Cirilo Arnandis: “Bruselas nos exige y nosotros también le exigimos”

AgroFresh FRESCOS

El presidente de Frutas y Hortalizas de Cooperatives Agro-alimentàries, Cirilo Arnandis, opina sobre las detecciones de Mancha negra en los cítricos de terceros países

Los productores exigen a la Unión Europea controles y normativas que garanticen la sanidad fitosanitaria de sus explotaciones frente a las plagas que llegan de países terceros. / ARCHIVO

Cirilo Arnandis (*)

Todavía resuena en mis oídos aquella etiqueta por la que se nos identificó a quienes nos dedicamos a la producción de alimentos durante la pandemia: éramos, ni más ni menos, que un “sector estratégico”, con lo que ello supone. El 15 de marzo de 2020, cuando el Gobierno de España decretó el confinamiento de la población por la presencia del virus Covid-19, afrontamos el reto de tener que alimentar a toda una población que tenía que quedarse en casa. Y lo conseguimos de forma natural, sin mayores aspavientos, incluso pese a aquellos previsores, o adelantados a los acontecimientos, como los que intentaron hacer un acopio innecesario de alimentos o de papel higiénico. Con ello el sector demostró un alto grado de profesionalidad y de capacidad de maniobra.

Recientemente, he tenido ocasión de leer en algunos medios de información, e incluso en la propia página web del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), el informe “The Lancet Countdown in Europe 2024”, en el que se advierte de la necesidad de actuar urgentemente para proteger la salud de las personas frente al cambio climático. Este instituto, que es el fruto de una innovadora alianza entre la fundación de una conocida entidad bancaria e instituciones académicas y gubernamentales, pretende contribuir al esfuerzo de la comunidad internacional, con el objetivo de afrontar los retos de la salud en un mundo globalizado. En el estudio se llama la atención sobre los efectos derivados del incremento de las temperaturas y, si bien se refiere a las personas y no a la agricultura, bien podemos establecer paralelismos, ya que se constata el hecho de que Europa está siendo el continente que más rápido se calienta, lo que supone una mayor proliferación de enfermedades causadas por insectos, y en última instancia incrementa la dificultad que se puede dar en el acceso a los alimentos.

En este contexto, una de esas cosas que te hiela la sangre es la riqueza tipográfica y mediática que está teniendo en las últimas fechas el hecho que se está extendiendo por Túnez un hongo tan devastador como es el caso de la Mancha negra. Tan solo hay que leer alguno de los últimos ejemplares de este mismo semanario para saber que, en atención a un artículo aparecido en la publicación científica “Journal of Phytopathology”, lo que en 2002 era una afección de unas 2.000 hectáreas, en la actualidad afecta a la totalidad de la producción citrícola de aquel país. Y es que el país africano es ribereño del mar Mediterráneo, está a 150 kilómetros en línea recta de la isla de Sicilia, quizás por eso de los puertos deportivos, y en una latitud igual que la provincia de Cádiz. 

Llama la atención que fueran las primeras detecciones por parte de las autoridades fitosanitarias de los puertos europeos en el año 2019, el hecho que hiciera ponerse las pilas a las autoridades tunecinas, declarando la presencia de esta plaga en su territorio. Hay que recordar, que este hongo está considerado como el más peligroso para la citricultura, por lo que su atención por parte de la Unión Europea adquiere el nivel de prioritario. Entiendo que deberían de haber sido las autoridades tunecinas las primeras en saber lo que tienen en casa antes de enviar sus producciones, y no al revés como ha ocurrido. De igual manera, hay que llamar la atención sobre el trabajo elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), que pone encima de la mesa dos cosas: la cada vez mayor idoneidad de la cuenca mediterránea para el desarrollo de plagas y enfermedades, teniendo en cuenta el nuevo contexto climático. Entre esas plagas se incluye, como decíamos, la Mancha negra, por mucho que otros nieguen otros niegan que sea así. Manifestar de modo taxativo, en este contexto de cambio del clima, que en un determinado territorio, y en nuestro caso concreto la cuenca del Mediterráneo, no se dan las condiciones para que pueda implantarse ni propagarse una determinada plaga o enfermedad, y pese a no ser yo un científico, se me antoja cuanto menos algo temerario. La mera posibilidad de la potencial llegada de la Mancha negra ya es especialmente preocupante, puesto que no existe ningún caso exitoso en ninguna zona del planeta de erradicación de este hongo tras su introducción y propagación. 

“Justo cuando se está iniciando la llegada de cítricos provenientes del hemisferio sur, hay que poner nuevamente encima de la mesa el valor de la decisión adoptada por la Unión Europea de la exigencia de tratamiento en frío de las naranjas procedentes de Sudáfrica. Y hay que decir que, a la vista del contexto climático que se viene dando, del nivel de detecciones, así como de la actitud adoptada en origen, es cada vez más necesario no ya mantener la medida, sino ampliarla al resto de cítricos”

Es en este momento, justo cuando se está iniciando la llegada de cítricos provenientes del hemisferio sur, cuando hay que poner nuevamente encima de la mesa el valor de la decisión adoptada por la Unión Europea de la exigencia de tratamiento en frío de las naranjas procedentes de Sudáfrica. Y hay que decir que, a la vista del contexto climático que se viene dando, del nivel de detecciones, así como de la actitud adoptada en origen, es cada vez más necesario no ya mantener la medida, sino ampliarla al resto de cítricos. 

