Juan Hernández (Proexport) “Los precios de entrada y de referencia para las importaciones no se actualizan desde hace más de 20 años”

Gustavo Ferrada Navidad
Deterra líder multiproducto

Entrevista al presidente de la sectorial de tomate de Proexport, Juan Hernández

Para Hernández, el reto fundamental para los productores de tomate es mejorar los invernaderos con el mayor nivel de tecnología posible. / Proexport

Julia Luz. Redacción.

La campaña de tomate arranca en la Región de Murcia y el sector se muestra optimista. Las temperaturas han sido razonables, el estado sanitario de las plantas es bueno y el virus rugoso del tomate ha dado cierto respiro. Pero aún en un periodo estable y de “cierta tranquilidad”, hay varios factores que siguen preocupando al sector del tomate. El aumento de costes, especialmente de la mano de obra, y el incremento de las importaciones de terceros países generan una situación difícil de manejar. A esto se suma la presión por cumplir con una normativa cada vez más estrictas. Para Juan Hernández, presidente de la sectorial de tomate de Proexport, hay tres aspectos clave para que la producción murciana siga siendo rentable y competitiva: “mejorar las estructuras productivas, asegurar unos costes de producción razonables y conseguir una competencia leal con los países terceros”.

Valencia Fruits. ¿Cuáles son las previsiones de cosecha para la presente campaña de tomate en la Región de Murcia?

Juan Hernández. Es pronto para hacer una valoración de la cosecha actual. Así, aunque es complicado realizar una estimación en este momento, preferimos ser optimistas. El estado sanitario de las plantas es bueno, por lo que esperamos que la cosecha sea mejor que la del año anterior. 

“El estado sanitario de las plantas es bueno, por lo que esperamos que la cosecha sea mejor que la del año anterior”

En cuanto a las zonas de producción, casi toda la cosecha de tomate para consumo en fresco se concentra en la franja costera de la Región de Murcia, en municipios como Águilas, Mazarrón, Lorca, y en menor medida en la zona de Cartagena. Aproximadamente el 95-98% de la producción se realiza en invernaderos y la superficie de cultivo es bastante estable, es decir, ha habido grandes variaciones de la superficie de cultivo en la región con respecto a la campaña anterior.

VF. ¿Cómo están afectando la climatología y las plagas al desarrollo de cultivo de tomate en esta temporada?

JH. Para la campaña que comienza ahora, en septiembre-octubre, la situación ha sido relativamente buena. No se puede generalizar, pero creo que el año pasado fue peor en cuanto a la incidencia del calor durante los meses de julio, agosto y septiembre. Este año, las temperaturas han sido más moderadas. 

El exceso de calor siempre es perjudicial para las plantas, ya sea al aire libre o en invernadero. En los invernaderos, intentamos mitigar el frío en invierno y reducir el calor en verano con los medios técnicos disponibles, aunque no es tarea fácil. Luchar contra las olas de calor es bastante complicado, ya que su afección suele ser más dañina que la del frío. Cada vez las temperaturas de invierno bajan menos, pero el calor es más intenso. Sin embargo, este año, en la costa de Murcia, aunque ha hecho calor, las temperaturas nos han respetado.

Las altas temperaturas afectan a todas las plantas y hortalizas. En el caso del tomate, debilita la planta, reduciendo su vigor, y afecta al cuaje, es decir, a la floración y la posterior formación del fruto. Si el calor es excesivo, las flores se pierden y no se produce el tomate. 

En cuanto a la sequía, el agua es un factor fundamental para cualquier cultivo agrícola, y el tomate no es la excepción. Sus necesidades de agua son similares a las del pimiento, la lechuga o el brócoli. En Murcia, al menos en la zona costera, dependemos en gran medida del agua desalada, ya que no tenemos aportaciones de otro tipo. Hacemos un uso racional del agua para garantizar la mejor combinación posible que permita obtener un producto de calidad. Sin embargo, el acceso al agua sigue siendo un problema para el sector.

“Se está trabajando en la producción de variedades resistentes o al menos tolerantes al virus rugoso del tomate, lo que sin duda contribuirá a mitigar su impacto”

Respecto a las plagas, el virus rugoso del tomate es actualmente la principal preocupación de todos los productores de tomate, si bien no es el único virus que hay. Afortunadamente, estamos en una fase de cierta estabilidad. Aunque no podemos prever con certeza lo que sucederá en el futuro, las empresas y los productores están adoptando todas las medidas necesarias para evitar al máximo la incidencia del virus. Además, se está trabajando en la producción de variedades resistentes o al menos tolerantes a esta enfermedad, lo que sin duda contribuirá a mitigar su impacto.

“El gran desafío es mejorar nuestras instalaciones y ajustar los periodos de producción para poder hacer frente a las variaciones climáticas cada vez más extremas”

VF. ¿Cuáles son los principales retos del sector del tomate en Murcia para este año?

JH. Creo que el reto fundamental para los productores de tomate es mejorar los invernaderos con el mayor nivel de tecnología posible. Nuestro objetivo es crear las condiciones óptimas para hacer frente tanto a las altas como a las bajas temperaturas. Ese es el gran desafío: mejorar nuestras instalaciones y ajustar los periodos de producción para poder hacer frente a las variaciones climáticas cada vez más extremas.

“En Murcia, se apuesta mucho por el tomate cherry de sabor y también por otras especialidades tipo tradicionales, como el tomate redondo o el de ensalada”

VF. ¿Cómo ha evolucionado la superficie de cultivo y el volumen de producción de tomate en Murcia en los últimos años?

