Interfresa asegura que el 100% de las fresas y los frutos rojos exportados a Alemania cuenta con la certificación Spring
Efeagro.
Los productores y los exportadores de fresas españolas han salido en defensa de este producto ante la campaña lanzada por la asociación alemana Campact que busca presionar a los supermercados de este país para que no vendan esta fruta para no contribuir a la desecación del Parque Nacional de Doñana.
Todo ello en mitad de un cruce de reproches entre los actores políticos implicados que ha motivado, incluso, que el grupo de parlamentarios alemanes que iba a viajar a Andalucía para informarse sobre la producción de la fresa cancelara su visita ante la dimensión política que estaba tomando el asunto en España.
La Interprofesional Andaluza de la Fresa y los Frutos Rojos (Interfesa) ha señalado que la fresa y los frutos rojos producidos en Huelva cumplen con las certificaciones y los protocolos internacionales más exigentes que demandan los supermercados europeos para la gestión responsable del agua.
La interprofesional ha asegurado que el 100% de las fresas y los frutos rojos exportados desde la provincia de Huelva a Alemania cuenta con la certificación del Programa Sostenible de Riego y Uso de Aguas Subterráneas (Spring, por sus siglas en inglés). Este programa es uno de los instrumentos que tiene el sector exportador español para demostrar la gestión sostenible del agua.
El programa Spring forma parte de la certificación Globalgap y avala la legalidad de las fuentes de suministro de agua, incluyendo los caudales y la cantidad máxima de agua permitida. Para obtenerlo, los productores y comerciantes deben presentar una serie de documentos a los organismos de certificación aprobados por Globalgap y que en España suman un total de 19 entidades.
El programa Spring incorpora un gran número de criterios, como la conformidad legal de las fuentes de agua y las tasas de extracción, el seguimiento del consumo de agua, y el impacto de los productores en la gestión sostenible de cuencas hidrográficas.
También se analizan las mejores prácticas en la gestión hídrica, la protección de las fuentes de agua y las medidas que demuestren la mejora continua de dicha gestión.
Antes de la inspección de los organismos certificadores, deben remitirse los registros relativos al sitio de producción, el registro de tierras, los cultivos realizados, el origen de las fuentes de agua y la identificación de las instalaciones de almacenamiento de agua.
También debe presentarse una evaluación del riesgo de impacto de la legislación vigente, las fuentes de contaminación y el grado de eficiencia de los sistemas de almacenamiento, distribución y riego (con posibles problemas de evaporación o fugas).
Además, se miden la capacidad de retención de agua y permeabilidad de los suelos, la profundidad de las aguas subterráneas, las posibilidades de depuración posterior y la influencia de la agricultura en la sostenibilidad de la cuenca.
La gerencia de la empresa interesada en tener el sello tiene que elaborar una lista de objetivos y procedimientos para mitigar los riesgos, con los respectivos planes de formación y participantes.
Entre los documentos que deben presentarse con ocasión de la inspección figuran la lista de grupos de interés en la cuenca con sus riesgos y retos, y la identificación de los requisitos legales en materia ambiental, así como pruebas de la legalidad de las tierras, los edificios, las infraestructuras y las fuentes de suministro de agua, incluyendo caudales y máximo de agua permitida.
Se necesita entregar un mapa de la finca actualizado con todos los sitios de producción, con o sin riego, las fuentes de agua, las instalaciones de almacenamiento, los sistemas de distribución y riego y las unidades de manejo.
Además, Globalgap exige pruebas de que se cumplen las restricciones, se mantienen las instalaciones de riego y se controlan las fugas, se participa en la gobernanza de las cuencas hidrográficas, se identifican los recursos de aguas residuales y se tiene un plan de evaluación para el uso eficiente de la energía, a ser posible renovable.
Todos esos puntos figuran en una lista que el organismo de certificación debe verificar para otorgar el sello Spring, que es complementario a la norma de garantía de calidad agrícola integrada (IFA) de Globalgap.
Los propios supermercados alemanes exigen esta certificación, entre los que se encuentran los más relevantes: Rewe, Aldi, Lidl, Edeka y Kaufland, según Interfresa. En este sentido, Aldi España ha asegurado que compra “la mayor parte” de sus fresas a proveedores de Huelva, que todas son “de origen español” y que trabaja con 15 proveedores andaluces a los que exige desde julio de 2022 el certificado Spring”.
Los exportadores piden ayuda a Planas
La patronal de exportadores de frutas y hortalizas (Fepex) también salió ayer en defensa de la fresa de Huelva e indicó que la campaña alemana está “injustificada” y “no responde a la actividad productiva y económica” del sector fresero español sino a “objetivos comerciales” internos alemanes para “desprestigiar a los competidores y tener libre su mercado”.
Fepex envió también ayer una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la que le pide que “salga en defensa” del sector fresero tras la campaña alemana. En la misiva reclaman al titular de Agricultura que “intervenga” ante esta situación “como conocedor” del sector y “hable en nombre de él”, han informado a Efeagro fuentes de Fepex.
Cruce de declaraciones
El tema de los regadíos en Doñana viene enfrentando desde hace meses al Gobierno central con la Junta de Andalucía, especialmente por el cultivo de fresas en la zona colindante al parque nacional.
También ha dado su parecer la organización agraria Asaja, que la semana pasada solicitó la dimisión de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, por entender que sus mensajes alentaban el boicot de las fresas de Huelva.
Ribera, en declaraciones a los medios, y antes de conocerse la suspensión de la visita de los parlamentarios alemanes, ha indicado que lo que corresponde es “resolver el asunto” dentro de las propias fronteras españolas, “en donde se ha generado el problema, en el Parlamento andaluz”, al que ha pedido dar “un paso atrás”.
En su opinión, “la propuesta de regadío llevada al Parlamento andaluz se ha hecho sin ningún tipo de consenso, sin prestar atención a la ciencia, a la protección de Doñana, en un espacio considerado una catedral del medio ambiente”.
En la misma línea se ha pronunciado Planas, para quien la visita de los diputados alemanes respondía a la iniciativa “disparatada” del PP y Vox de Andalucía de ampliar regadíos en zonas sin agua y en contra de la legislación europea.
Por su parte, el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, ha emplazado a Pedro Sánchez a defender la fresa y a los agricultores españoles, después de que el presidente del Gobierno, según el portavoz popular, haya apoyado “indirectamente” un boicot contra productos nacionales.
La exportación de la fresa de Huelva
Según datos de la Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa y los Frutos Rojos de Huelva (Freshuelva) y el Observatorio de Precios de la Junta de Andalucía, la producción total de este fruto en la última campaña cerrada, la de 2021-2022, alcanzó las 270.120 toneladas. De la producción total de fresa, un 80% (alrededor de 216.000 toneladas) tuvo como destino mercados internacionales, siendo el principal Alemania, con 64.800 toneladas importadas (30%). De momento, en lo que va de campaña, la climatología adversa y los recortes de agua han provocado un descenso del 30% en la producción de fresa y del 25% en arándano con respecto a la misma fecha del año anterior.