“Por lo que hace referencia a nuestros colegas sudafricanos conviene recordar que, según datos oficiales de Europhyt, se detectaron 51 envíos contaminados con el hongo de la Mancha negra. Ese que ahora nos preocupa en Túnez. Además, se detectaron tres envíos contaminados con Thaumatotibia leucotreta, así como un envío contaminado con Xantomonas. Una primera reflexión es si 51 envíos contaminados con Mancha negra son una buena tarjeta de visita”

Por lo que hace referencia a nuestros colegas sudafricanos conviene recordar que, según datos oficiales de Europhyt, se detectaron 51 envíos contaminados con el hongo de la Mancha negra. Ese que ahora nos preocupa en Túnez. Además, se detectaron tres envíos contaminados con Thaumatotibia leucotreta, así como un envío contaminado con Xantomonas. Una primera reflexión es si 51 envíos contaminados con Mancha negra son una buena tarjeta de visita. Y si es una causa suficiente de adopción de medidas de mayor rango, y para que Bruselas se ponga seria en este tema de una vez por todas. También me pregunto si alguien es capaz de garantizarme que no entró en Europa ninguna partida contaminada procedente de Sudáfrica. La otra reflexión es sobre los tres casos contaminados de Thaumatotibia, que se dieron en mandarinas y pomelos. Es evidente que el tratamiento en frío, además de eficaz, ejerce su papel disuasorio en naranjas, como es evidente que en productos no sometidos a tratamiento en frío ha habido detecciones. Como productor, no tengo necesidad de asumir ningún riesgo de contaminación de mi explotación, y menos habiendo un remedio preventivo. 

Todavía colean las últimas manifestaciones de los productores agrarios de la Unión Europa por toda la geografía del viejo continente. Si bien el principal motivo de sus movilizaciones fueron sus rentas, también hay que recordar que una de las causas fue la aplicación del Pacto Verde Europeo y de las estrategias “De la granja a la mesa” y de “Biodiversidad”. En ellas, se muestra como objetivo general el hecho de reducir el uso de productos fitosanitarios, que no es mala idea en principio, pero que tampoco debe de suponer que los productores queden a merced del ataque de plagas y no tengan con que tratar, máxime cuando nuestros competidores de países terceros si pueden utilizar esos productos aquí prohibidos. Pero si Bruselas nos pone deberes en el uso de productos fitosanitarios, deben de ser las mismas instituciones comunitarias las que deben de velar para que no nos lleguen nuevas plagas y enfermedades. Todavía recordamos, por ejemplo, el tema del Cotonet de Sudáfrica, y no tener con que tratar. 

Tenemos a la vuelta de la esquina elecciones al Parlamento Europeo, y creo que, además de la situación geoestratégica de nuestro entorno, la agricultura debe de ser un tema relevante pues, a fin de cuentas, se trata de la única política común europea. En este caso, el de la política relativa a los controles en frontera y la reciprocidad, no queda más remedio que ponerse muy serios y ser muy exigentes con los que van venir. De los que van a venir, se rumorea que la actual vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Democrático, Teresa Ribera, podría ser propuesta por España para ocupar un puesto de Comisaria. De ser así, le deseamos lo mejor en esta nueva etapa, como de igual manera le agradeceríamos un talante distinto al demostrado hasta la fecha, a la vista de que desde que en el año 2018 fuera nombrada ministra por primera vez, y pese a reiteradas peticiones, no ha podido encontrar un hueco en su agenda para recibir a nuestra organización estatal, Cooperativas Agro-alimentarias de España. Una entidad que, por hacer una breve caracterización, representa a 3.669 empresas cooperativas, que facturaron en 2021 más de 38.400 millones de euros, que cuentan con más de un millón de personas asociadas y que mantienen 123.700 empleos, cifras que dan cuenta de nuestra relevancia no solo en el contexto agrario, sino en el conjunto de la economía y la sociedad españolas.

Volviendo al tema sobre el que reflexionábamos anteriormente, Sudáfrica ha optado, en un tema tan serio como es el de la sanidad vegetal, por denunciar ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) la exigencia de tratamiento en frío, por parte de la Unión Europea, mientras no lo hace cuando la exigencia procede de otros destinos. En su día, se nos dijo que el retraso en la exigencia de este tratamiento se debió a la espera del pronunciamiento favorable de la medida por parte de la OMC, por lo habrá que pensar que poco o nada podrán hacer nuestros colegas sudafricanos. Ante esta actitud beligerante, tan solo queda firmeza por parte de Bruselas, así como sugerir que, a ser posible, sus envíos no amenacen nuestra sanidad fitosanitaria. No quiero pensar que su estrategia sea la de ver si cuanto antes se detectan sus plagas en Europa, y entonces, para qué tomar medidas. Y en cuanto a la señora Ribera, de confirmarse los rumores, a ver si esta vez sí que nos recibe, aunque sea en Bruselas.

(*) Presidente Frutas y Hortalizas Cooperatives Agro-alimentàries

Acceso al artículo de opinión en la página 6 del ejemplar de Valencia Fruits. 

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