La sequía ha marcado un año de bajas cosechas en Aragón

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La sequía ha impactado sobre la producción frutícola y los cultivos herbáceos

La producción frutícola se vio afectada por la escasez de agua para riego y altas temperaturas. / ARCHIVO

Efeagro.

Las adversidades climatológicas, con la sequía como el factor principal, han marcado este año las bajas cosechas en Aragón, con graves dificultades que afectaron tanto a los cultivos herbáceos como a la producción frutícola y ganadera, y una política agraria europea que no ha ayudado al sector a compensar las pérdidas. Así se recoge en el balance agrario que ha presentado este jueves UAGA y que visualiza un Aragón “más ganadero que agrario” como lo refleja la producción final en ambos sectores, del 24 y del 76 %, respectivamente, según ha puesto de manifiesto el secretario general de la organización, José María Alcubierre.

La sequía fue un factor determinante que impactó fuertemente en los cultivos herbáceos, particularmente en las áreas de secano, dificultando la maduración de los granos y reduciendo la producción en un promedio del 60% respecto a la campaña anterior. Las zonas más afectadas incluyeron el valle del Ebro y comarcas adyacentes como Cinco Villas, Tarazona, Borja y otras.

La producción frutícola se vio afectada por la escasez de agua para riego y altas temperaturas, lo que adelantó la maduración de la fruta y generó problemas con la mosca de la fruta (Ceratitis capitata), provocando una oferta de fruta de menor calibre y dificultades en su comercialización. A pesar de esto, las producciones de fruta aumentaron en un 62,2% aunque la producción final agraria de frutas disminuyó en un 8% debido a los bajos precios en el mercado.

En cuanto a cultivos específicos, las producciones de almendro se redujeron en un 45% y las de viñedo en un 40%, mientras que las de olivar aumentaron en un 57% en comparación con el año 2022.

Contratación y producción ganadera

A pesar de las adversidades, las cifras de contratación se recuperaron en 2023, con un pico en junio con una media de 22.655 trabajadores contratados en Aragón, el 80% proveniente de otros países y mayormente hombres. La producción ganadera final experimentó un aumento del 9% en comparación con el año anterior, hasta los 3.920.655.170 euros, principalmente impulsada por un incremento en los precios. Sin embargo, subsectores como el avícola de carne y el cunícola sufrieron descensos significativos en producción y precios que afectaron al balance general.

Perspectiva agraria y desafíos futuros

El valor de la producción agrícola final disminuyó en un 41% respecto al año 2022, hasta los 1.195.203.313,44 euros, debido a la pérdida de producción y la presión de los altos costos de insumos, poniendo en riesgo la rentabilidad de las explotaciones. La producción final agraria totalizó 5.135.108.483,44 euros, lo que supone una disminución del 9% en comparación con el año anterior, siendo la actividad ganadera responsable del 76,72% de esta producción. Los altos costos de insumos, problemas climáticos y las incertidumbres regulatorias de la PAC (Política Agrícola Común) han agravado la situación.

Seguros agrarios

Este año se ha batido récord de siniestralidad, aunque la realidad climática actual y los recurrentes siniestros graves impulsaron la contratación de seguros agrarios, que marcará este año el noveno ejercicio con máximo consecutivo. En el valle del Ebro, Agroseguro ha abonado más de 82 millones de euros en indemnizaciones a los agricultores y ganaderos.

Por producción, las cuantías más importantes corresponden a productores asegurados en las líneas de cultivos herbáceos (42,3 millones de euros), frutales (14,2 millones), uva de vino (5,7) y cereza (4,8). Además, también alcanzan cifras importantes los siniestros en el conjunto de los seguros pecuarios (11 millones).

Pero “lo más duro” para la organización agraria son los 238 profesionales que pierde el campo aragonés cada año, “una sangría que no para” y que a UAGA es lo que más le duele, ha resumido Alcubierre.