, se suma de la compra dos millones de ejemplares de Cryptolaemus (…) que rebaja la población”
“En las tres comarcas más afectadas, Camp de Morvedre, Plana Alta y Plana Baixa, la media de presencia de Cotonet vivo sobre árbol era del 14%”
VF. ¿Cómo puede afectar a la campaña citrícola 2021-22? ¿Va a haber ayudas para los productores afectados?
RL. Con estos datos, no creemos que el impacto real sobre la campaña vaya a ser excesivo. Por supuesto, esto no significa que no haya agricultores muy perjudicados o que podamos relajar las medidas de control sobre la plaga: hemos de actuar de forma contundente para evitar su expansión con las medidas del plan de actuación propuesto.
Hemos de tener listas medidas que no tengan que pasar necesariamente por el Metil-clorpirifos. Desde el Anagyrus hasta otros parasitoides, ya conocidos por nuestros técnicos o procedentes de Sudáfrica, las feromonas, las medidas en el movimiento del material vegetal… esperamos que todas estas medidas funcionen y logren mantener a raya el Cotonet de forma que se convierta en una plaga residual que no presente mayor problema. Algo que, por otra parte, ocurre en Sudáfrica, donde no es plaga como tal.
Además, estamos estudiando la posibilidad de conceder ayudas en función de las pérdidas que tengan para paliar la pérdida de la cosecha a partir de un determinado umbral para que las ayudas no distorsionen el equilibrio entre producción y comercialización.
VF. Pero este no es el único cotonet que tiene en jaque al campo valenciano esta temporada, también la producción de kaki puede verse afectada hasta en un 25% por otra plaga de estas características, ¿cómo están afrontando este problema denunciado por productores y cooperativas?
RL. Mientras que el Cotonet de Sudáfrica no es autóctono, en el caso del kaki tenemos la confluencia de hasta tres cotonets establecidos aquí y, por ejemplo, el que más daño está causando es el Pseudococcus longispinus.
Estos cotonets representan una amenaza menor para los cítricos, pero en los últimos años han colonizado las plantaciones de kaki, donde, por el tipo de cultivo, resulta mucho más difícil su control. Nos estamos reuniendo con las cooperativas y productores para diseñar un plan específico para el kaki, un cultivo sobre el que, tal y como es en la actualidad, no se tiene tanta experiencia como con los cítricos. Hay que buscar soluciones diferentes. Se ha observado que en las plantaciones más cercanas a los cítricos se agudiza el problema. Pero lo cierto es que un problema que no existía se presentó como peligroso desde la pasada campaña y estamos prestando toda nuestra atención para encontrar soluciones.
“En este momento quedan pendientes de finalizar los planes estratégicos nacionales (…) Para la agricultura valenciana, de una manera cualitativa, la nueva PAC puede ser positiva. (…) Tenemos confianza en salir mejor parados, dejando atrás injustas desventajas heredadas”
VF. La PAC también ha acaparado titulares en los últimos meses. Desde que el ministro Planas anunciase el año pasado que esta iba a ser una PAC “más mediterránea” hasta las negociaciones de los ecoesquemas de estos días, ¿qué implicaciones tiene realmente para la agricultura valenciana esta nueva PAC? ¿Qué queda pendiente para empezar esta nueva andadura?
RL. En este momento quedan pendientes de finalizar los planes estratégicos nacionales, tanto de España como del resto de los países miembros. El calendario inicial se retrasó por el propio retraso de la aprobación de la PAC en Europa. Después, ya en España, en la conferencia sectorial de julio se diseñaron una serie de líneas maestras que tienen que estar acotadas a lo largo de septiembre para finalizar totalmente el plan estratégico.
En estas semanas estamos con las últimas reuniones sobre los ecoesquemas. Quedarán algunos flecos por solventar que calculamos que se cerrarán con una conferencia sectorial que se celebrará, a más tardar, a finales de octubre.
Para la agricultura valenciana, de una manera cualitativa, la nueva PAC puede ser positiva. Confiamos en conseguir más importe en el pago básico en el primer pilar, vamos a ser capaces de conseguir mucha más superficie dentro del pago básico (unos de los puntos por resolver que tenemos con el Ministerio es cuánta superficie de la que ahora está fuera va a poder entrar, en qué plazo y cuándo finalizará el sistema de derechos históricos y culminará la convergencia de los importes entre regiones). También abogamos por que finalice el sistema de derechos históricos.
