Las cotizaciones mundiales del aceite de oliva seguirán bajo intensa presión, fruto de la expansión de las plantaciones de olivos y de la subida de las disponibilidades que manejarán los grandes países exportadores

El precio del aceite de oliva cae presionado por la expansión del olivo.
Una coyuntura que se dará no solo durante la campaña de comercialización actual, sino también para la siguiente, con la que tendrán que convivir los oleicultores, un colectivo en el que crece la preocupación por el desplome de los precios, más aún cuando los vírgenes extra, como botón de muestra, han perdido una cuarta parte de su valor durante el último año.
La producción mundial en la actual campaña comercial (2017-2018), superior a lo esperada, no ayuda a la recuperación de las cotizaciones en origen, ni tampoco las expectativas de los analistas internacionales; aunque, en el lado positivo, el consumo mundial sigue aumentando y repuntará otro 8% este ejercicio.
Un informe del Departamento de Agricultura de EEUU (el USDA), refiere que el auge de las exportaciones está impulsando más inversiones en los olivares, incluidas las nuevas plantaciones que incorporan tecnología de riego y son, por tanto, más productivas.
Aporta incluso las primeras estimaciones de cosecha mundiales para la próxima campaña (2018-2019), que sitúa en casi 3,15 millones de toneladas (–4%); 2,24 millones corresponderán a la UE.
Estos analistas indican que las abundantes lluvias hasta marzo contribuirán a mejorar los rendimientos en España y las inversiones en riego aseguran la expansión continua del olivar en Portugal.
La mayor cosecha prevista en estos dos países compensará la disminución proyectada en Italia, de acuerdo con el USDA, que avanza niveles estables por lo que respecta a Grecia.
En este contexto, el suministro de aceite de oliva en la Unión Europea (UE) será suficiente para satisfacer las necesidades nacionales y permitir el crecimiento de las exportaciones en la campaña 2018-19.
Una mirada a la evolución del mercado muestra que los precios en origen del aceite de oliva virgen extra en España disminuyeron durante los últimos meses hasta colocarse a finales de abril en 2,99 euros por kilo, un –25% menos que en el mismo período del año anterior, con datos del Consejo Oleícola Internacional.
Los precios italianos, después de la fuerte caída hasta mediados de diciembre de 2017, se mantienen estables durante las últimas semanas, y se colocaban a finales de abril en 4,06 euros (–32%). En Grecia, los vírgenes extra rondan los 2,78 euros, tras una variación del –24% interanual; y en Túnez, los 3,43 (–19%).
En el corto plazo, los agentes comerciales colegiados salían a comprar en nuestro país vírgenes extra desde 2,76 euros/kg; vírgenes desde 2,40 y lampantes a partir de 2,35 euros por kilo, de acuerdo con los datos de la patronal de almazaras industriales Infaoliva.
Por lo que respecta a la producción mundial durante la actual campaña 2017-2018, será de en torno a las 3.271.000 toneladas (un 27 % más), por encima de lo que habían estimado los países adheridos al COI en noviembre, cuando preveían un techo de 2.988.500 toneladas.
España disminuirá alrededor del 3% y rondará las 1.250.000 toneladas; pero Italia alcanzará 432.000 toneladas (+137 %); Grecia 320.000 toneladas (+64,1%) y Portugal, las 125.000 toneladas (+80%), según las estimaciones, analizadas el 24 de abril, en la 51ª reunión del Comité Consultivo del COI, celebrado en Amán (Jordania).
Turquía obtendrá una cosecha de 263.000 toneladas (+26%); para Túnez, 280.000 toneladas (+180%); Marruecos, 140.000 toneladas (+27%); Argelia, 80.000 (+27%); Argentina, 37.500 (+74%) y Jordania, 25.000 toneladas (+25%); Palestina, por su parte, sufrirá una ligera disminución del 2,6% (19.000 toneladas).
El comercio mundial de aceite de oliva y de orujo de oliva en los principales mercados durante los cinco primeros meses de la campaña 2017-18 (octubre 2017 a febrero 2018), según el COI, apunta aumentos en Brasil (+16%), Japón y Rusia (+7%) y Canadá (+2%), mientras que ve caídas en Australia (–24%) y Estados Unidos (–1%).
En el caso de China, durante los cuatro primeros meses de campaña las importaciones permanecen estables, detalla el organismo.
Según los últimos datos que maneja el sector, España acumulaba hasta abril una producción de 1.246.204 toneladas y la existencias bajan de las 993.200 t de marzo a las 912.000 actuales.