La directora general de AEFA, Camino García Martínez de Moretín, opina sobre la importancia de los fitosanitarios en la producción agrícola
Camino García Martínez de Moretín (*)
El sector agrícola se enfrenta a importantes retos que son vitales para el abastecimiento alimentario de la población y es por ello que las políticas europeas se han volcado en establecer unas líneas de trabajo y unas directrices que aseguren la sostenibilidad de la actividad agrícola. Resulta imprescindible aplicar cambios importantes en los sistemas de producción actuales ya que la disminución de la superficie agraria, las demandas cambiantes de los consumidores y los muy exigentes requisitos regulatorios son una constante en el día a día del agricultor que demandan una agricultura más eficiente.
Los bioestimulantes son productos que estimulan los procesos de nutrición de las plantas con independencia del contenido de nutrientes que tengan, con el objetivo de mejorar la eficiencia en el uso de los nutrientes, la tolerancia al estrés abiótico, las características de calidad del cultivo o la disponibilidad de nutrientes inmovilizados en el suelo y la rizosfera. En Europa están regulados por la legislación de fertilizantes y sólo cuando han demostrado sus efectos en los cultivos para los que se van a comercializar, bajo unos estrictos protocolos de ensayos, cumpliendo todos los requisitos marcados por la normativa (incluyendo su seguridad para la salud y el medio ambiente) y pasando por un procedimiento de evaluación de la conformidad, pueden comercializarse.
Numerosas investigaciones y publicaciones exponen los beneficios de la utilización de los bioestimulantes como promotores del crecimiento de las plantas (aumento en la biomasa, altura de las plantas o desarrollo radicular), en la mejora de la absorción de nutrientes o en la tolerancia al estrés abiótico originado por sequías, salinidad o temperaturas extremas (por ejemplo, mediante la mejora de la eficiencia en el uso del agua y la regulación de la transpiración). Igualmente, está documentado el aumento en los rendimientos de los cultivos tratados con bioestimulantes, su mejora en la calidad de producción (incremento del contenido de azúcar en frutas, del tamaño del grano…) o el aumento de la actividad microbiana en el suelo. Este incremento en la eficiencia en el uso de nutrientes y mejora de la predisposición de la planta ante factores abióticos externos conlleva que el uso de los bioestimulantes reduzca la necesidad de aplicar las mismas cantidades de fertilizantes convencionales y fitosanitarios químicos, promoviendo prácticas agrícolas más sostenibles para el agricultor y para el medioambiente.
El agotamiento de los suelos, la creciente salinidad en los mismos o la presencia de contaminantes en aguas subterráneas son circunstancias que pueden reducirse con un uso más eficiente de los nutrientes
Retos a los que se enfrenta el sector de los bioestimulantes
Retos medioambientales: Las condiciones ambientales cada vez más extremas producidas por el cambio climático, temperaturas al alza, importantes sequías, son factores que pueden ser mitigados con el uso de los bioestimulantes y exigen que se desarrollen soluciones específicas para cada situación. El agotamiento de los suelos, la creciente salinidad en los mismos o la presencia de contaminantes en aguas subterráneas son también circunstancias que pueden reducirse con un uso más eficiente de los nutrientes y permiten la reducción de aporte de químicos innecesarios al suelo.
Reto tecnológico: Es vital incorporar la tecnología al sector agrícola. La digitalización, los drones, maquinaria de última generación, Big Data, las técnicas genómicas…son herramientas disponibles que se deben utilizar para alcanzar los mejores resultados de una manera eficiente y sostenible. De la misma manera se deben considerar los nuevos insumos como los bioestimulantes, biofertilizantes o productos de biocontrol, productos altamente tecnológicos que están desarrollados gracias a importantes inversiones públicas y privadas en I+D+i. Es necesario potenciar la investigación en el sector y dotarla de recursos, con el fin de explotar ese enorme potencial del que disponemos a nivel nacional. Es necesario recordar que España es un país líder a nivel internacional en desarrollo y comercialización de productos bioestimulantes. Igualmente, es necesario encontrar las vías para incorporar estos productos innovadores al campo, incrementando su accesibilidad e invirtiendo en la formación de agricultores y consumidores.
Retos sociales: La sociedad actual cada vez demanda más productos de origen natural, sostenibles, respetuosos con el medioambiente y que a la vez mantengan la calidad a precios siempre competitivos. Es importante la labor de comunicación de los beneficios de estos productos, aún desconocidos en muchos segmentos, haciendo énfasis en su seguridad y su probada eficacia avalada con ensayos. El consumidor debe ser consciente de la realidad de la producción agrícola, a la vez que exige ese compromiso de la industria con la sostenibilidad. La puesta en valor del esfuerzo y el trabajo de la industria en el desarrollo de soluciones innovadoras es una de las líneas de trabajo de AEFA.
