Las inclemencias meteorológicas derivadas tanto de la falta de luz como de los días de lluvia y viento han mermado la producción de sandía
Valencia Fruits. Redacción.
Los primeros compases de la primavera dejan una disminución, de forma generalizada, de todos los cultivos hortícolas a causa de las inclemencias meteorológicas de las últimas semanas. Algunos cultivos se han visto más afectados que otros, como es el caso de la sandía y el melón, que se vieron afectados en el momento clave de la polinización, afectando así al posterior cuaje y al desarrollo de la cosecha.
En el caso de la sandía, tal y como ya apuntaban desde Asaja hace unas semanas, en estos momentos se precibe una significativa reducción del 40% en los rendimientos habituales del cultivo de sandía debido, sobre todo, a la falta de luz y las lluvias y el viento de las últimas semanas marzo y el arranque de abril. “No obstante ésta es una fotografía del momento actual que se está percibiendo y habrá que comprobar si finalmente dicha reducción será mayor o no, ya que dependerá mucho de la climatología y de si las medidas llevadas a cabo en las explotaciones por parte de los agricultores para salvar la producción puedan tener éxito”, recuerda Adoración Blanque, Secretaria General de Asaja-Almería.
De hecho ya se están produciendo los primeros cortes de las sandías más tempranas, ya que el grueso de la recolección tendrá lugar a partir de la segunda mitad de mayo si el desarrollo de los cultivos sigue su curso. Es por este motivo por el que las primeras cotizaciones de sandía están un 55% por encima de las registradas en la campaña anterior, que recordemos fue pésima en cuanto a precios al agricultor y rentabilidad y que es uno de los motivos por los que este año hay una reducción de la superficie plantada.
Sin embargo Asaja señala que la falta de kilos no compensa el valor que están teniendo estos primeros cortes, y que además se debe tener en cuenta la subida en el coste de producción, que supera el 30% con respecto al año pasado “desde las semillas, a las colmenas, o los abonos, el coste para este producto puede verse incrementado en más de 10 céntimos el kilo”.