JH. Durante algunos años, tanto la superficie de cultivo como el volumen de producción de tomate fueron reduciéndose. Pero afortunadamente, desde más o menos un par de años hemos visto una recuperación. Primero se estabilizó la producción y luego ha comenzado a recuperarse de forma gradual. No de una manera relevante pero sí paulatina. Lo más importante ha sido detener la tendencia descendente y, después, empezar a incrementar tanto la superficie cultivada como, sobre todo, la productividad.

VF. ¿Por qué tipo de variedades se decantan los productores murcianos?

JH. Más que hablar de variedades, hablamos de especialidades. En el sector del tomate ya no podemos referirnos a un único tipo, ya que existen multitud de especialidades: tomate cherry, cherry pera, cherry redondo, cherry en rama, tomate ramillete, tomate pera, tomate para ensalada…

Cada productor o empresa se centra en ciertas especialidades. Algunos se enfocan más en el tomate pera, otros en el de rama… Todo depende del perfil del cliente y la zona. En Murcia, se apuesta mucho por el tomate cherry de sabor y también por otras especialidades tipo tradicionales, como el tomate redondo o el de ensalada, que es muy popular aquí. La Región va en esta dos líneas, siempre con el objetivo de ofrecer la mayor calidad posible en cada especialidad.

VF. ¿Qué lugar ocupa el tomate murciano dentro del conjunto nacional?

JH. En términos de producción, Murcia representa entre el 12 y el 15% del total nacional. Además, la región concentra el 10% de las exportaciones de tomate de España y, en mercados de alto valor, como Dinamarca y Suiza, nuestra presencia supera el 15%, al igual que en Francia.

VF. ¿A qué consumidor va dirigido el tomate de la Región?

JH. En cuanto a la oferta de las empresas de Proexport, esta ha quedado concentrada en productoras que operan con líneas de mucho valor con estructuras muy evolucionadas, que le permiten sostenerse con mayor alcance en destinos de naturaleza ‘premium’.

El objetivo es ofrecer un tomate con excelente sabor y calidad a un precio competitivo, sin dejar de tener en cuenta nuestros costes de producción y los márgenes necesarios para nuestra actividad. Queremos que el consumidor compare y elija nuestro producto por su calidad y valor.

VF. ¿Qué influencia está teniendo la competencia de países terceros sobre la evolución del sector del tomate español?

JH. La competencia de países terceros es un tema ya muy manido pero que no deja de ser relevante. El tomate es, además, considerado un producto sensible dentro de la Unión Europea por sus altos costes de producción si se compara con otros cultivos. Estos costes incluyen tanto el precio de producción como el elevado coste de mano de obra, situando al tomate en una coyuntura muy delicada frente a la competencia de terceros países. 

Es por ello que la entrada de productos de estos países —en este caso, de tomates— a Europa y a Reino Unido, que es donde se dirigen también los tomates españoles, genera mucha inquietud. Los mecanismos de salvaguarda que podría implementar la Comisión Europea, a petición de cualquier estado miembro en caso de deterioro de los precios, no se han aplicado en más de 25 o 30 años. Estos mecanismos permiten reducir las importaciones para estabilizar los precios del mercado, pero no hemos visto esta situación en mucho tiempo.

Queremos que los acuerdos con países terceros se cumplan de manera estricta, algo que consideramos no está ocurriendo actualmente. Una de las dificultades para aplicar estos ‘contratos’ es que no se puede determinar el origen exacto de los productos que entran desde estos países. Además, los precios de entrada y referencia, que son fundamentales para la aplicación de las normas de la UE y los tratados con estos países, se aplican de manera absolutamente e intencionadamente errónea y están desactualizados desde hace 20 o 30 años. Los precios actuales no reflejan la realidad del mercado, ya que se mezclan diferentes especialidades de tomate que tienen un valor superior al tipo de tomate para el que se establecieron estos precios hace años.

Es una realidad que el volumen de importaciones de países terceros a la UE ha crecido muchísimo en los últimos años. Por ello, queremos que las normas se cumplan, que los precios se actualicen y que se adopten las medidas necesarias para proteger a los productores europeos de tomate. Hay una preocupación creciente sobre la aplicación de los tratados con países terceros y la entrada de productos de estos países, especialmente de Marruecos y Turquía, que son los principales actores en este contexto. Por ello, pedimos que se respete lo acordado y que los volúmenes de importación sean los pactados.

VF. ¿En qué líneas debe avanzar el sector del tomate murciano para seguir siendo un cultivo rentable y competitivo?

JH. Mejorar las estructuras productivas, asegurar unos costes de producción razonables y conseguir una competencia leal con los países terceros. Estos tres factores son clave.

Debemos mejorar nuestras infraestructuras y medios técnicos, así como mecanizar todo lo que sea posible. Aunque la conversión a invernaderos de alta tecnología no garantiza el éxito por sí sola, la implementación de tecnología y nuevas técnicas pueden ayudar a aumentar la producción y mejorar la calidad del tomate.

También es fundamental que se respeten las normas y que aseguren que el tomate siga siendo considerado un producto sensible e importante para el consumo, como lo es. Y en todas las trabas y problemas a los que nos enfrentamos, que desde la Unión Europea se intenten, al menos, paliar para que en Europa se pueda seguir produciendo tomate. Porque, insisto, hay dos aspectos clave: primero, producir menos en Europa no significa que el consumidor vaya a pagar más; y segundo, las producciones de los países europeos, en términos de seguridad y calidad, no tienen nada que envidiar a las de los países terceros, sin duda alguna.

Acceso a la entrevista en las páginas 6-7 del dossier del Tomate y Pimiento en el ejemplar de Valencia Fruits. 

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.