Otro de los puntos es la convergencia. La propuesta inicial estaba fijada en el 85%, como recogen los acuerdos de la PAC y queremos que se llegue al 100% ya. Nuestra situación ha de ser positiva en tanto que más productores y superficie van a poder acceder al sistema de pagos básicos. Esperamos que los ecoesquemas no nos perjudiquen por las peculiaridades de nuestra forma de producir.
En cuanto al segundo pilar, lo que atiende a medidas de corte agroambiental y estructurales, aunque estamos muy mediatizados por el sistema de repartos y baremos, establecidos en 2014, partimos de una mejor posición. Tenemos confianza en salir mejor parados, dejando atrás injustas desventajas heredadas.
La ficha financiera de la PAC es la misma, eso hay que tenerlo en cuenta. Representó un éxito para el gobierno español que, con la salida del Reino Unido, con 27 miembros de pleno derecho, muchos en peor situación económica que nosotros, que lográramos una ficha de país igual fue un éxito.
En definitiva, estamos trabajando sobre dos puntos: derechos históricos y convergencia. Respecto a la definición de agricultor genuino, el pago redistributivo o el límite de 300 euros para ser perceptor, por ejemplo, nos parece bien.
VF. Un tema que trasciende más allá de la agricultura y que mueve fichas en el tablero de la geopolítica española es el trasvase Tajo-Segura. Después de que hayan corrido ríos de tinta al respecto en lo que va de año, ¿cuál es la situación real del trasvase ahora?
RL. En este momento llevamos trasvasados 288 hm3, a falta de cerrar el año hidrológico (30 de septiembre). Estamos en la media. Por ejemplo, el año pasado teníamos 294,5 hm3 al final del año hidrológico.
“No es que vaya a ser la muerte del trasvase. Ni lo van a hacer ni dejaríamos que así fuese. Lo que ocurre es que … las pérdidas por la combinación entre reglas de explotación y nuevos caudales ecológicos han de solventarse con aportes alternativos”
VF. ¿Y el futuro?
RL. El trasvase se va a mantener. Con las nuevas reglas no cambia sustancialmente el resultado final del volumen trasvasado, lo que cambia es la curva de los momentos de trasvase. Básicamente, de los 4 niveles, del máximo al mínimo, lo que cambian son los intermedios. Con la actual definición de las reglas de explotación la decisión de trasvasar o no (en el nivel de discrecionalidad 3) recae muchas veces en el órgano político en lugar de en el órgano técnico y eso se elimina con esta regla de explotación.
Por otra parte, también se pretende que en lugar de hacer un trasvase con dientes de sierra se produzca un trasvase mensual más uniforme. Así, el volumen trasvasado al final del año hidrológico debe ser similar, pero con aportaciones repartidas de forma más regular.
El nivel de garantía de cabecera aumenta y el nivel de uniformidad de los trasvases también aumenta. El resultado final era bastante similar a lo que hay hasta ahora.
“Por supuesto, hemos de contar con que las aportaciones estén aseguradas. Si por una vía se ‘cierra el grifo’, se tiene que abrir por otra porque no nos podemos quedar sin agua. Además, no se puede cambiar agua barata por agua cara”
“Ya hemos presentado alegaciones en 39 ocasiones, el Consell presentará alegaciones en contra de las decisiones del trasvase si van en contra de nuestros intereses”
VF. Entonces, ¿por qué hay diferencias con el Gobierno? ¿Cuál es la posición de la Generalitat Valenciana?
RL. Nosotros nos oponíamos al momento en el que se decidió hacer cambios en las reglas de explotación. Al definir los caudales ecológicos, las necesidades de los embalses de cabecera cambian y, por tanto, eso influye en que el nivel de agua embalsada va a ser menor porque se aumentan las salidas. La combinación de nuevas reglas de explotación y mayor caudal ecológico sí tiene como resultado que el volumen del trasvase final será menor.
La consellera y la secretaria autonómica, que son nuestras representantes en el Consejo Nacional del Agua, votaron en contra del cambio de reglas porque las condiciones iban a cambiar a partir de la aplicación de los caudales ecológicos. De ahí nuestra oposición.
Estamos trabajando en estudios paralelos para ver cuál es el aporte que tendremos que cubrir con otras fuentes adicionales y complementarias de agua.
En definitiva, no es que vaya a ser la muerte del trasvase. Ni lo van a hacer ni dejaríamos que así fuese. Lo que ocurre es que, aunque continuaremos dependiendo mucho del trasvase, las pérdidas que se produzcan por la combinación entre reglas de explotación y nuevos caudales ecológicos han de solventarse con aportes alternativos.
