CATsystem®: El salto definitivo hacia el control total en los tratamientos postcosecha

BOLLO QUÉDATE CON LO BUENO
KANZI VOG

CATsystem® de Citrosol es un sistema pionero de consumo inteligente que mide, y corrige en línea y en tiempo real las concentraciones de fungicidas y otros componentes del caldo en centrales hortofrutícolas

CATsystem® resuelve una de las mayores preocupaciones de la industria: el control efectivo y en tiempo real de las concentraciones de las materias activas a lo largo de todo el proceso. / Citrosol

UN REPORTAJE DE JULIA LUZ PARA CITROSOL.

Tranquilidad, control y eficacia. Estas tres palabras definen al revolucionario CATsystem® de Citrosol, un sistema pionero de consumo inteligente que mide, y corrige en línea y en tiempo real las concentraciones de fungicidas y otros componentes del caldo en centrales hortofrutícolas para asegurar la aplicación de las dosis eficaces de los tratamientos postcosecha.

Así lo explica Xavier Parra, doctor en Química y director de I+D+i de Citrosol, mientras nos guía por el túnel demostrativo de la “Experiencia CATsystem®” en la 16ª edición de Fruit Attraction. La empresa valenciana, reconocida líder en el sector de la postcosecha, escogió este evento clave para presentar su gran apuesta tecnológica que, terminada la fase piloto, ya opera con éxito en diversos almacenes.

CATsystem® marca un antes y un después en la gestión de los tratamientos postcosecha, resolviendo una de las mayores preocupaciones en la industria: el control efectivo y en tiempo real de las concentraciones de las materias activas para un eficaz control del podrido y la seguridad alimentaria. “Este sistema está diseñado para dar tranquilidad a los operadores asegurando las dosis eficaces de cada tratamiento en cualquier momento del proceso”, señala Parra.

Punto de partida

Para comprender la razón detrás de la creación de CATsystem®, nos remontamos a los principales retos de los almacenes de confección a la hora de realizar los tratamientos postcosecha. Uno de los más importantes, la reutilización del caldo manteniendo su eficacia. “Hoy en día, reutilizar el caldo de tratamiento es innegociable. No sólo en el ámbito medioambiental, porque necesitamos ahorrar agua y reducir residuos peligrosos, sino también porque es una necesidad operativa”, explica el director de I+D+i de Citrosol.

Cuando la fruta llega al almacén para su primer “baño” con fungicidas, desinfectantes y aditivos, y antes de la aparición del también pionero Sistema Vertido Cero® de Citrosol, el sistema tradicional requería drenar el drencher y preparar “nuevos” caldos frecuentemente, interrumpiendo todo el proceso del almacén. Esto resulta impensable en la actualidad debido a los grandes volúmenes de fruta que se manejan. “Con el volumen de fruta que llega, sería inviable trabajar sin reutilización de caldo, cuantas más toneladas se traten con el mismo caldo, mejor, por varias razones”, añade Parra.

Sin embargo, reutilizar el caldo presenta sus propios problemas. A medida que los palets de fruta pasan y el caldo se recircula, acumula suciedad del campo, como tierra y arcillas, materia orgánica de la fruta, restos de otros tratamientos agrícolas… “formando una matriz compleja que afecta el mantenimiento de una eficacia constante y elevada del tratamiento”.

¿Cómo se trabaja actualmente?

Todos los sistemas actuales de aplicación del tratamiento postcosecha y reutilización del caldo se basan en la tecnología introducida por Citrosol hace más de 10 años con el Sistema Vertido Cero® y, básicamente, funcionan con un dosificador que se encarga de reponer el caldo perdido con cada palet de fruta. Parra describe así el proceso: “cada vez que pasa un palet, se lleva, por ejemplo, 10 litros de caldo porque sale mojado. Esos 10 litros hay que reponerlos para mantener el volumen del drencher y poder seguir tratando la fruta”. El dosificador, previamente programado, repone el volumen extraído aplicando las cantidades predeterminadas de cada producto en proporciones fijas, según la dosis recomendada. Además, el Sistema Vertido Cero, y la mayoría de los equipos alternativos del mercado, incorporan sistemas de filtración para eliminar parte de los sólidos presentes en el caldo. “No se consigue un agua completamente limpia, pero se hace un esfuerzo para reducir los sólidos acumulados, así como una desinfección continua para mantener el caldo en condiciones seguras”, explica Parra. Así, se busca asegurar tres condiciones básicas: desinfección, filtración y reposición constante del caldo.

