Antonio Quintana Martínez, director general de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana, repasa sus primeros seis meses en el cargo
Andoni Narvaiza. Redacción.
Como integrante del gobierno del Botànic II, donde conviven diferentes partidos políticos, destaca que “ante todo prevalece el interés general y en nuestro caso concreto siempre se trabaja en pro del sector agrario, ganadero y pesquero”. Quintana asume sus responsabilidades en un territorio marcado por unas estructuras agrarias que deben evolucionar y muestra un firme apoyo al agro valenciano, sector que “ha dado la talla” durante estos tiempos de pandemia. Además, pone de relieve el compromiso de la Conselleria con asuntos tan trascendentes para el sector como la sanidad vegetal o los seguros agrarios, sin perder de vista otras cuestiones esenciales para el sector agropecuario valenciano.
Valencia Fruits. Teniente-alcalde de Chera desde 2007, secretario general del PSPV-PSOE de la comarca de Requena-Utiel desde mayo de 2012, y tras ser diputado nacional por la provincia de Valencia entre junio de 2018 y mayo de 2019, el 15 de diciembre de 2020 asume el cargo de director general de la Conselleria de Agricultura, ¿cómo vive este cambio en sus responsabilidades?
Antonio Quintana. Por una parte, con mucha ilusión y, por otra, con mucha responsabilidad, como supone asumir un cargo en cualquier gobierno ya sea autonómico, local o estatal, porque al final tus buenas y, sobre todo, tus malas decisiones pueden influir en mucha gente. En mi caso, contento, satisfecho y orgulloso de estar aquí y agradecido al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, por pensar en mí para este cargo.
VF. En la Conselleria, fruto del acuerdo del Botànic II, conviven varios partidos, ¿cree que han conseguido primar las necesidades del sector sobre los intereses de los partidos políticos que representa cada uno?
AQ. Por supuesto que sí. Desde el principio la acogida por parte del personal de esta casa del ámbito político, directivo o funcionarial ha sido exquisita. Desde la consellera hasta el último miembro de esta conselleria tenemos claro que lo importante es el beneficio del sector, trabajar todos juntos y tener un equipo cohesionado, esa es nuestra labor y es por lo que estamos trabajando. El Botànic nació para trabajar para los valencianos y valencianas, todo lo demás es ruido, interesado muchas veces, y ante eso, a pesar de que somos partidos de diferente ideología y hay momentos en los que tenemos distintas formas de pensar, creo que está claro que hay una misma forma de actuar, que es en pro del sector agrario, ganadero y pesquero.
“Para ser más competitivos debemos cambiar las estructuras agrarias actuales del territorio valenciano, eso significa hacer cambios”
VF. Uno de los problemas de la agricultura valenciana es el abandono de tierras. Sin embargo, años después de la publicación de la Ley de Estructuras Agrarias, su desarrollo práctico está siendo muy lento, ¿a qué cree que se debe? ¿En qué momento se encuentra la mesa de trabajo de estructuras agrarias?
AQ. Yo creo que esta ley es una herramienta casi perfecta para un cambio de paradigma en el campo valenciano. Pero es cierto también que al sector históricamente le cuesta mucho hacer cambios, y así se explicaría la lentitud inicial y que esté costando arrancar todo este proceso.
Actualmente tenemos constituida la mesa de estructuras agrarias, es una mesa muy dinámica donde el sector está implicadísimo porque es consciente de que hay que hacer algo. Estamos en un mundo cada día más globalizado donde hay más competencia, debido en gran medida a países terceros, que son más competitivos por unas cuestiones sociales que aquí no queremos como sueldos paupérrimos que no son nuestro modelo ni a donde queremos ir.
En nuestro caso, para ser más competitivos debemos cambiar las estructuras agrarias actuales del territorio valenciano, eso significa hacer cambios, y en esos cambios evidentemente la Administración está dispuesta a ayudar al sector para conseguirlos.
Próximamente, vamos a publicar un apartado en esa ley de estructuras agrarias que se llama IGC (Iniciativas de Gestión en Común) con la que se pretende involucrar al sector para, de una manera clara, cambiar el modelo del sector agrario valenciano a fin de hacerlo más competitivo y, sobre todo, rentable para los productores.
Esa mesa se constituyó a finales del año pasado y se sigue trabajando periódica, plena y activamente. Hay unos órdenes del día, se convoca al sector y se van tratando los temas. Además, quiero remarcar que todo el sector está muy involucrado en esas mesas, la acogida fue y está siendo buena y participan activamente proponiendo muchas medidas que creemos que son necesarias para el cambio de paradigma del campo valenciano.
VF. Algunos agricultores están convirtiendo sus tierras en plantas fotovoltaicas, debido, a los diferentes problemas que han ido encontrando con sus cultivos, ¿considera que es un cambio positivo para el sector? Si es que no, desde la Conselleria, ¿qué medidas van a tomar para evitar esta transición?
AQ. No es tan sencillo, que yo, como director general de Agricultura diga que es un cambio positivo o negativo, ya que es algo complejo en el que hay varios actores involucrados.