Las dificultades que impone la normativa a la puesta en el mercado de productos innovadores, eficientes y seguros para la salud y el medioambiente suponen una importante desventaja
Reto legislativo: Probablemente el mayor obstáculo a la que se enfrenta el sector hoy en día. Las dificultades que la normativa impone a la puesta en el mercado de productos innovadores, eficientes y seguros para la salud y el medioambiente suponen una importante desventaja para la industria europea y también para el agricultor, que no tiene disponibles herramientas que en otras zonas permiten el incremento de las producciones agrícolas. Es necesario acompañar el esfuerzo que realiza el sector innovando y desarrollando nuevos productos con un marco normativo adecuado, en el que las exigencias legales estén apoyadas en criterios técnicos claramente definidos y basados en la ciencia, con el objetivo de salvaguardar la seguridad y la salud, pero sin suponer un freno a la innovación.
Reto económico: El factor económico es siempre uno de los condicionantes que afectan más directamente al agricultor y al consumidor. Los insumos deben ser accesibles para los productores, debiendo valorarse el impacto de la economía global y las circunstancias que pueden afectar a su disponibilidad, y desde la administración es necesario aportar soluciones que permitan mejorar la accesibilidad y reducir costos. Pero el reto económico es un factor que afecta también muy directamente a la industria: los largos plazos que se requieren para poner los productos en el mercado debido a las trabas administrativas y vacíos legislativos, desincentivan a buena parte de la industria que prefiere buscar zonas donde la puesta en el mercado es más ágil, los requisitos menos exigentes y la mano de obra más barata, por lo que el retorno de la inversión hecha en el desarrollo de los productos es mucho más rápida.
(*) Directora General de AEFA
Estrategia de sostenibilidad de AEFA
AEFA es una asociación sin ánimo de lucro integrada por fabricantes de fertilizantes, productos especiales de nutrición vegetal, bioestimulantes y microorganismos, con sede e implantación en el territorio español. El pasado 2023 las empresas pertenecientes a la asociación facturaron, sólo en ventas de agronutrientes y bioestimulantes, más de 800 millones de euros. Su objetivo es dar una respuesta conjunta a los intereses del sector y trasladar los intereses de la industria a la administración, participando en el desarrollo de normativas y actividades que puedan definir el rumbo de un sector en desarrollo. La tecnología innovadora de las empresas de AEFA hace posible que España sea líder a nivel mundial en el desarrollo y producción de productos bioestimulantes para la agricultura.
En consonancia con las directrices europeas, en 2023 las empresas de AEFA han puesto en marcha su Estrategia de Sostenibilidad, para poner en valor su fuerte compromiso con la sostenibilidad y fomentar la puesta en marcha de iniciativas sostenibles. Se ha seleccionado internamente tres ODS representativos de los tres pilares fundamentales del pacto mundial: la sostenibilidad económica, social y medioambiental. También se han establecido indicadores medibles con los que poder analizar la situación del sector y su evolución y potenciar actividades de mejora
ODS 8. Trabajo decente y crecimiento económico: Los asociados de AEFA tienen un fuerte compromiso con el crecimiento empresarial y la generación de puestos de trabajo de naturaleza indefinida, con un 5,5% crecimiento anual de empleo, promocionando la igualdad de género, la contratación de jóvenes y la integración social.
ODS 9. Industria, innovación e infraestructura: Las empresas de AEFA desempeñan su crecimiento económico y de generación de empleo en zonas urbanas y en zonas rurales, siendo un sector altamente innovador donde la inversión en I+D + i se encuentra por encima de la media nacional y la media europea, siendo la media de inversión por empresa en I+D + i de 3,8% sobre facturación
ODS 12. Producción y consumo responsables: El sector se caracteriza desde hace años por su sólido compromiso con la recogida de envases y las iniciativas de formación continua a distribuidores y clientes, la utilización de materiales reciclables y su firme compromiso con la agricultura ecológica, comercializando el 98% de las empresas asociadas productos certificados destinados a este mercado.
Es necesario que el sector agroalimentario trabaje conjuntamente para poner al alcance del agricultor todas las herramientas fruto de la innovación que se están desarrollando, entre ellas los bioestimulantes.
Las políticas y normativas deben ser favorables y ágiles, deben defender la seguridad humana y el medioambiente, y es necesario dotar de recursos al sistema, ya que la alimentación de la población mundial y la sostenibilidad ambiental son una prioridad.
Acceso al artículo de opinión en las páginas especiales Fitosanitarios, Agronutrientes, Bioestimulantes (10-11) en el ejemplar de Valencia Fruits.
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