Alteraciones

El proceso parece sencillo y efectivo, pero en el almacén de confección ocurren diversas “alteraciones” que complican la situación. Se trata de “sucesos que ocurren en el entorno industrial y que modifican las concentraciones de todos los productos que aplicamos de forma totalmente aleatoria, tanto por arriba como, sobre todo, por debajo de las concentraciones objetivo”. Aunque existen muchas y otras tantas pasan desapercibidas, en Citrosol destacan como más relevantes las siguientes:

— Absorción por parte de la fruta. La fruta absorbe los productos aplicados, y la cantidad que retiene depende de múltiples factores, como el estado de madurez, la variedad y las características de la piel. “Dependiendo de estas condiciones, la absorción varía continuamente y no es predecible”, destaca Parra.

— Errores humanos. Durante el día, los operarios deben realizar diversas operaciones, como reponer las garrafas de los productos cuando se terminan. “Si el operario tarda en reponer el producto y el sistema sigue funcionando, se añade agua, pero no fungicida, y eso reduce la concentración”. Estas variaciones pueden ocurrir también, por ejemplo, durante las operaciones de limpieza, cuando pueden haber aportaciones de agua extra dentro del drencher y el caldo se diluye sin ningún tipo de control.

— Entrada de suciedad y degradación de los fungicidas. La tierra y la materia orgánica e inorgánica que llegan con la fruta, cajones y palets, y que son arrastradas al caldo crean una matriz compleja que puede reaccionar con los fungicidas y disminuir su concentración por degradación. Por otro lado, los sólidos en suspensión (arcillas, limos y arenas) también absorben parte de los productos, que como luego se eliminan, parcialmente, con el sistema de filtración conllevan reducciones en las concentraciones de los antifúngicos. “Son dos procesos de disminución de las concentraciones totalmente aleatorios, ya que la suciedad que viene de campo varía con cada partida de fruta”, añade Parra.

— Absorción por parte de los materiales en contacto con el caldo. Los materiales como plásticos y maderas que están en contacto con el caldo (cajones, bins, palets, componentes del sistema de aplicación, etc.) también absorben productos, en función del tipo de material y de su estado, alterando las concentraciones de los tratamientos.

— Incidencias en el sistema. A veces, como es lógico, el propio sistema de dosificación presenta fallos o averías. Aunque existen alarmas, “si el operario está ocupado, puede apagar la alarma sin resolver el problema o avisar al técnico”, lo que permite que una incidencia pase desapercibida.

— Degradación por factores ambientales. La luz y el calor también influyen, acelerando la degradación de los fungicidas, lo cual complica aún más el control de la concentración.

La suma de estos factores genera variaciones constantes en las concentraciones del caldo, que son difíciles de prever y gestionar de forma efectiva con los sistemas actuales.

Consecuencias

Estas alteraciones tienen consecuencias directas sobre la eficacia del tratamiento y la seguridad alimentaria. A medida que las toneladas de fruta pasan sin interrupción, la concentración real de los productos se ve modificada de forma aleatoria en mayor o menor medida debido a todos estos factores. Incluso en alguna ocasión, las frutas reciben dosis subletales, es decir, concentraciones que están por debajo de la concentración objetivo. “En estos casos se pone en riesgo el control de las enfermedades en la fruta, se puede generar pérdida de control de la esporulación y hacer que se desarrollen resistencias con mayor facilidad”, señala Parra. En otros casos, se detectan concentraciones superiores a las objetivo, lo que representa un uso innecesario de producto, aumentando el coste y el riesgo de exceder los requisitos de los retailers en materia de reducción de residuos, e incluso el límite máximo legal de residuos en la fruta (LMR). 

Situación actual

Para intentar corregir este problema, los almacenes recurren a procedimientos de muestreo y análisis. Un técnico toma una muestra del caldo de tratamiento y la envía a un laboratorio externo, un proceso que puede tardar hasta dos días en proporcionar resultados. Sólo entonces se ajustan las concentraciones. Sin embargo, durante ese tiempo, las toneladas de fruta que han pasado por el almacén ya se han tratado con un caldo que puede que no tuviese en todo momento las concentraciones adecuadas de producto y, además, como la composición sigue variando en función de las alteraciones que van ocurriendo, cuando finalmente se aplican los ajustes, estos podrían llegar a aplicarse sobre una “imagen desfasada”, con concentraciones que en algunas ocasiones no se correspondan con las del análisis realizado.

Las implicaciones de los tratamientos realizados, por lo general, con las bajas concentraciones descritas son enormes, siendo la más relevante la generación de resistencias a él fungicida, o fungicidas, utilizado(s). La resistencia es un enemigo oculto que poco a poco va incrementando los porcentajes de podrido en volcadores hasta que comienzan las quejas y reclamaciones por podrido. 