La propuesta actual del ministerio es una combinación de tres caudales ecológicos en Aranjuez (7 hasta el 2026, 8 durante el 2026 y 8,5 a partir del 2026) que, en teoría, debe servir para que la puesta en marcha de infraestructuras de desalación, de interconexión de cuencas y depuración y otras que aporten al sistema que permiten que esos sucesivos escalones de bajada del trasvase se completen. Nuestra propuesta al Miteco pasa por proponerles que no haya cambios hasta que no estén en funcionamiento estas infraestructuras y establecer el caudal ecológico en 7 hm3 en Aranjuez.
Por supuesto, hemos de contar con que las aportaciones estén aseguradas. Si por una vía se “cierra el grifo”, se tiene que abrir por otra porque no nos podemos quedar sin agua. Además, no se puede cambiar agua barata por agua cara. Ha de ser agua al mismo precio. En esto somos contundentes y defendemos el trasvase y el pleno acceso al agua.
VF. ¿Qué esperan obtener finalmente? ¿Cómo pueden verse afectados el precio y la calidad del agua de riego en las zonas del sur de Alicante?
RL. El resultado final ha de ser misma cantidad de agua al mismo nivel de precios que estamos pagando. Eso implica poner en marcha muchas inversiones y medidas concretas. Esperamos que se tomen medidas de uso de energías fotovoltaicas en las desaladoras que hagan que el precio del mix agua desalada más agua del trasvase sea accesible y adecuado para los productores.
Muchas comunidades de regantes ya tienen desaladoras y saben manejarlas. La idea es que siempre haya un mix tanto en la procedencia del agua que dé una calidad de agua satisfactoria como en el precio medio ponderado.
VF. ¿Va a seguir acudiendo la Generalitat a los tribunales?
RL. A las reglas del trasvase nos opusimos en el Consejo Nacional del Agua y en julio se aprobó el real decreto que las contenía. Tenemos dos meses para las alegaciones y una vez más, de hecho, ya hemos presentado alegaciones en 39 ocasiones, el Consell presentará alegaciones en contra de las decisiones del trasvase si consideramos que van en contra de nuestros intereses.
Sobre los caudales ecológicos no hay que olvidar que lo que se ha presentado es un borrador que todavía tiene seis meses de exposición pública para observaciones y alegaciones. Nosotros, evidentemente, presentaremos observaciones a ese borrador en tanto no veamos cómo se recogen el en plan hidrológico de cuenca que se aprobará dentro de cuatro meses.
Como Conselleria y como Administración, nos estamos oponiendo (tenemos argumentos para ello) sabiendo que las reglas de explotación, per se, no son perjudiciales, pero nos anticipamos a su posible efecto en combinación con los caudales ecológicos. Sobre el borrador de los mismos aún hay tiempo y estamos trabajando para conseguir que en ningún momento falte el agua a nuestros regantes.
“Tenemos varios proyectos en el IVIA con resultados magníficos, (….) se parte del supuesto de una adaptación al cambio climático por reducción de insumos y de agua”
VF. Con el cambio climático no solo el agua va a ser un problema. Pero también las nuevas plagas o el uso cada vez más restringido de materias activas afectarán a la agricultura de nuestro futuro inmediato. ¿En qué líneas de investigación trabajan para adaptarse a los nuevos tiempos?
RL. Las nuevas plagas, en realidad, son fruto de la globalización. Lo que vemos es que llegan nuevas plagas y que debemos prestarles más atención.
De la misma manera, otras plagas que fueron muy preocupantes, ahora lo son menos. Nos vamos adaptando. Lo que intentamos es que se restablezca pronto el equilibrio. Dado que vamos a un escenario en el que no podemos basarnos tanto en la lucha química y dado que apostamos por una lucha biológica tenemos que conseguir un buen estado de sanidad vegetal en base, primero, a tener ciertos equilibrios, y, después, a un mejor conocimiento de la plaga, una mayor anticipación, unas herramientas mucho más extensas y extendidas, basadas más en el conocimiento y en la innovación que solo en la química. Y eso también pasa por la adaptación de los cultivos actuales, hemos de aumentar la resiliencia de la agricultura ante estos cambios.
Por ejemplo, en términos hídricos esto se traduce en seguir trabajando en mejorar la eficiencia hídrica, con trabajos de innovación en riegos deficitarios controlados con menor uso de agua, mejor aplicación del agua en base a sondas que registran el comportamiento de la planta y el suelo… Técnicas que nos permiten incrementar la eficiencia, reducir el uso de agua y también de nutrientes porque se aplica a la planta únicamente lo que necesita y en el momento que más rendimiento va a proporcionar. Tenemos varios proyectos en el IVIA con resultados magníficos, también proyectos piloto en explotaciones privadas en disminución de agua aplicada y de nutrientes.
