Incertidumbre por la falta de trabajadores en el campo extremeño

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El campo de Extremadura se ve con la necesidad de encontrar factores diferenciadores para subsistir

Según Francisco Espárrago, las empresas de la región deben buscar el factor diferenciador de sus productos y recurrir a actuaciones de economía de escala para sus negocios.. / ARCHIVO

Efeagro.

En una coyuntura en la que los costes de producción se encuentran disparados, el sector agroalimentario extremeño se encuentra ante un año de incertidumbre, con la necesidad de encontrar factores diferenciadores para subsistir, y la falta de trabajadores, ya que considera que los salarios no son el verdadero problema.

Estos han sido algunos de los problemas planteados por los expertos del Foro “HoyAgro”, celebrado el pasado 14 de febrero en Mérida y en el que han participado el presidente de la empresa Señorío de Montanera, Francisco Espárrago; y el presidente de la firma Tany Nature, Atanasio Naranjo, junto a la consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García.

Según Espárrago, las empresas de la región deben buscar el factor diferenciador de sus productos y recurrir a actuaciones de economía de escala para sus negocios.

El presidente de Tany Nature, una de las empresas más relevantes a nivel mundial en fruta de hueso, ha asegurado que las subida de costes ocasionada por el incremento de los salarios no es un verdadero problema, en cambio sí lo son la escasez de mano de obra cualificada y la falta de una escuela agraria “potente” en la región.

“Nos falta trabajadores y hay que traerlos”

“Nos falta trabajadores y hay que traerlos”, ha dicho Naranjo. “No hay una escuela agraria potente”, este es el problema, “no los salarios”, ha subrayado.

Espárrago ha apoyado esta visión, ya que ha planteado que “a lo mejor no hay que subir un 10 % sino un 20% o un 30%, porque esto podría incentivar al trabajador y repercutir positivamente en un sector con dificultades para el relevo generacional.

Igualmente, ha considerado que el problema más grave que ha afrontado el sector no ha sido la crisis ocasionada por la guerra de Ucrania, si no la de la covid-19 y ha ensalzado la concesión de los créditos ICO para que las empresas pudieran hacer frente a los pagos.

En está línea, Begoña García ha subrayado que la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) y los incentivos agroindustriales constituyen herramientas “fundamentales” en el desarrollo del campo extremeño.

Asimismo, la consejera ha remarcado que los incentivos agroindustriales son “el mejor termómetro” del campo extremeño y ha apuntado que se han mejorado y flexibilizado las últimas convocatorias para los solicitantes de estas ayudas con el objetivo de atraer a más empresas y generar una mayor actividad empresarial.