La solución de Citrosol: CATsystem®

Para contrarrestar todas estas alteraciones y optimizar el control de las concentraciones en el tratamiento postcosecha, Citrosol ha desarrollado una solución innovadora: CATsystem®. “Lo que proponemos es añadir un módulo de análisis y control en tiempo real a nuestro sistema de dosificación existente,” explica Parra. Este nuevo tótem, se conecta directamente al tanque del caldo de tratamiento. Su función es tomar muestras del caldo de forma automática y continua, analizarlas al instante y, con los resultados obtenidos, enviar instrucciones precisas al dosificador para ajustar las dosis hasta alcanzar la concentración adecuada en tiempo real.

Este módulo de control inteligente complementa la dosificación preprogramada que ya realiza el sistema. “El dosificador sigue trabajando en modo preprogramado, que asegura que cada palet reciba la reposición básica de agua y productos necesarios para el baño de la fruta. Lo que hace el CATsystem® es controlar las alteraciones imprevistas que modifican las concentraciones,” describe Parra. Este ajuste continuo permite mantener las concentraciones de tratamiento siempre constantes dentro de los valores objetivo, y con ello la eficacia, consiguiendo un buen control de la esporulación, y previniendo la generación de resistencias, el exceso de residuos y la aparición de podrido.

Al contrarrestar de forma automática y continua las alteraciones, CATsystem® facilita el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad que exigen los retailers, además de reducir las pérdidas por podrido a lo largo de toda la cadena gracias a mantener una eficacia máxima y constante en los tratamientos aplicados

Resultado

Al contrarrestar de forma automática y continua las alteraciones, y con ello las desviaciones en las concentraciones de productos, CATsystem® facilita enormemente el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad que exigen los retailers, además de reducir las pérdidas ocasionadas por podrido a lo largo de toda la cadena, desde el almacén hasta el consumidor, gracias a mantener siempre una eficacia máxima y constante en los tratamientos aplicados. “La tranquilidad que ofrece es ese ‘gap’ que cerramos: ya no hay incertidumbre sobre lo que está ocurriendo con las concentraciones mientras se realiza un análisis externo,” comenta el director de I+D+i de Citrosol. Gracias al control en línea y en tiempo real, el sistema elimina la necesidad de esperar para conocer los resultados de laboratorio. CATsystem® monitoriza y ajusta cada dosis de manera inmediata, 

“Con CATsystem®, el retorno de la inversión es rápido, porque disminuye posibles riesgos de fruta no comercializable por infra o sobredosificación y, al romper el ciclo de resistencias en el almacén, el control del podrido es mucho más efectivo a largo plazo,” añade Parra. Los niveles de resistencia se mantienen bajos, lo que implica una menor presencia de podrido en el producto final y genera una rentabilidad directa para el almacén.

Este nivel de precisión y control automático convierte a CATsystem® en una herramienta revolucionaria que no sólo optimiza la eficacia del tratamiento, sino que también actúa como un sistema de seguridad preventiva.

CATsystem® funciona mediante un ciclo continuo: toma una muestra del caldo, analiza los resultados en tiempo real, realiza las correcciones necesarias y luego vuelve a analizar para asegurar que los ajustes se han aplicado correctamente

El ciclo de trabajo de CATsystem®

CATsystem® funciona mediante el siguiente ciclo continuo: toma una muestra del caldo, analiza los resultados en tiempo real, realiza las correcciones necesarias y luego vuelve a analizar para asegurar que los ajustes se han aplicado correctamente. Este ciclo garantiza que las concentraciones se mantengan constantes, con lo cual los tratamientos siempre se aplican en las dosis correctas.

Una de las grandes ventajas es su compatibilidad con otros sistemas de Citrosol. Puede instalarse incluso en dosificadores antiguos, lo que facilita su integración en almacenes que ya operan con tecnologías de la empresa. Además, el sistema permite un registro detallado de todos los análisis y correcciones realizadas en el tratamiento de cada lote de fruta, garantizando su trazabilidad. Así, se puede saber en todo momento qué concentraciones de fungicidas y aditivos han sido aplicadas a cada lote, lo que garantiza el control y la transparencia.

El modelo de “renting” de Citrosol incluye tanto el equipo como el servicio completo. Esto significa que, además de contar con el sistema CATsystem®, los clientes también disponen de un mantenimiento preventivo periódico, calibraciones y revisiones para asegurar el buen funcionamiento del equipo. En caso de que surjan alarmas o incidencias, que pueden ser detectadas incluso en remoto mediante un sistema de avisos, el equipo técnico de Citrosol interviene rápidamente para resolver cualquier problema, lo que asegura una operativa continua y eficiente.

Acceso al reportaje en las páginas 24-24 del dossier de Cítricos de Valencia Fruits. 

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.