La eliminación total de plástico no ayuda al sector hortofrutícola

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Esta es la conclusión a la que han llegado expertos del mundo del envase para frutas y hortalizas en el último foro anual de ARELFH celebrado en Bruselas

Pro Food promovió la mesa de debate en torno a la sostenibilidad. / ARELHF

Raquel Cervera y Nerea Rodriguez. Redacción.

En la primera edición del foro anual de la Asamblea de Regiones Europeas Hortofrutícolas de ARELFH en Bruselas el pasado 6 de noviembre, los representantes de las instituciones agrícolas más importantes expresaron de manera contundente la necesidad de evitar la retirada completa de los plásticos en los envases de frutas y verduras frescas ya que no ha demostrado ser más eficaz a la hora de incentivar la producción, ni reducir las emisiones de CO2 o disminuir el desperdicio de comida.

Esta fue la conclusión de una de las mesas de debate promovidas por Pro Food, la Federación italiana de Industrias de Goma y Plástico en torno a la sostenibilidad y en la que, moderada por Nicola Dall’Olio de la Regione Emilia-Romagna, contó con la participación de Mariateresa Vivaldini, representante del Parlamento Europeo, del Comité ITRE); Jean-Luc Parou, vicepresidente de Idfel Val de Loire); Wim Rodenburg de Groeten Fruit Huis; y Roberto Zanichelli, miembro de Pro Food y consejero de Unionplast. 

En su intervención, Mariateresa Vivaldini se hizo eco de las preocupaciones expresadas por la industria, señalando que las restricciones en materia de envases representarían una carga excesiva para el sector, ya que la imposición de una nueva normativa (Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases) corre el riesgo de penalizarlo severamente, poniendo en peligro las inversiones económicas. “La sostenibilidad no debe ser ideológica, sino que debe tener en cuenta sus tres pilares: medioambiental, económico y social, porque muchas familias viven gracias a este sector y la agricultura representa una actividad fundamental”. 

Vivaldini hizo hincapié en la importancia de armonizar las normas a nivel europeo y exigir a terceros países que respeten las mismas normas. “Las normas deben ser iguales para todos, de lo contrario saldremos penalizados en comparación con los países no comunitarios. Hemos trabajado duro para suavizar estas restricciones en los envases y, aunque lamentamos no haber podido intervenir plenamente en el sector de las frutas y hortalizas, todavía hay posibilidades a nivel reglamentario”. La representante parlamentaria reiteró su convencimiento de que “los efectos serán negativos en comparación con lo previsto”. Prohibir el uso de plástico allí donde es imprescindible y su uso es limitado “no tiene sentido”, es por eso que Vivaldini consideró necesarios “materiales adecuados y ayudas a la agricultura para un uso más racional del agua y los fertilizantes”. Sin alternativas sostenibles, “corremos el riesgo de tener que importar del extranjero, donde los controles sobre el uso de pesticidas y productos fitosanitarios son menos estrictos”. Por último, reiteró la importancia de un enfoque pragmático, sugiriendo exenciones para las frutas y hortalizas dadas las importantes implicaciones económicas y de producción de la nueva normativa. “A nivel institucional haré todo lo posible para obtener estas excepciones y seguiré trabajando para que se tengan en cuenta las necesidades del sector”. 

Francia

En su intervención, Jean-Luc Parou, de Idfel Val de Loire, describió el impacto de la ley francesa contra los residuos, que restringe el uso de envases de plástico para productos de menos de 1,5 kg. Parou explicó cómo esta legislación ha provocado un aumento de los costes de producción y envasado, al tiempo que ha reducido la calidad visual de los productos y ha exigido importantes inversiones en nueva maquinaria. “Esta ley nos ha afectado de forma directa y profunda con una duplicación de los costes de envasado y un impacto negativo en los consumidores, que ahora ven disminuir su poder adquisitivo”. Aunque está de acuerdo con el objetivo de reducir el impacto medioambiental, Parou señaló que la legislación ha tenido consecuencias imprevistas, acabando por desincentivar el consumo de frutas y hortalizas. “En lugar de fomentar opciones más sostenibles, la legislación ha hecho que los productos frescos sean menos asequibles, lo que se ha traducido en un descenso de las ventas. Un enfoque demasiado rígido de la sostenibilidad corre el riesgo de socavar la propia eficacia de las políticas medioambientales, penalizando tanto a los productores como a los consumidores”. 

Países Bajos

Por su parte, Wim Rodenburg, representante de los productores holandeses de Groeten Fruit Huis, insistió en la necesidad de una normativa armonizada a escala europea, y de evitar las listas nacionales de exención en los productos que deben envasarse por razones de higiene y conservación. Destacó la importancia del envasado para garantizar la frescura y durabilidad de los productos, especialmente en mercados lejanos, y explicó cómo el sector depende de estas prácticas para preservar la calidad de los productos durante el transporte. “Sin una lista común europea, corremos el riesgo de encontrarnos con normas diferentes en cada país, y esto crea una gran desventaja para quienes tienen que operar en múltiples mercados”, dijo Rodenburg. A continuación, hizo un llamamiento a las organizaciones del sector para que participen activamente en los debates europeos, y añadió que “sólo con una voz unificada podremos garantizar que la legislación responda realmente a las necesidades del sector, apoyando un equilibrio entre sostenibilidad y sentido práctico”.

Italia

Desde Italia, Pro Food —que representa más del 70% de la producción italiana de envases alimentarios de plástico, con 14 empresas y 29 plantas de producción— reitera que los envases de plástico son esenciales para garantizar la seguridad alimentaria y reducir los residuos. En este contexto, Roberto Zanichelli, portavoz de Pro Food, destacó cómo, en Europa, alrededor del 50% de las frutas y hortalizas ya se venden a granel y los envases de plástico para frutas y hortalizas representan sólo el 1,5% de todos los envases alimentarios. A pesar de ello, el PPWR penaliza desproporcionadamente a este sector, que ya se considera un modelo virtuoso de uso responsable de los envases. Explicó cómo muchos envases de frutas y verduras ya contienen hasta un 70% de material reciclado, contribuyendo así a la economía circular europea. “La eliminación de estos envases aumentará paradójicamente el desperdicio de alimentos y provocará una mayor disminución del consumo de frutas y hortalizas, en contradicción con los objetivos de la UE”, señaló Zanichelli,.

Con su participación en este foro, Pro Food reafirma su papel de actor clave en la transición hacia una cadena de suministro de frutas y hortalizas sostenible, promoviendo soluciones innovadoras que equilibren las necesidades medioambientales, productivas y económicas, y garanticen la competitividad y seguridad de todo el sector hortofrutícola.

Las conclusiones extraídas de esta conferencia y de las otras tres que han formado parte del programa se incluirán el informe sobre el Diálogo Estratégico en la agricultura que se publicará a finales de febrero en 2025 y que será discutido en la Asamblea General de la AREFLH el próximo mes de abril en la Comunitat Valenciana.

Acceso a la noticia en la página 8 del dossier de Envases y Embalajes en el ejemplar de Valencia Fruits. 

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