“A mayor rentabilidad, es lógico que el agricultor cambie de paradigma hacia una agricultura más ecológica que, además, está demandando la sociedad”
Debemos hacer una reflexión de una manera pausada y objetiva con el fin de concretar hacia dónde queremos ir como modelo productivo de energía.
Nosotros, como gobierno del Botànic, lo tenemos claro, y es promocionar las energías renovables. Pero creo también que la sociedad debe hacer esa reflexión porque existe un debate en el que no queremos energía nuclear pero tampoco queremos la proliferación de energías renovables, al menos en nuestro territorio, y considero que es importante llegar a un consenso.
Creo que existe un poco de “boom”, como en su día ocurrió con el boom inmobiliario, donde todos los municipios iban a tener su urbanización y campo de golf. Además, me gustaría remarcar un aspecto que considero esencial y que no veo que se tenga en cuenta: para colocar una planta fotovoltaica por muy barato, económico o facilidades que tenga la empresa para instalar esa infraestructura, si no hay una torre de evacuación próxima, máximo a un km, nadie va a instalar nada allí porque el coste económico de llevar esa energía que produce la planta a un punto donde evacues esa energía será inasumible. No se puede colocar una planta fotovoltaica donde una empresa decida, porque entre otras cosas, los ayuntamientos, la conselleria de nuestro propio territorio… brinda herramientas suficientes para regularlo. Entonces, decir qué es positivo o negativo… Yo creo que allá donde el valor agronómico o paisajístico no se vea perjudicado, por supuesto que es positivo porque, además, puede crear valor en ese territorio, puede crear empleo, valor añadido… además de crear un recurso que es necesario si van a desaparecer otro tipo de energías.
Por lo tanto, allí donde haya un problema porque hay un valor agronómico o paisajístico evidentemente no se colocarán porque, insisto en que hay herramientas de control suficientes para evitarlo.
VF. El I Plan Valenciano de Producción Ecológica 2016-2020 ha situado a la Comunitat Valenciana (17,9% superficie ecológica) a tan solo 7 puntos de la meta europea que se fija en un 25% para 2030. Ha aumentado un 14,7% interanual, ¿se espera que este crecimiento continúe y alcanzar el requisito europeo?
AQ. Sinceramente, yo creo que sí, porque el productor, el agricultor está obteniendo mayores ingresos por ese tipo de producto, por tanto, es de cajón que, a mayor rentabilidad, el agricultor cambie de paradigma hacia una agricultura más ecológica. Por eso, en 2016 esta Conselleria trazó un plan en ese sentido, que está siendo un éxito demostrado en los números y en el día a día, sobre todo porque la sociedad es la que está demandando cada vez más este tipo de productos. Por tanto, si el mercado lo está pidiendo, el productor le tiene que ofrecer ese tipo de producto, y si encima es a un precio mejor, evidentemente hay un giro de una parte de la agricultura valenciana. Sin embargo, a pesar de que en España no ha existido tradicionalmente una costumbre del consumidor hacia esos productos, yo creo que es un sector que va en auge y que se guiará por la demanda del mercado, como todo.
VF. A pesar de que el comienzo de 2021 auguraba una campaña complicada para el sector, se prevé un final de campaña positivo para la agricultura valenciana, ¿qué expectativas hay para las campañas venideras? ¿Cómo se han cerrado las campañas ya finalizadas?
AQ. Bueno, como siempre sucede, depende del sector, del cultivo al que nos refiramos. Por ejemplo, los cítricos que, por la covid y las bajas temperaturas de Europa, que son nuestros máximos clientes, han visto aumentar su demanda.
Yo lo que creo que habría que destacar ante todo, en unos tiempos marcados por la dureza y las dificultades que ha entrañado la pandemia, es que el sector agroalimentario ha demostrado con creces su profesionalidad, su buen hacer y capacidad competitiva. No ha faltado ningún producto en los lineales de los supermercados y tiendas en ningún momento y eso ha sido gracias al trabajo de los agricultores y las empresas e industrias afines que conseguido que todo funcionase a la perfección en medio de un contexto muy complicado. Es preciso poner en valor la manera ejemplar en la que este sector ha sabido dar la talla ante una pandemia como la que estamos sufriendo. En este sentido también me gustaría destacar los problemas que el cierre del canal Horeca o, por ejemplo, la imposibilidad de celebrar festejos taurinos, en ambos casos como consecuencia de la pandemia, han generado en la actividad habitual de sectores agrarios, ganaderos y pesqueros. Por ese mismo motivo también creo de justicia destacar que la Conselleria de Agricultura supo estar al lado de esos sectores afectados mediante la aprobación de una serie de ayudas que contribuyesen a aliviar esas situaciones difíciles.
