La agricultura ecológica se posiciona como uno de los sectores de vanguardia y de futuro del campo valenciano
La producción ecológica mantiene una tendencia ascendente en la Comunitat Valenciana. / Archivo
David Torres García (*)
Casi sorprende recordar algunas actitudes cuando se tomó la decisión de afrontar el reto de redactar y poner en marcha el I Plan Valenciano de Producción Ecológica en el año 2015. Para los economistas, como es mi caso, no es sorprendente encontrarnos con entornos de gran resistencia al cambio, pero en este caso fue sorprendente encontrarse con una actitud totalmente contraria por parte de algunos sectores, con actitudes que recordaban a los colectivos antivacunas que luego han aflorado con la covid. Sectores que mostraban su desacuerdo, oponiéndose a las evidencias científicas, con la necesidad de avanzar en la transición ecológica en el ámbito de la producción agroalimentaria.
Negando prácticamente todo, desde la emergencia climática hasta que los productos ecológicos fueran precisamente ecológicos, los negacionistas desarrollaban sus argumentos al más puro estilo trumpista con fakes y bulos constantes. Uno de sus argumentos más utilizados, por exótico que parezca ahora, era el que nos acusaba de querer volver a las cavernas. Pura ignorancia, porque seguramente quien lo dijo no era consciente de que hoy utilizamos más biotecnología en el cultivo de un tomate que tecnología llevamos en el teléfono móvil.
Negacionistas aparte, que por fortuna han disminuido paulatinamente, 6 años después pocos se atreverían a cuestionar la realidad de la producción ecológica, entendiéndola como aquella que, empleando técnicas de producción innovadoras que son amables con el medioambiente, promueve la circularidad y el bienestar de los animales y la salud de las personas.
Hablamos, en este caso, de la producción certificada por la propia Unión Europea con el sello ecológico. Un sello que representa los máximos estándares de calidad y que refleja los compromisos de las personas productoras con estos altos estándares de producción, y a través del cual las personas consumidoras tienen la seguridad de que el producto se ha elaborado de acuerdo con unas normas europeas de sostenibilidad muy específicas y estrictas.
A pesar de todo, seguro que continuarán existiendo los negacionistas, que ya no solo re-man en contra de las evidencias científicas, sino que reman en contra de las propias políticas europeas como el Pacto Verde europeo, y sus estrategias “De la Granja a la Mesa” y “Biodiversidad 2030” y el Plan de Acción europeo para el desarrollo de la Producción Ecológica. Políticas que tienen como objetivo que el 25% de las tierras de cultivo de la Unión Europea sean ecológicas en 2030 y la reducción significativa del uso de plaguicidas y de la pérdida de nutrientes, apoyando a la producción ecológica como la agricultura del futuro. De ese futuro que tanto nos preocupa y sobre el que debemos actuar ya pensando en nuestras generaciones futuras.
Lo que ya es muy difícil de negar es que el I Plan Valenciano de Producción Ecológica ha supuesto una revolución en la Comunitat Valenciana, donde hemos logrado colocarnos como líderes en crecimiento de producción, superficie y operadores, no solo a nivel estatal sino a nivel europeo.
En el Informe 2020, del Sector Ecológico de la Comunitat Valenciana, presentado por la Conselleria de Agricultura y el Comité de Agricultura Ecológica de la CV, se aprecia cómo se ha desarrollado este sector estratégico de nuestra economía, logrando un crecimiento de superficie alrededor del 20% anual, pasando de 77.120 ha en 2015 a 146.757 ha en 2020. El incremento en la implantación de empresas del sector agroecológico en nuestro territorio ha crecido por encima de las 800 firmas, entre elaboradoras, comercializadoras e importadoras, con un aumento del 82,1%. Y el aumento en el volumen de facturación también se ha disparado, pasando de los 278,9 millones de euros en 2016 a los 626,1 millones de euros en 2020. Igual que el número de operadores ecológicos en la Comunitat Valenciana, que ha crecido considerablemente, un 50,6%, con 3.544 actores en 2020.
“Es muy difícil de negar que el I Plan Valenciano de Producción Ecológica ha supuesto una revolución en la Comunitat Valenciana, donde hemos logrado colocarnos como líderes a nivel estatal y europeo”
Datos incontestables que dan idea de la importancia que está consiguiendo la agricultura ecológica, posicionándose como uno de los sectores de vanguardia y de futuro del campo valenciano, y con una perspectiva de crecimiento todavía bastante considerable, gracias a la apuesta de personas consumidoras e instituciones europeas, superando incluso las expectativas más favorables.
Además, el sector ecológico de la Comunitat Valenciana está incidiendo de forma positiva en dos de los problemas estructurales históricos del sector agrario valenciano, como es la carencia de relevo generacional y la incorporación de la mujer a este sector. Así lo demuestra la edad media de incorporación a la producción ecológica, que es de 48 años, y el porcentaje de mujeres, que en 2020 representaba un 31% de las personas operadoras del sector. Por lo tanto, este primer Plan, con un apoyo para consolidar la producción ecológica valenciana, ha supuesto también un impulso hacia la incorporación de la mujer y los jóvenes al mundo rural.
El pasado 1 de enero de este año entró en vigor el nuevo reglamento sobre agricultura ecológica que pretende reflejar la evolución del sector a su rápido crecimiento, garantizando una competencia leal para los agricultores y, al mismo tiempo, evitar el fraude y mantener la confianza de los consumidores. Un reglamento al que de nuevo nos hemos adelantado en la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica con la presentación del II Plan Valenciano de Transición Agroecológica a mediados de 2021, mediante el cual se pretende consolidar las políticas puestas en marcha con el primer plan y hacer frente a los nuevos retos futuros del sector ecológico.
“El II Plan Valenciano de Transición Agroecológica, presentado a mediados de 2021, pretende consolidar las políticas puestas en marcha del primer plan y hacer frente a los nuevos retos futuros del sector ecológico”
Un segundo plan que, al igual que el primero, busca generar un nuevo modelo económico con una transición ecológica y justa, pero afrontando dos grandes retos presentes y futuros: la emergencia climática y una alimentación saludable y sostenible garantizada.
Un II Plan que nace con grandes perspectivas y con una posición de liderazgo de la Comunitat Valenciana que no teníamos en 2016 y que nos va a permitir afrontar con garantías el futuro del sector. En estos momentos el territorio valenciano dispone de un 17,9% de superficie ecológica cultivada, frente al 9,8% de España y el 8,5% del total de Europa, por lo que desde la perspectiva de la oferta estamos en una posición de fortaleza que se puede afianzar en el II Plan, ya que seguimos teniendo un gran potencial de crecimiento. También el consumo se ha orientado hacia el interior como lo demuestran nuestros mercados de destino en el 2020, que han crecido un 2% en la Comunitat Valenciana y un 5% en España. En ese sentido se percibe un aumento del consumo interior frente al que la Comunitat Valenciana también dispone de una posición de fortaleza para dar respuesta al mismo.
“Por más que les pese a los que mantienen posturas negacionistas, nuestro futuro y el de nuestro sector agrario pasa por la producción ecológica. Un futuro que ya ha empezado a ser presente”
Por tanto, y por más que les pese a los negacionistas, nuestro futuro y el de nuestro sector agrario pasa por la producción ecológica. Un futuro que ya ha empezado a ser presente.
(*) Director general de Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana
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