En todos los casos se parte del supuesto de una adaptación al cambio climático por la vía de reducción de insumos y de agua utilizada.
Otra vía, desarrollada por el IVIA, es el manejo de cultivos adaptados a estas condiciones.
Una tercera vía es la elección de variedades o patrones que se adapten mejor a requerimientos menores de agua o de más aridez o de mayores temperaturas. Por ejemplo, en fruticultura se están analizando árboles que sean capaces de lograr mejores fructificaciones con menores horas/frío que las que hace unos años eran necesarias. Como pistacheros adaptados a menores altitudes o con menores requerimientos de frío.
Y, por último, también estamos trabajando, investigando e, incluso, implantando, con cierto conocimiento, con mesura y prudencia, cultivos propios de otras latitudes que pueden adaptarse bien como es el caso del aguacate.
VF. No podemos dar por finalizada la pandemia y aún permanece cierta incertidumbre, sin embargo, el sector no se detiene y todo apunta a la recuperación de cierta normalidad. ¿En qué forma va a estar presente la Conselleria de Agricultura en los próximos eventos?
RL. Efectivamente, el calendario de ferias parece que se va a restablecer con cierta normalidad, aunque haya ciertas restricciones en cuanto a las formas de celebración en sí. Las primeras citas son Organic Food Iberia, esta semana en Madrid; después, Fruit Attraction; Anuga, en Colonia…
Hemos previsto nuestra presencia y contamos con stand y empresas que van a formar parte de nuestra delegación en todos estos eventos. También hemos participado en el acto de corte del primer racimo de uva embolsada del Vinalopó… Poco a poco se va retomando todo y estaremos ahí, como siempre, apoyando la agricultura valenciana.
En definitiva, una vuelta a la normalidad con ciertas condiciones que la realidad de la situación sanitaria nos impondrá en cada momento.
“Al propio sector, a los productores, les corresponde decidir cómo y de qué manera quieren gestionar sus explotaciones para intentar ser más rentables”
VF. Y toca hablar de futuro y proyectos, ¿en qué están trabajando ahora y qué podemos esperar para los próximos meses además de la ampliación de la bioplanta de Caudete o la ley de calidad Agroalimentaria?
RL. En breve vamos a presentar el segundo plan de agricultura ecológica, basado no solamente en la producción sino también en el consumo, en destacar los valores y qué nos aporta la agricultura a la alimentación, no solo centrándonos en la producción, sino buscando incrementar la demanda interna. Otro reto es conseguir atender a la demanda de la gran superficie sin que eso suponga para el productor una pérdida de la rentabilidad. Hay que conseguir vender más, pero sin que el precio caiga para el productor.
Otro desafío parte de las propias políticas europeas. Para nosotros es muy importante como elemento de diferenciación con el resto de producciones mundiales. Nuestra producción es más sostenible per se, más saludable, con mayor seguridad alimentaria y medioambientalmente respetuosa. Y eso tiene que ser una ventaja. Ahí entra que exijamos también los mismos estándares de calidad a los productos que vengan de fuera. No tiene sentido que pidamos altos estándares a los productos europeos, pero luego dejemos que entren productos con peores cualidades que se presenten a los consumidores europeos como una opción de bajo precio. Eso es lo que no queremos.
Queremos producir los mejores alimentos y que esos sean los que consumamos en Europa y, como no podemos restringir el comercio, si vienen productos de otros países, tenemos que luchar por que vengan en las mismas condiciones de producción, tratamientos y salud alimentaria.
VF. Desde su perspectiva, ¿cuál es el principal reto al que se enfrenta la agricultura valenciana en el corto plazo?
RL. Sin duda, la obtención de unos márgenes de rentabilidad adecuados que hagan viable y atractiva la actividad agraria para los productores.
Luego, evidentemente, tenemos también toda una serie de desafíos tales como la necesidad no solo de mantener los mercados en los que ya trabajamos, sino de ampliarlos; la sostenibilidad ambiental, la lucha contra las plagas o la incorporación de tecnología, pero el reto principal es la rentabilidad, porque el resto cobra sentido a partir de la obtención de una rentabilidad, tal y como ocurre en cualquier otra actividad de carácter empresarial.
VF. ¿Y el riesgo a largo plazo?
RL. Pues en gran medida que esa falta de rentabilidad, junto a otras insuficiencias que presenta el sector, se traduzcan, como viene sucediendo, en abandono de campos y en falta de relevo generacional, lo cual puede dificultar nuestro avance.
VF. ¿Cómo imagina la agricultura valenciana de los años 50 teniendo en cuenta lo que sabemos y lo que se prevé?
