Entrevista al Gerente de Udapa Sociedad Cooperativa, Alfonso Sáenz

Alfonso Sáenz de Cámara confirma que Udapa mantendrá las hectáreas de producción propia en cifras similares al año pasado. / Óscar Orzanco
Nerea Rodríguez. Redacción.
Desde Udapa, su gerente Alfonso Sáenz de Cámara confirma que en estos dos años postcovid hay una menor dedicación a la cocina o al consumo de productos frescos en casa y un aumento en la demanda de alimentos procesados como los platos listos para comer. Esta tendencia, que esperan no sea duradera, genera aún más incertidumbre en el camino a seguir en el mundo de la patata, máxime cuando se espera un 2023 con menos superficie destinada a su cultivo y después de cerrar un 2022 marcado por la caída de la producción en España y cifras récord en importación.
Valencia Fruits. Tras una campaña 2022 marcada por una caída generalizada de la producción de patata, ¿cuáles son las previsiones de Udapa para este año?
Alfonso Sáenz de Cámara. En producción propia, en Álava la previsión es empezar a sembrar en las primeras semanas de abril por lo que en estos días ya estamos distribuyendo la patata de siembra entre los agricultores y agricultoras de Udapa. Tradicionalmente en nuestra zona el cuarto mes del año marca el inicio del periodo de siembras, sin embargo con la climatología tan atípica que estamos teniendo con temperaturas en marzo más propias de mayo-junio, algunos productores se están planteando adelantar este inicio. Algo que desaconsejamos. En cuanto a la superficie estimada para esta campaña 2023, será similar al año pasado. En este punto, destacar que estoy bastante satisfecho de que, a pesar del difícil año agrícola que fue el 2022, la jubilación de alguno de nuestros productores, la situación económica general, el aumento de costes y en un contexto de descensos de superficie generalizado, desde Udapa hayamos mantenido las hectáreas de producción propia en cifras similares al año pasado.
“Un indicador que anticipa lo que va a suceder es la demanda de patata de siembra, que este año es algo menor respecto a 2022”
VF. ¿Cuáles son las noticias que llegan del resto de zonas de influencia para Udapa?
ASdC. Un indicador que anticipa lo que va a suceder es la demanda de patata de siembra en España, y en general, se puede decir que es algo menor en comparación al año pasado.
En Castilla y León, por ejemplo, hay gran preocupación por el tema del agua. En pleno periodo de sequía y con la prohibición de extracción de agua del subsuelo, no hay garantías de dotación suficiente para riego. Esto, junto con el aumento de costes que se viene arrastrando, las nuevas prohibiciones de uso de fitosanitarios, la competencia de otros cultivos,… da a priori como resultado un posible descenso de un 3-5% de la superficie de siembra.
En cuanto a Andalucía y Murcia, las plantaciones realizadas en octubre presentaban buenas cifras, efecto del buen sabor de boca que dejó la temporada 2022. El problema es que las heladas del mes de febrero, más intensas en Sevilla y algunos municipios murcianos, han causado daños en un número considerable de hectáreas. La paralización del cultivo que estas han generado supone calibres más pequeños y la consiguiente pérdida de rendimientos de kilos por hectárea.
Todo esto va a provocar que la campaña de patata nueva comience con escasez de producto en Andalucía y Murcia, y esta menor oferta afectará al comienzo de la campaña de Castilla y León.
VF. ¿El descenso de consumo como consecuencia del incremento de precios también afecta a la patata?
ASdC. En el caso de la patata, mi percepción es que parte del consumo doméstico se ha trasladado al sector Horeca, donde se está viendo un aumento de la demanda muy fuerte. Así mismo, constatamos una mayor demanda de alimentos procesados, de los platos semielaborados y listos para comer, posiblemente, derivado del incremento de precios de los productos frescos y alimentos básicos como el aceite, los huevos, también la patata, o la propia luz.
El temor es que esta menor dedicación a la cocina o al consumo de productos frescos en casa sea una tendencia duradera y repercuta negativamente en las ventas de producto fresco, que siendo la oferta ganadora, la situación actual genera bastantes incertidumbres sobre el camino a seguir de cara al futuro.
VF. ¿Se prevén nuevas subidas en el precio de la patata?
ASdC. El aumento ya se vivió durante la pasada campaña debido a la falta de cosecha y a la inflación, y todo indica que, en un escenario similar, los precios se mantendrán igual. Esperemos que no suban más porque los precios actuales ya son altos y con una nueva subida, el consumo se resentiría aún más.
Si el tiempo acompaña en estos meses ayudará a obtener una cosecha en condiciones evitando así un desequilibrio entre oferta y demanda, manteniendo los precios en niveles del año pasado, incluso bajándolos un poco.
VF. ¿Cuáles son las tendencias en el mundo de empresas especialistas de patata?
ASdC. En un contexto de tanta competitividad, la tendencia es la ‘personalización’ de los productos. Es decir, adaptar tu oferta a los diferentes modelos de consumo con propuestas como patatas de un cierto calibre para el microondas, patatas con un mayor calibre para guarnición, una variedad específica para freír, para cocer,…
Las empresas vamos ampliando nuestras referencias y propuestas para ofrecer novedades y en definitiva para adaptarnos a las diferentes necesidades de consumo.
VF. Como presidente de la sectorial de patata de Fepex, ¿cuáles son las principales reivindicaciones del sector?
ASdC. Hay bastante preocupación con la dinámica y la presión que se está viviendo en el campo. Si ya es complicado producir de acuerdo a las exigencias cualitativas y estéticas del mercado, las nuevas normativas europeas impuestas desde Bruselas dificultan aún más el trabajo de los productores. A esto se añade la continua restricción de productos fitosanitarios y la ausencia de soluciones alternativas.
Este periodo de ‘hiperlegislación para hipercontrol’, con tanta burocracia por medio, no hace más que desanimar a los y las agricultoras a seguir trabajando sus tierras al sentirse más presionados por parte de las administraciones y, además por diversas razones, se sienten demonizados por parte de la sociedad en general.
Al hilo de esto, otros temas que preocupan en Fepex son el envejecimiento de los agricultores y agricultoras, con una media de edad de cerca de 60 años; la falta de relevo generacional y las dificultades, primero, de buscar mano de obra y luego las complejidades en la contratación a raíz de los cambios de los últimos años en la legislación laboral.
Todo esto se produce además en un contexto de un ejercicio 2022 con una producción de patata en España en retroceso frente a la campaña anterior habiendo alcanzado su mínimo histórico con 1.942.778 toneladas (–7%), y una dependencia del exterior con récord en importación superando el millón de toneladas y con Francia como nuestro principal suministrador, el cual sigue creciendo en todo el territorio nacional.
Es por eso que desde Fepex, la sectorial de patata venimos revindicando mayor apoyo por parte de las administraciones y más empatía por parte de la sociedad hacia esos productores y productoras que hace tres años eran héroes y ahora parece que son ‘el malo de la película’.
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