Plantas fotovoltaicas: “Allá donde el valor agronómico o paisajístico no se vea perjudicado, por supuesto que es positivo porque, además, puede crear valor en ese territorio (…) Es importante llegar a un consenso”
Tras estos dos años, la lectura que debemos hacer como sociedad es que el valor del campo, de los ganaderos y de la pesca, de los tres sectores, en general, es esencial en la vida. Podemos tener mejor coche o casa, pero comer es esencial todos los días y quien nos da de comer son estas personas. El agricultor ha estado yendo todos los días a su explotación al igual que el ganadero o el pescador, que ha tenido que montar en un barco con 30 personas todos los días para que nosotros fuéramos al supermercado o a la pescadería y tuviéramos el producto. Eso hay que remarcarlo y hay que seguir poniéndolo en valor, porque nos olvidamos enseguida de las cosas, y esa es, para mí, la reflexión. La sociedad ha de reflexionar sobre este periodo y sobre qué modelo de sociedad queremos.
VF. ¿Cuáles son los problemas del campo valenciano que más le preocupan a corto plazo?
AQ. A corto plazo, evidentemente las políticas de la Comisión Europea respecto a países terceros, la búsqueda de un modelo más justo y equilibrado de repartir el valor que se genera a lo largo de la cadena agroalimentaria para que ese valor llegue también a los agricultores y, por supuesto, las plagas o la sanidad vegetal. Creo que esos frentes son los que más me preocupan a mí y a cualquier persona de la conselleria. Y ahí es donde tenemos que trabajar, allí donde tengamos capacidad de decisión, porque, por desgracia, hay otros temas en los que no tenemos capacidad de decisión y ahí debemos seguir presionando a nivel político para reconducirlos e intentar cambiarlos.
VF. Después de estos meses, ¿ya intuye por dónde deberían ir a las soluciones a los problemas del campo valenciano?
AQ. En el plano donde no tenemos competencias: la relación con terceros países y la reciprocidad que exigimos a nuestros productos que entran de esos países. No es lógico que entren cítricos de Sudáfrica o de cualquier otro lugar del mundo sin ningún tipo de control o con controles muy poco exhaustivos, y a nosotros se nos exija, como es normal, ese tipo de control.
Por tanto, lo que solicitamos es que se nos exijan las mismas medidas a todos. Respecto a la cadena valor, no podemos seguir permitiendo que el agricultor recoja la menor parte de beneficios de su propio producto. Hasta ahora todo lo que se ha propuesto no ha funcionado para que el agricultor vea recompensado de una manera lógica y loable su esfuerzo y su trabajo diario.
“El sector agroalimentario ha demostrado con creces profesionalidad, buen hacer y capacidad competitiva”
Por otro lado, en ese control en fronteras, queremos evitar la entrada de más plagas de las que, por desgracia, ya estamos sufriendo en el territorio, que nos impida seguir obteniendo un producto de calidad como hasta ahora.
En el ámbito de nuestras competencias creo que seguir con la sanidad vegetal, que es básica. De hecho, en estos últimos presupuestos hemos incrementado en 6 millones de euros la partida en ese ámbito. Un producto o una agricultura sin sanidad vegetal hoy en día, en un mundo globalizado, es una bomba de relojería. Nosotros tenemos un prestigio de muchos años ganado por el sector, por ejemplo, con los cítricos, y no podemos permitirnos tener plagas como la del Cotonet de Sudáfrica, que está perjudicando enormemente y que, no lo olvidemos, es una plaga importada.
Además, también es fundamental el tema de los seguros agrarios, ya que debido a las inclemencias meteorológicas a las que el agricultor por desgracia está expuesto, trabajamos para que tenga su cosecha asegurada y no dependa tanto de una meteorología con fenómenos adversos que, por la influencia del cambio climático son más comunes y frecuentes cada día. Por ello somos la conselleria que más está apostando por esa línea en toda España y la que más ayudas destina para fomentar la contratación del seguro por parte de los agricultores. Estamos ya por los 30 millones de un total de 100 en el conjunto del territorio español, lo que considero que es una forma de poner en valor al sector agrario valenciano.
“Me precucupan las políticas de la CE respecto a países terceros, la búsqueda de un modelo más justo de repartir el valor en la cadena alimentaria y las plagas”
VF. Tras seis meses en la Conselleria, ¿cómo valoraría este periodo como director general? ¿Qué objetivos se marca de aquí al final de la Legislatura?
AQ. En general, creo que satisfactoria. Vuelvo a la primera pregunta, creo que es una enorme responsabilidad asumir un cargo así, porque es un sector muy importante para nuestro territorio. En la Comunitat Valenciana somos punteros en muchos ámbitos, tanto en sanidad vegetal como en pesca como en ganadería y creo que no se está poniendo suficientemente en valor, y entono el “mea culpa” de la responsabilidad política, algo que se está haciendo tan bien en los tres sectores de nuestra competencia. Somos punteros en lucha biológica contra las plagas, somos un ejemplo no solo en España sino a nivel europeo, tenemos unos equipos técnicos envidiables en esta Conselleria, de gente muy profesional que está trabajando y haciendo una labor muy importante y creo que eso lo debe saber la sociedad valenciana.
Lo único que espero es que cuando termine al menos haya dejado las cosas un poco mejor de cómo estaban anteriormente porque significará que hemos seguido trabajando en pro de mejorar el sector en la Comunitat Valenciana. Eso es lo que espero humildemente. Con eso me daría por satisfecho.