Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors, explica cómo está funcionando la campaña valenciana de cítricos, los problemas que podrían surgir y las expectativas que se tienen de cara a los próximos meses

A pesar de la competencia que suponen Egipto y Turquía, Carles Peris no prevé altibajos destacables. / LA UNIÓ
Alba Campos Tatay. Redacción.
Valencia Fruits. ¿Cuál es la valoración general que hace de la campaña citrícola hasta el momento?
Carles Peris. El arranque de campaña fue bueno, no tuvimos ningún problema en cuanto a exportación, y el campo, así como los precios, funcionaron bien hasta principios de noviembre.
Los mayores problemas de esta campaña los hemos tenido en la zona media, en los meses de noviembre y diciembre, que es cuando tenemos las dos variedades con más tonelaje en la Comunitat Valenciana: las Navelinas, en naranja, y las Clemenules, en mandarina. En estos casos los precios han estado más ajustados, en origen no han pasado de los 30 céntimos. Además, hemos tenido una merma de fruta no comercial porque los calibres eran bajos. Sin embargo, la demanda está siendo un 10% superior a otras campañas y hemos exportado un 16% más que el año anterior. No se ha quedado prácticamente nada de fruta por recolectar en el campo y se ha enviado prácticamente todo.
La segunda parte, de campaña, por otro lado, está funcionando bien, con una buena demanda y unos buenos precios. El aumento de la demanda provoca que vayamos anticipados en la recolección, algo muy positivo.
VF. ¿A qué cree que se debe este aumento de la demanda de cítricos en la segunda mitad de la temporada?
CP. Ha habido una influencia muy clara por la llegada de la pandemia del COVID-19. La Organización Mundial de la Salud publicó un artículo en el que explicaba que la vitamina C traía muchos beneficios respecto al virus. Cuando no se podía salir de casa, la gente tendía a comprar estas frutas porque aguantan muy bien.
“El aumento de la demanda provoca, en esta segunda parte, que vayamos anticipados en la recolección, algo muy positivo”
VF. El interés se centra en estos momentos en las naranjas y mandarinas tardías. ¿Cómo están funcionando estas variedades en cuanto a producción en el campo y salida comercial en el mercado?
CP. Son variedades que vienen bastante bien escalonadas desde el mes de enero hasta el mes de abril o mayo y no estamos teniendo dificultad en exportarlas. Lo hacemos a buen precio y a ritmo normal y estamos recibiendo buenos ingresos.
La fruta de la segunda parte de campaña está teniendo incluso mejores calibres que la de la primera.
VF. La oferta ha sido menor a la prevista, pero, aun así, ¿la campaña ha podido responder correctamente a esa creciente demanda de cítricos?
CP. Hemos podido responder bien porque este año hemos tenido un aforo superior al del año anterior, de unos 3 millones y medio de toneladas que se va a exportar con total seguridad.
Sin embargo, los datos continúan demostrando que tenemos una dependencia total de la UE.
No estamos consiguiendo consolidar nuevos mercados como China, Japón u otros con arancel cero.
No nos estamos diversificando y esa dependencia respecto a los mercados de la UE es algo que consideramos negativo.
VF. La Conselleria de Agricultura, les ha planteado la necesidad de establecer un nuevo mapa varietal que sirva para incorporar y fomentar variedades cítricas que puedan resultar más rentables, ¿qué opina de este planteamiento?
CP. Todo lo que sea hacer un mapa varietal que nos haga una foto fija de lo que tenemos hasta ahora, cómo lo tenemos, dónde y en qué momento de campaña producimos volúmenes demasiado altos de fruta, es algo realmente positivo.
El hecho de tener esta información para después decidir si podemos anticiparnos es un gran planteamiento.
“Un mapa varietal que ofrezca una foto fija de lo que tenemos,
de cómo lo tenemos y de dónde, es algo realmente positivo”
VF. ¿Cuáles son las peticiones de La Unió frente a la Administración para recuperar la ‘rentabilidad’ del sector citrícola de la Comunitat Valenciana?
CP. La rentabilidad pasa, en primer lugar, por mejorar las estructuras agrarias. Que puedan permitir a nuestros profesionales crecer abasteciéndose de superficies más unificadas y modernizadas para ahorrar en costes.
Y, en segundo lugar, la reconversión varietal es fundamental para ordenarnos en la campaña. Además, es importante contar con protocolos viables para la exportación a terceros países.
Y también es fundamental que la Unión Europea firme los acuerdos con terceros países con orden, si no somos deficitarios produciendo cítricos en unos meses determinados no importar, y con reciprocidad en las formas de producción para que todos cumplan los estándares europeos si quieren estar presentes en el mercado.
“No nos estamos diversificando y esa dependencia respecto a los mercados de la UE es algo que consideramos negativo”
Buenas expectativas
Hablando de las perspectivas de cara a la parte final de la temporada 2020/2021, el secretario general de La Unió, Carles Peris apunta que desde la organización agraria tienen “buenas expectativas” en primer lugar porque “llevamos la recolección avanzada” y lo más importante “la oferta de fruta está muy equilibrada respecto a la demanda”. En opinión de Peris, “acabaremos la campaña bien”, aunque también puntualiza que todo “dependerá de competidores como Egipto o Turquía”. Egipto, por ejemplo, es “muy agresivo porque produce muy barato” y eso no es positivo para “aquellos que tenemos altos estándares de producción y queremos vender la fruta a un precio razonable en los mercados europeos”. Esa competencia puede traer aspectos negativos, pero “creemos que, con lo avanzada que está la campaña, no habrá altibajos demasiado destacables”.