El precio del aceite de oliva se está recuperando en España y ya alcanza niveles similares a los de hace dos años, entre otros motivos por la menor producción prevista esta campaña en los países competidores
Belén Delgado. Efeagro.
Según el observatorio Poolred, a finales de enero el aceite de oliva virgen extra cotizaba a alrededor de 2,8 euros por litro, el virgen estaba en unos 2,4 euros y el lampante, a unos 2,1 euros, unos niveles que en general no se observaban desde principios de 2019.
Los datos muestran una tendencia al alza de estos precios en origen desde que tocaran fondo entre mayo y junio de 2020.
El responsable del sector del aceite en Cooperativas Agro-alimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, ha explicado a Efeagro que actualmente “los precios son mucho más normales para el sector” que antes y atribuye la recuperación al hecho de que las estimaciones de producción en España han quedado “por encima” de la producción real.
Las últimas estimaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sostienen que la producción de aceituna y aceite de oliva se situará en torno a los 1,58 millones de toneladas en la campaña 2020-2021, un 42% más que en la anterior.
Cooperativas calcula que esa cifra será menor, de unos 1,45 millones de toneladas, y según Sánchez de Puerta “el mercado va asimilando que la producción puede estar en esos niveles”.
Menos competencia del exterior
En contraste con años anteriores en los que había una producción suficiente tanto fuera como dentro de España que impactaba en los precios, esta vez se espera una baja producción en países competidores como Italia (con un 30% menos esta campaña), Portugal (-29%), Grecia (-4%) y Túnez (-66%), de acuerdo a los últimos datos de la Comisión Europea.
Esos factores, unidos a un consumo que está comportándose “muy bien” a escala internacional, han hecho que “la oferta y la demanda en esta campaña estén más ajustadas”, ha añadido.
En diciembre de 2020, según el análisis de la Comisión, los precios de aceite de oliva virgen extra en España habían subido el 16% anual, mientras que los del aceite de oliva virgen y los del lampante lo habían hecho un 8%.
En la última semana, el índice nacional de referencia de precios en origen del aceite de oliva (iPool) en España para esas tres categorías de aceite ha caído ligeramente de los 2,48 euros/litro a los 2,42 euros/litro de este miércoles, tras varios altibajos.
Según Infaoliva, el aceite de oliva virgen extra cotizaba el martes en Jaén y Granada a 2,55 euros por litro; el virgen, a 2,31 euros/litro; y el lampante, a 2,21 euros/litro, en línea con los niveles de comienzos de 2019, aunque todavía a distancia de los del arranque de 2018, cuando todas las categorías sobrepasaban los 3,3 euros por litro.
Estabilizar el mercado
El hundimiento de los precios en origen del aceite de oliva motivó las quejas del sector a lo largo de 2020, a las que el Gobierno ha respondido esta semana con la aprobación de un decreto que permite aplicar medidas para favorecer un mejor funcionamiento del mercado del aceite de oliva, entre ellas la posibilidad de determinar su retirada temporal.
Sánchez de Puerta ha defendido esta medida, tras la reciente inclusión en el reglamento transitorio de la Política Agraria Común (PAC) de un artículo relativo a las normas de comercialización para estabilizar el mercado común del aceite de oliva, que autoriza a los países productores a fijar normas de ventas que regulen la oferta, como ya existe en el sector del vino.
A su juicio, la retirada temporal de aceite constituye un “mecanismo que tiene toda la lógica del mundo”, ya que permitirá limitar la oferta en campañas excedentarias y lograr el efecto contrario en las deficitarias, lo que repercutirá en “precios más estables para el consumidor”.