RL. Es, precisamente , una de las grandes preocupaciones que tenemos. El sector productor valenciano parte de una buena posición, pero, si no invertimos en el futuro, podemos perder el tren del progreso. Se ha de ser consciente de nuestras debilidades y de nuestros puntos fuertes y, lógicamente, trabajar por mejorar unos y superar las otras. No podemos dejarnos llevar. Es indispensable actuar sobre ciertas desventajas que tenemos. La sociedad va a seguir necesitando alimentos y alguien va a proporcionárselos, la clave es quién o quiénes van a estar al frente del negocio agrario en el futuro. Sabemos que los fondos de inversión están cada vez más interesados en la agricultura y que se están produciendo muchos movimientos en esa dirección.
Por tanto, lo que está en crisis no es la agricultura sino cierta manera de desarrollarla. Para lograr ese cambio, el sector tiene que decantarse por fórmulas que les permitan aumentar sus dimensiones, tanto productivas como comerciales, mejorar su posición en la cadena comercial e introducir innovación y tecnología puntera en la gestión de sus parcelas, además de apostar decididamente por la calidad de los productos y la adaptación de éstos a un entorno marcado por el cambio climático y la preocupación por el medioambiente. El futuro avanza en esa dirección.
En este sentido, quiero recordar que la Generalitat ha puesto a disposición de los agricultores una ambiciosa ley de estructuras agrarias que ofrece las herramientas para acceder a esa modernización tan imprescindible, pero es al propio sector, a los productores, a quienes les corresponde decidir cómo y de qué manera quieren gestionar sus explotaciones para intentar ser más rentables.
Ampliación de la bioplanta de Caudete
La conselleria de Agricultura muestra su preferencia por la lucha biológica a la hora de enfrentarse a las plagas que amenazan los cultivos. La exitosa experiencia de produccción de machos estériles de Ceratitis capitata en Caudete de las Fuentes va a dar un paso más con una apliación en la que se va a aumentar la producción de estos ejemplares (actualmente es la primera de Europa y segunda a nivel mundial) y también se van a crear espacios para la investigación de otros insectos que puedan coadyuvar en la lucha biológica contra plagas. La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, visitó la bioplanta esta primavera y pudo comprobar en primera persona los avances en esta línea de trabajo e investigación.
Valencia Fruits. La lucha biológica es prioritaria en la estrategia de sanidad vegetal de la Conselleria, ¿cuáles son las líneas de trabajo y novedades que podemos esperar en esta línea de actuación?
Roger Llanes. La Conselleria lleva apostando desde 2015 por la lucha biológica y biotécnica, por una sanidad vegetal mucho más sostenible. Primero, por convencimiento y, después, por anticipación. Pensamos que era adelantarnos a las exigencias del futuro tanto por las exigencias del mercado como de la producción. Y ahora mismo es evidente que se ha confirmado lo que preveíamos ya que todas las disposiciones de la Unión Europea van en el mismo sentido, incluso el mercado ha incrementado su demanda de productos más sostenibles, más saludables, más seguros… la apuesta que hicimos en su día está dando sus resultados. Las estrategias de biodiversidad y de la granja a la mesa de la PAC van en esta dirección, el acuerdo de la PAC de junio está absolutamente alineado en esta dirección y nuestro plan estratégico va a tener una importante vertiente medioambiental.
Esto también afecta a la lucha contra plagas porque las tendencias es que se disminuya el recurso de materias activas disponibles. Habrá menos materias activas, más selectivas, más específicas y con menos riesgo. Con todo esto la ventana de oportunidad se abre para la lucha biológica y biotécnica.
También la agricultura ecológica está funcionando muy bien y es un camino que nos está marcando la dirección hacia el futuro.
VF. Concretamente, hay un proyecto para la bioplanta de Caudete de las Fuentes, un centro que ya es referencia mundial, ¿va a ampliarse más allá de la cría de machos estériles de Ceratitis capitata?
RL. Nos planteamos poner en marcha un proyecto que hemos estado madurando en los últimos dos años y que ahora vamos a presentar: ampliación y mejora de la bioplanta.
Ampliación para aumentar nuestra capacidad de fabricación de Ceratitis capitata (que ya es la segunda a nivel mundial) y lograr cubrir toda la superficie frutícola. Y mejora porque vamos a optimizar la eficiencia de los procesos y la eficiencia energética con el uso de energías renovables. Vamos a convertirlo en un centro general de lucha contra plagas, no solo de Ceratitis, sino que será un insectario dedicado a la investigación y aclimatación de otros organismos de control de plagas.